El plan Sebastián (solo tres autonomías)
Hay gente que le conoce bien, y que asegura que Migel Sebastián no es el asno incompetente con ideas de bombilla torero que daba la impresión de ser en el gobierno de Zapatero. Ni siquiera sectario, o especialmente atacado por una enfermedad ideológica. Por ejemplo, Mikel Buesa. Luego varía la especulación sobre el motivo por el que una persona inteligente y preparada acababa pareciendo lo contrario. Pero la idea contante es que eso fue una sorpresa; lo que no se esperaba. No era un mal ministro, sobre el papel.
Ahora propone una idea que merece la pena contemplar. Pensar. Bien sencilla. Clic para fuente.
Motivos:
- Recortar el gasto, sin tocar la parte social ni la inversión productiva.
- Lo han hecho en Francia e Italia con departamentos y provincias.
- Va más allá de la propuesta de Rubalcaba de eliminar las diputaciones.
- Actualmente no hay nadie que piense así en ningún partido político, ni siquiera aquellos que son más radicales sobre el papel en cuanto a la reforma administrativa.
Pero se limita a dar por supuestas, por inevitables o intocables, las excepciones que propone para la racionalización administrativa. No explica ni el motivo ni la conveniencia de la excepción. Tenemos que tratar de imaginarlo; sea a través de su denominación (“históricas”), o sea a través de lo que se supone que se sabe.
Históricas solo es una fantasía pretenciosa, y una perversión semántica. Lo habitual entre esta gente. “Históricas” en este caso quiere decir, literal y muy extravagantemente, “con estatutos aprobados durante la II República”. Que tiene guasa, porque si solo llegaron a aprobarse esos tres, fue porque la república no duró más. La idea, expresa, era que cualquier región podía solicitar la autonomía, sin que la república dejara de ser integral o no federal. La tercera, la de Galicia, se aporbó en el último minuto, y nunca se llegó a aplicar. O sea que hay tres que ahora llaman “históricas”, y no -por ejemplo- diecisiete, por Franco. Y lo que proponen estos antifranquistas sedicentes, que son los que se suelen hinchar la boca con lo de “autonomías históricas”, es perpetuar la labor histórica de Franco. Cuya victoria militar redujo a tres las autonomías de la II República. He ahí todo el contenido de la expresión “autonomía histórica”. En todo su esplendor.
Aparte de continuar el efecto de Franco, solo puede haber otros dos motivos para la excepcionalidad administrativa de esas tres regiones concretas. O se trata de algo del tipo de idioma / cultura / etnia (un “fet diferencial”), o está relacionado con el deseo (por ejemplo de separarse).
El “fet diferencial”.
Una extravagante majadería. Porque supone que en España hay una especie de saco / amalgama donde no hay diferencias dignas de mención, y tres regiones muy diferentes de ese conjunto indiferenciado. Y podría ser. Pero en ese caso la propuesta debería de ser cuatro autonomías, y no tres. Por un problema de lógica como para niño de siete años. Si A es diferente de B, B es diferente de A. Si A, B y C son diferentes de D, y a su vez diferentes entre sí, no hay ninguna propiedad de la función “diferencia” que pueda señalar a D (o a cualquier otra) para ocupar un lugar especial de “no diferente”.
Al que no le guste la lógica se le puede explicar por política. ¿Por qué prodigio político los votantes de Galicia van a intervenir en la ley de caza y pesca de los ciudadanos de Castilla, y no al revés?
Ese oscuro objeto del deseo.
Que se sepa, los deseos cambian. Ya lo explicó Buñuel, cuando Ángela Molina no es y sí es Carole Bouquet. Si se trata de “derecho a decidir” (desear), ¿cuál sería el motivo para quedarse anclado en los deseos que dejó fosilizados la sublevación de Franco? ¿Un homenaje histórico, o algo así? Pero, ¿por qué no cualquier otro momento de la historia, y que le den por saco a Bildulandia?
No tiene sentido. Es un buen plan. Es perfecto “diluir” las autonomías. Donde supongo que diluir significa eliminar, abaratar, solo que disimulando. Pero si tiene que haber excepciones, no pueden ser tres, sino cuatro. Y si se trata del coñazo de las lenguas, entonces deberían de ser excepciones referidas exclusivamente a lo relacionado con las lenguas. Los pájaros y los peces que cazamos, todos hablan la misma.