Los Fiscales Generales "no alarmistas" contraatacan con las mismas armas
Precioso. Una joya. Los europeos, en general, cuando piensan en USA se acuerdan de animales como Trump. Les hace sentirse satisfechos; superiores. Pero cuando se rasca un debate de los de allí, lo que se ve son órdenes de magnitud de mayor sutileza. Vaya, de cultura. Claro, es muy fácil pensar que USA es Trump, pero España no es el charnego separata. Así cualquiera se siente la leche.
Al grano.
El ataque. Los Fiscales Generales más progres sin frenos han lanzado estos meses pasados una campaña de acoso jurídico contra los “negacionistas”. Un “escrache jurídico” se podría decir. Los de 16 estados.
Usan una legislación pensada en su día contra el crimen organizado (la mafia). Con ella se puede pedir documentación a una organización, imagino que con menos disculpa que lo normal. Por ejemplo: Como se me ocurre que estáis minimizando los riesgos del calentamiento global, y con ello cometiendo un fraude al público y a vuestros inversores, dame todos tus documentos de los últimos 40 años que hagan referencia al cambio climátio -emails incluidos- para que yo pueda probar tu fraude. Tal cual es lo que le han reclamado a Exxon mediante una citación. Y Exxon ha demandado el asunto en un juzgado de Tejas, y se esta viendo el caso.
Y no sólo Exxon; el escrache lo están ampliando a think tanks y similares. El último fue el Center for Industrial Progress, de Alex Epstein. El filósofo que intenta -vanamente- enseñar a pensar con claridad a la senadora Boxer [–>]. No se lo ha tomado muy bien:
El contraataque. Los Fiscales Generales de 13 estados acaban de presentar un escrito dirigido a los 16 fiscales escrachadores. Recordándoles que el cuchillo que sirve para cortar carne de vaca, también sirve para cortar la carne de pollo. Y que si minimizar los efectos del cambio climático (opinión al fin) fuera un fraude, exactamente igual de fraude sería exagerarlos. Y que -por ejemplo- en la conferencia de prensa con la que los 16 cafres anunciaron su escrache, había gente como un socio principal de Kleiner Perkins Caufield & Byers asegurando que el Calentamiento Global Antropogénico es la causa de la invasión del Zika, las inundaciones de Louisiana y Arkansas, las tormenta Sandy y Hayan.
A huevo:
Puede haber alguna evidencia que lo soporte. Otra la puede refutar. Esas afirmaciones incrementan el valor de las inversiones en "energía limpia" que ofrece a la venta Kleiner Perkins? Justifican esas afirmaciones una investigación a todos los contribuyentes a las movidas ambientalistas de Kleiner Perkins’s? Deberían estas cuestiones resolverse en los tribunales, bajo la amenaza de cargos por las leyes anti-mafia?Parecen -y más que parecen- decir: ¿Queréis que juguemos todos a tocarnos las pelotas con leyes sacadas de su quicio? ¿Queréis que les pidamos a vuestros amigos su documentación de 40 años, a ver qué se puede inventar con ella?
Espectacular, porque los 16 fiscales cafres se han alineado claramente con un sector de la industria, contra su competencia.
Pero su sector favorecido, que no tiene un negocio si no fuera por un artificio mediático y político, sí ha recurrido a todo tipo de “conspiraciones” para exagerar el cambio climático. Y además están documentadas, como en el Climate Gate. Una cosa es que fueran exonerados por las lavanderías universitarias que organizaron. Pero, ¿cómo sonaría en un juicio por fraude organizado la correspondencia sobre el “truco para ocultar el declive”? ¿Y “redefinir el peer-review, si hiciera falta para mantener esos estudios (que no nos gustan) fuera del IPCC”? ¿Y “tener los revisores adecuados” para tumbar un estudio inconveniente? ¿Y amenazar a los periodistas de la cuerda con “dejarles sin noticias” si se salen del tiesto? ¿Y “hemos conseguido bajar el bump de temperaturas del mar en los años 40, pero seguimos teniendo el problema de las de tierra”? No voy a seguir, que no pararía en toda la noche. Como aperitivo, sobra.
En realidad esto que he citado del contraataque es la parte más llamativa. Pero el resto de argumentos, muchos, suman una lección imprescindible de democracia. Muy recomendable. El texto completo, y comentarios, en WUWT: