La misteriosa competencia lingüística en Vasquilandia.
Normalmente, por competencia lingüística se entiende la capacidad de comunicarse hablando. Por ejemplo, para Chomsky, según Wikipedia:
Para Chomsky, la competencia lingüística es la capacidad que tiene todo ser humano de manera innata de poder hablar y crear mensajes que nunca antes había oído. [-->]
Una definición inteligente, como era de esperar. Por una parte destaca que la competencia lingüística es universal. Al contrario que, por ejemplo, la competencia matemática. Por otra parte da a antender que, dentro de su universalidad, puede haber diferentes grados. La capacidad de unos ser mayor que la de otros. Lo que justificaría la conveniencia de ocuparse de aumentar esa capacidad en la educación.Basquiland is different. Es lo que se desprende del último “Mapa Sociolingüístico” [2011 –>] del Gobierno Vasco.
En Vasquilandia, tener “competencia lingüística” es hablar y entender “bastante bien” una lengua marginal. Y “bastante bien” se mide por la opinión que tenga uno mismo del asunto. Y así, la competencia lingüística es francamente no universal, y francamente subjetiva, en nuesto pequeño País de las Maravillas. Habría que traer a Chomsky, para que se entere. En plena Europa Atlántica, y entre gente que se pretende de la raza o cultura más antigua del continente, el 44,3% de la población carece de competencia lingüística. A juzgar por ellos mismos.
Y eso, si aceptamos la idea de la “competencia lingüística pasiva” como dentro de la competencia lingüística a secas. Extraña idea. Si no lo aceptamos, entonces solo tiene competencia lingüística poco más de una tercera parte de la gente, en nuestro paraíso étnico. El 36%. Nos da una idea del precio del parque etno-temático vascopiteco que estamos organizando. Porque si no fuéramos vasqui-maníacos, y no midiéramos la competencia lingüística de una forma tan extravagante, seríamos normales. Esto es, el 100% de la población tendría competencia lingüística, como ocurre en el resto de la galaxia.
Por provincias es peor. En Vizcaya no llega a un tercio de la población con competencia lingüística. En Álava, ni la cuarta parte. Debe de ser ese el motivo por el que no son todavía Bildulandia. Lo que podría hacer pensar a algunos que tal vez sea muy conveniente no alcanzar nunca el estado de competencia lingüística.
El organismo que produce estos estudios es la Consejería de Educación … y otras cosas. Y, como se ve, lo que le importa son sobre todo las otras cosas.
Lo que le importa es cambiarle a la gente lo que habla por natural, como todos sabemos.
Pero, al parecer, conocerte no es amarte, baby.
El uso del euskera en el hogar apenas ha variado en los últimos 20 años. En 1991, el 21,8% de la población de la CAE utilizaba el euskera en el hogar, y en 2011 lo utiliza el 20,8%, lo cual supone un descenso de un punto.Una vez más es una cifra engañosa. Bildulandia sesga el resultado (hay hay que fiarse de la respuesta en una encuesta por parte de los bildupitecos).
Pero ese descenso de la competencia lingüística en el hogar no se debe a una disminición del número total de hogares “competentes”, sino a la inmigración de lenguas extrañas.
Esto es lo que hay. Una población de perfectos incompetentes lingüísticos, por obra y gracia del maldito vascuence por saco.