Cuando el más listo de Cataluña es subnormal.
No hay manera de acostumbrarse. A la Payasada Nacional, digo. El concurso de la melonada más gorda. Parió la abuela:
Prescindan de lo que diga Europa", ha declarado Jordi Pujol en una conferencia en Bruselas, "es muy, muy, muy importante. Pero el hecho importante es que Cataluña pueda presentarse ante España, ante los catalanes, ante Europa, con una propuesta seria, constructiva, pero potente", ha añadido.
Es muy, muy, muy, importante. Luego prescindan.Es muy, muy, muy, importante. Pero el hecho importante es … (otro)
¿Mande? O es muy, muy, muy importante, o no lo es. Y puede ser muy, muy, muy importante, y aun así resultar menos importante que otro hecho relevante. Que en ese caso sería, al menos, muy, muy, muy, muy importante. Lo que no puede decir a continuación ni el más tonto del pueblo es que “el hecho importante” es otra cosa. Porque entonces, muy, muy, muy; es nada, cero, caca importante.
Y luego resulta que Cataluña puede presentarse ante los catalanes. Y no se refiere a mirándose a un espejo, ni nada parecido. Porque no se presenta para admirarse -que sería lo habitual- sino con una propuesta. Imagina. Agarras una propuesta, la llevas ante el espejo, y te dices: -he aquí una propuesta potente-. Y te contestas: -ya lo sé, si la he pillado yo-.
Mucho peor es cuando explica por qué muy, muy, muy importante, no importa nada.
- a UE, a veces, ha cambiado de opinión
- De entrada, Europa no se alineó a favor de Alemania. Solo dos primeros ministros se alinearon a favor de la reunificación desde el principio, que fueron el primer ministro de Irlanda y el ex presidente del Gobierno español Felipe González
Como "a veces" pasan cosas, muy, muy muy puede no ser importante. Puede, si pasan esas cosas. ¿Y si no pasan? Pues cuando no pasan, resulta que "lo" importante ha dejado de ser importante en el más absoluto de los grados. Papelera. Y se nos pone cara de idiotas mientras nos miramos al espejo; Cataluña y los catalanes.-Bueno, al final es una apuesta-, podría alegar el genio-. -Y el que algo quiere algo le cuesta-, o cualquier otra frase igualmente inteligente. Y lo es. Una apuesta. Tiene toda razón. La alegre apuesta de que Cataluña (con su espejo mágico) sea … ¡¡¡Alemania!!!
¡Jó! Sabemos bien que el nacionalismo es una droga capaz de descerebrar por completo incluso a los que no son deficientes mentales de origen. Y de hacerlo en plan masivo, a miles y miles al mismo tiempo. Pero, ¿a todos? Porque si no es a todos, tiene que haber gente en Cataluña que escuche esto, y se quede literalmente de piedra. Antes de echarse a temblar.
Y esa es la gran cuestión en Catalufilandia. ¿Dónde está esa gente? ¿Qué quieren ser de mayores? ¿Cómo lo quieren conseguir? Porque lo que hay, de momento, es que el más listo es completamente subnormal. Seguro que piensa que ha dejado anonadados a los alemanes, con su pensamiento como de Kant. Y anonadados los ha debido de dejar. Más o menos, haciendo cálculos del nivel que debe de haber para que alguien haga un discurso así … sin que lluevan tomates.
Nota: Si alguien esperaba que hablara de otra payasada más de la tierra -la de las pistolas y las grandes comisiones internacionales-, ya lo siento. No pasa el listón. ¡Y mira que lo ha dejado bajo, el Pujol!
Añadido / actualización (casi de la misma):
Y el caso es que están viéndolo delante de sus propias narices:
Duran y Lleida también muestra "mi perplejidad ante los que por el hecho de que Durao diga cosas que no nos gustan o que no nos convienen consideran que el personaje es una especie de conserje del edificio Berlaymont de Bruselas". Igualmente constata que "el premier escocés, Alex Salmond, en particular y los nacionalistas escoceses en general tienen un remarcable interés en tomar distancias del proceso catalán".
"Tenemos aquí el mismo interés en exhibir su como un proceso a imitar, como ellos lo tienen que decir que el caso catalán y su proceso no tienen nada que ver", sentencia el dirigente nacionalista. [-->]
Actualización 2 (22/02/2014; 08:30)Un Rafael Bigorra, periodista en Catalunya Radio, se mosquea. Da la impresión de QED.