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La era de los imbéciles

Sabes que estás en la Era de los Imbéciles cuando un periódico como El País publica artículos como este. Clic.

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Y no puedes pensar que sea el país de los ignorantes, porque todo el mundo tiene unos estudios mínimos, y acceso a internet, y demasiada capacidad para informarse como para poder disculpar la chorrada descomunal que plantea el artículo de El País de los Imbéciles. Que es muy simple, como todos los cuentos para niños. Antes de la revolución neolítica el hombre era muy bestia y comía mucha carne. Pero llegada la era civilizada de las ciudades y prodigios, el hombre come básicamente no-carne. Salvo cuatro ricos y famosos, que son unos abusones y con su carne quitan espacio de comida para los demás.

Ese era el mundo ideal, hasta que llegó el pecado moderno.

Y así fue, durante diez mil años, hasta que, unas décadas atrás, las sociedades más ricas del planeta entraron en la Era de la Carne.
¿Y cuál es el pecado imaginario de la Era de la Carne? ¡Que es un lujo! Literalmente.
Consumir animales es un lujo: una forma tan clara de concentración de la riqueza. La carne acapara recursos que se podrían repartir
¿Qué es un imbécil? El que afirma algo extraordinario, porque "le sale"; sin comprobarlo. Por ejemplo, si estamos haciendo una actividad que concentra unos recursos que se podrían repartir, y es algo nuevo en la historia, eso implica que se tiene que notar una diferencia. Que se debe medir para poder largar la afirmación -se entiende- sin ser un imbécil. Tiene que haber más gente con menos comida de la que solía tener, por ese efecto de concentración que producen los abusones.  Y claro, nuestro héroe posmoderno de la Era de los Imbéciles no presenta ninguna medición, porque todas las que hay indican lo contrario de lo que propone su moralina barata de fraile medieval. Que a pesar de aumentar el número de gente, y de que se coma cada vez más carne, cada vez hay menos proporción de gente esacasa de recursos básicos. Esa ducha de realidad que los guarros mentales siempre evitan.

La misma comprobación, que no hace sobre la falsedad de su moralina en el presente, la podría hacer también hacia el pasado. La debería, más que podría. Aquí hay un resumen ligero, dedicado a Martín Caparros. Ese fenómeno.

Y aquí tiene una pintura sobre roca, de Tassili-n-Ajer (sur de Argelia), en la que los neolíticos no están contando ni gestionando lechugas, sino vacas. Época PPNB (Pre-Pottery Neolithic B) del enlace anterior. Ni a la imaginación más descontrolada de la Era de los Imbéciles se le puede ocurrir que esas vacas fueran para los ricos y famosos del poblado. Y es que la revolución neolítica, junto a la agricultura ... ¡también produjo ganadería! Fue una doble domesticación: plantas ... y animales.

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Tampoco sobraría que buscara ejemplos de sociedades anteriores al pecado moderno en las que hubiera una especial falta de ganadería. Vaya, de proteínas animales. El que le queda mas cerca de Argentina es Méjico. Y el resultado de la falta de carne animal que llevarse a la boca fue la creación de una auténtica industria de la carne humana (antropofagia) a través de la guerra. Que es fundamentalmente el motivo por el que Cortés y cuatro compañeros animosos pudieron conquistar el imperio mexica. Por una parte encontraron muchos aliados muy contentos de librarse de ser alimento (ganado) del imperio. Por otra parte, la industria de la antropofagia obligaba a los mexicas a un arte de guerra sumamente ineficaz: tenían que apresar a los enemigos vivos – para comérselos más tarde en la ciudad.

Siempre hemos comido carne, en la medida que podíamos. Y cuando no había, había problemas. Como en la imagen de arriba. Y si ahora estamos aumentando el consumo de carne se debe a que podemos. Seguramente es demasiado pedir que un Martín Caparrós comprenda que ese poder tiene una relación directa con el maldito capitalismo, y el no menos maldito desarrollo económico. Pero eso no debería ser problema. Nadie le dice a Caparrós que no coma paisaje. Como si baila la  conga; a los demás nos la sopla. Sin embargo, otra característiva de la Era de los Imbéciles es que los Caparrós se creen en el derecho de imponer sus moralinas a los demás. Y ahí es cuando empezamos a escribir entradas faltonas, como esta. Para que dejen de hinchar las pelotas. Los imbéciles.

Avisado queda:

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  • miWC 2015-11-01 10:46:32
    Pues hoy publican otro artículo de imbecilidad paranoica: La naturaleza humana contra la madre naturaleza MOISÉS NAÍM La adicción al consumo de carbono es tan difícil de romper como la dependencia del tabaco http://elpais.com/internacional/2015/10/31/actualidad/1446320730_773323.html
  • Francisco 2015-11-01 12:52:28
    Supongo que a un buen programador-lingüista le resultaría relativamente fácil crear un programa que, barajando los lugares comunes más inanes de la alarma climática, produzca día y noche artículos como el de Moisés Naím; uno de esos programas que te hacen variaciones sobre un tema musical trillándolo hasta el agotamiento. Digo esto porque, al leerlo, uno no tiene la impresión de estar leyendo a un ser humano con cerebro propio, sino a una especie de robot o periquito mecánico que simplemente produce sin parar su letanía. Es un artículo que cualquier imitador-parodista medianamente competente de la alarma climática podría escribir en 10 minutos. Me pregunto cuánto le habrá pagado El País por eso. Y el tipo habla de artículos "tendenciosos" financiados por fuerzas tenebrosas. Tendría que darse una vuelta por el tag "climate money" en el sitio de Jo Nova: http://joannenova.com.au/tag/climate-money/
  • Francisco 2015-11-01 04:44:37
    El País es un periódico dirigido por una clase cada vez más cutre a una audiencia que suponen (o desean) cada vez más imbécil. Espero que desaparezca pronto. Los organismos más guapos y molones no son ni los carnívoros ni los herbívoros, sino las margaritas en primavera.
  • Al 2015-11-01 01:32:55
    O sea, resumiendo, los borregos y las vacas son de izquierda, pacifistas y cooperativistas, y los lobos y los osos son de derechas, violentos y capitalistas insolidarios. Esto de llevar las ideas políticas hasta a la alimentación es de frenopático.
  • viejecita 2015-10-31 18:44:15
    Otro ejemplo de periodismo mal documentado , ( o bien documentado, pero al que por la razón que sea, no le interese decir la verdad sobre el tema del que perora ). Que, justamente, he leído recientemente el libro " Debt- Updated and expanded...." de de David Graeber, y en ese libro, Graeber explica como el sedentarismo y el cultivo de las tierras, frente al nomadismo, la transhumancia, la caza y el pastoreo de las épocas paleolíticas anteriores habían significado plagas, deficiencias alimenticias, esclavitud y deuda para las poblaciones que antes eran libres. – En cuanto a lo de la OMS, la carne, y la verdura : Harían bien en callarse esos de los ukases alimenticios anti-carne. Porque hay montones de personas, las que sufren de colitis ulcerativas, o Crohn, los que tienen trastornos intestinales de muy diversos tipos, entre otros, los asociados con el ámbito del Asperger, que, justamente, lo que no podemos permitirnos son los cereales ( sólo en ocasiones), los azúcares y edulcorantes, las verduras crudas, las ensaladas… Para todos ellos, para todos nosotros, justamente, lo aconsejable es la Dieta Paleolítica : básicamente proteínas animales : carne y pescado . Así que, en esa controversia , tengo clarísimo de qué lado estoy.
  • Haddock 2015-11-02 11:25:57
    Pues igual resulta que Martín Caparrós no es tan imbécil como parece o lo es para según qué cosas.  Eduardo Ferreyra ha dejado en mi muro un suculento comentario referido a este personaje donde expone que es un ex montonero reconvertido a escritor y que vive estupendamente como capitalista de criticar al capitalismo.  Pero hay un aspecto de su trayectoria personal que los medios progres en los que colabora procuran no destacar en demasía. Además de ser enemigo de Greenpigs y otros bichos ecolojetas, es, sobre todo, un escéptico del calentamiento global. Aunque, desde su particular punto de vista, todo el cuento no sería más que una pérfida manipulación del propio capitalismo para seguir manteniendo su poder sobre las masas. Más o menos es así como lo interpreto de sus propias palabras:  "....creo que la enorme atención que gobernantes y empresarios de los países más ricos le están dando al cambio climático se relaciona, sobre todo, con tres ventajas políticas y económicas que pueden obtener de esos temores: - retrasar la industrialización de las nuevas potencias emergentes y, así, mantener su hegemonía unas décadas más: -cambiar el modelo energético global para modificar ciertas relaciones geopolíticas, y para conseguir que nuevos actores se hagan fuertes en uno de los mayores mercados mundiales; -ganar fortunas con el mercado de bonos de carbón Y creo, por fin, que su mayor ganancia es ideológica: convencernos de que lo mejor es lo que ya tenemos, lo que estamos a punto de perder si no lo conservamos: que no hay nada tan peligroso como el cambio." Palabras extraídas de la reseña que hizo Antón Uriarte sobre su libro "Contra el cambio", publicado en 2010. http://antonuriarte.blogspot.com.es/2010/10/contra-el-cambio.html
    • plazaeme 2015-11-02 11:47:21
      Gracias, Haddock. Pero son dos cosas diferentes. Si el fenómeno este tuviera razón con lo del cambio climático, eso no haría que la chorrada de la carne deje de ser una chorrada. Aunque tampoco tiene razón en lo del calentamiento global. - ... creo que la enorme atención que gobernantes y empresarios de los países más ricos le están dando al cambio climático se relaciona, ... Falso. Los "países más ricos" no es un grupo homogéneo del que se puedan afirmar cosas como esa. A ese respecto, hay dos claros grupos de "países más ricos". El mundo "anglo" y la UE. En el mundo "anglo" (USA, Canadá, Australia, Reino Unido), no son "los gobernantes" ni "los empresarios" los promotores de la alarma, sino la izquierda -- normalmente no asociada con "los empresarios".
      • Haddock 2015-11-02 23:39:54
        Hombre Plaza, habrá que tratarlo con cierto cariño...no me negarás que un "negacionista progre" es una rara avis en peligro de extinción que hay que procurar conservar. No deben quedar muchos sueltos por ahí...😁