Marod sobre el comunicado etarra
Marod
Vaya por delante que soy consciente del jardín en el que me voy a meter, pero en mi propio descargo dejo clara y meridiana la repulsión que siento hacia los terroristas y sus colaboradores y mi absoluto respeto y comprensión por todos aquellos que hayan sido víctimas -de alguna u otra forma- de la violencia, el miedo y la coacción que supone la actividad terrorista.Pero es que yo veo más cosas en la declaración que esa perogrullada que vosotros comentáis. En primer lugar, ellos hablan de la defensa de la libertad del pueblo vasco y todas esas fanfarrias y que su defensa les llevó a prisión. Que esa es la mayor de las mentiras que dicen. Porque lo que les llevó a prisión fue matar a gente, poner bombas y esas cosas, es decir la forma en que decidieron hacer esa defensa. También es cierto que parecen asumirlo, lo cual implica cierto grado de asunción de la responsabilidad (“nuestro traslado a Euskal Herria- se efectuasen utilizando cauces legales, aun cuando ello, para nosotros, implícitamente conlleve la aceptación de nuestra condena”).
Pero dicen más cosas: 4. Reconocemos el nuevo escenario surgido tras el cese de la lucha armada de ETA y en adelante, en pro de la libertad de Euskal Herria, utilizaremos vías y métodos políticos y democráticos, de acuerdo con las decisiones que se han tomado en ese sentido. Por ello, en lo sucesivo renunciaremos al empleo del método utilizado en el pasado para hacer frente a la imposición, represión y vulneración de derechos. Nuestro compromiso con el nuevo escenario es nuestra decisión de fortalecerlo y consolidarlo. Vamos a ver, estos son los presos terroristas diciendo:
- Acatan el cese de la lucha armada de ETA, es decir declaran que no tienen intención ulterior de recaer en su acción delictiva.
- Que aceptan el método político y democrático, o sea que se olvidan del "militar" y hacen expresa renuncia del "método utilizado en el pasado".
En cuanto a la teoría de la pena y su naturaleza, en España (cómo en todos los países democráticos) se opta por una teoría relativa que garantice la prevención de delitos y la reinserción de los delicuentes.
Olvidaos de que la pena tenga una función retributiva de puro castigo, eso está más que superado.
Dado el extremo daño y alarma social que provoca el terrorismo se justifican esas medidas especiales por la parte “preventiva”, o sea, para que nadie se piense que es “barato” optar por la vía de la pipa y la bomba lapa, nada más. Es fácil entender que los ofendidos sientan la necesidad retributiva de la pena, desde su perspectiva subjetiva del daño infringido, pero ese razonamiento no es válido para el Estado (ni constitucional, ojo).
Y eso entronca directamente con lo que critican. Y es cierto que hay multitud de excepciones a los beneficios penitenciarios (tercer grado y condicional) si los delitos son por terrorismo. Es cierto que son excepcionalmente duras las condiciones de acceso a esos beneficios, y añado yo que con razón por lo que he dicho en el párrafo anterior. ¿Qué se nos fue la mano con la doctrina Parot y su retroactividad? A lo mejor (o eso ha dicho Estrasburgo). No lo sé, seguramente será un debate doctrinal apasionante. A mi me parece que ahora hay un cambio de melodía política y toca empezar a normalizar esto.
Yo sigo apuntando con el dedo hacia lo que me parece fundamental: cese de la violencia y asunción de los principios legales de nuestro Estado de Derecho. El pasado no se puede borrar, y los gestos de arrepentimiento e implorar el perdón de las víctimas no se van a producir (no dejaría de ser otra tomadura de pelo, después de verles descojonarse en las vistas de los juicios, que ahora se hicieran los buenos para salir de chirona)
Han perdido y lo saben (“Asumimos toda nuestra responsabilidad sobre las consecuencias derivadas de nuestra actividad política en el conflicto político”), y a mí la semántica y la oratoria heroica y todas esas chorradas me parecen eso: chorradas. Cómo cuando hablan de la patria vasca y el Rh. Y claro que usan eufemismos “actividad política”, pero es que son tan absurdos que se retratan por si solos.
El proceso de “normalización” o punto final o reconciliación o el nombrecito que le quieran poner, está en marcha y veremos más gestos de una y otra parte. Y a mi me parece inevitable que si continúan sin hacer el animal, nosotros empecemos a pensar que a lo peor también son personas (de las malas, eso sí). En cualquier caso, que se cumplan la leyes, que para eso están.