Insoportable publicidad sexista (dice una monja)
Como ya están empezando a tocar un poco los cataplines, vamos a hacer un experimento. En la siguiente imagen se ven dos señoras. Viene de un vídeo de una noticia en Tele 5, y una de ellas está iniciando una acción en contra de lo que llama “publicidad sexista”, y la otra no. El difícil ejercicio para el lector es acertar cuál es cuál.
Que levante la mano quien halla fallado. ¿Nadie? ¿No ha fallado nadie? ¡Pues claro que no!
De momento, guardemos la idea de que en el experimento no ha fallado nadie, y sigamos con el argumento. Se usará al final.
El gran problema es que Cementos la Unión “utiliza a la mujer de una manera sexista” (vaya, que se nota que tiene sexo), y “no tiene nada que ver con el producto que se vende”. Exactamente igual que los anuncios de coches.
Y “no sólo es la imagen de la mujer (estupenda) sino los roles de la mujer y del hombre”, dice la asna de la fiscalía. Sí, esa que has acertado en la primera foto.
¿Roles? Parecería que le han puesto a la maciza en roles de “no empoderamiento”. Sumida, acoquinada, a expensas de hordas de machos salidos. De mujer florero. Lo acojonante es que han hecho exactamente lo contrario. Han cogido a la maci, y la han plantado en roles de morrosco de andamio.
O de jefe sobón.
O sea, unos roles ante los que cualquier feminista debería estar en pleno ataque de entusiasmo y aplauso. Pero a la Fiscalía de la Mujer lo que le ha provocado son unas ganas insoportables de presentar una denuncia. Como que la ha presentado. A pesar del ridículo.
A ver, pensemos en plan Marod. Esta gente de las leyes suele ser muy retorcida, y piensan en términos de “bien jurídico a proteger”. ¿Cuál sería en este caso? Por defecto, en las cosas de Aído suele tratarse de La Igual Da. Pero no puede ser de la igualdad de hombre y mujeres, porque precisamente lo que han hecho es convertir a una mujer en el hombre del que protestan. Más igualdad sería imposible. ¿Dónde está la desigualdad? Y entonces tenemos que volver inevitablemente al experimento. Si nadie se había equivocado era porque no había igualdad posible.
Nota: Por supuesto es metáfora, y nada personal. Ocurre que la mayor parte de la gente se parece más a la no-sexista que a la sexista. Y la sexista crea una obvia desigualdad con el resto de la manada.
Es como la LOGSE. Que ningún alumno sea ni más inteligente, ni más esforzado, ni con mejor resultado que otro. Pero llevado a la mujer, y al sexo.
Por ahora, que sólo son los primeros pasos, estamos contra las macis en la publicidad. El siguiente paso es la calle, por narices. Pasar de combatir la “publicidad sexista” a combatir la “mujer sexista”. Pero eso ya está inventado, y se llama burka. Eliminaría toda diferencia entre la mujer sexista y la fiscal anti-sexista. ¿A que no las puedes distinguir?
La única duda que había de que todo este rollo que se traen es un rollo frailuno, y medieval, era la parte del sexo. En lo demás ya estamos igual. No comas carne; no consumas; sé pobre y ten la energía cuanto más cara mejor; la industria y el desarrollo son pecado; la Pacha Mama y el Pacho Francis. Pero ahora han inventado el “sexismo”. Por si a algún despistado le quedaba alguna duda.
¡Que vienen los frailes! Y la monja.
Honremos a nuestro amigo Ferry, el adelantado.
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Fuente, Telecinco: