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Lo de regular los "mensajes de odio" en Twitter

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A través de anécdota más o menos curiosa (la mitad de los mensajes misóginos en Twitter vienen de mujeres), podemos ver la filosofía con la que quieren regular el problema los gestores de la red.

La solución de sentido común en las redes sociales sobre la publicación de comentarios sería no decir nunca algo que no le dirías a la otra persona a la cara, pero esta regla simple parece ser ignorada regularmente.
Yo no creo que lo de "a la cara" resuelva mucho la situación. O la defina. ¿Cuenta como "a la cara" lo que le dice la peña a los árbitros en los partidos de fútbol? No parece. ¿Cuenta como "a la cara" lo que le dice el marido farruco y fuera de sus casillas a su mujer, o viceversa? Tampoco parece. ¿O lo que se puede decir desde la ventanilla de un tren en marcha a los que estén en el andén? Tampoco. Parece que hay un problema; "a la cara" no tiene mucha especificación.

¿Se refieren a algo formal, como un debate académico? Seguro que tampoco; eso no tendría una avalancha de clientes. Y por otra parte, hay muuuchas cosas que uno diría (y dice) a la cara sin el menor problema, incluso en el más formal debate de cuerpo presente que se pueda imaginar, y que sin embargo hay gente en Twitter que no lo puede soportar.

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Acto seguido, el bloqueo. Para que no haya lugar a una respuesta, o un debate.

Así que lo de “a la cara” no resuelve nada, aun en la más teresiana de las circunstancias.  ¿Por qué no le iba a recordar a Hermann Tertsch, a la cara, que nunca está a favor de la transparencia cuando no le conviene a sus gustos o fobias particulares? ¿Cuál sería el problema?

En realidad se trata de un asunto moral, o de moralidad. Entendida como código de conducta. Y Twitter a ese respecto no es “una red social”, sino una de un tipo muy especial. Por su dinámica. No hace falta que dos usuarios se pongan de acuerdo en interactuar, como es por ejemplo Facebook – si no me equivoco. Le “sigues” y le “hablas” a otro sin su permiso previo. Y eso, a nivel global.

Una circunstancia completamente novedosa en la historia de la humanidad. Sí, es verdad que normalmente  interactuamos con otra gente sin permiso y sin conocernos. Por ejemplo en la calle, o en un bar. Pero la calle y el bar están dentro de una sociedad, que tiene sus códigos (todas tienen). Aún así hay bares de algunas zonas en los que hay mucha gente que no entraría. Pero sí sabe de antemano que no entraría. Vaya, que dentro de una sociedad, mal que bien, sabemos movernos y sabemos lo que se puede esperar. Y lo que otros pueden esperar de nosotros. Es lo que hace que sea una sociedad, y no un agregado amorfo de fulanos.

Pues bien, Twitter, por su propia dinámica, es una no-sociedad. Y yo creo que esa es buena parte de su gracia. También es un experimento formidable. Sus gestores tienen, que yo vea, dos soluciones. O convertirla en una sociedad con su código, eligiendo cualquiera de los muchos que hay; o dejar que siga el experimento. En el primer caso se trataría de implementar con contundencia una moralidad clara. Probablemente la idea de la moralidad que pueda tener, por ejemplo, Noam Chomsky. Y entonces, en vez de no decirle a Hermann Tertsch lo que no le dirías a la cara, se trataría de no decirle lo que no le diría Chomsky. Es un plan. También es un coñazo. Y a Tertsch no le serviría de nada. La alternativa, seguir con el experimento, es interesante. Twitter es interesante. De momento.


  • Az Tres 2016-08-15 14:56:08
    Es la misma estrategia de siempre, llamar a las cosas por otro nombre. En nombre de la supuesta defensa de “tus” derechos controlo (censuro, bloqueo, etc) a los trolls, a los cafres, y demás fauna propagadora del odio. Al final no es más que una vieja triquiñuela de dictadorzuelos: controlar lo que digas o acallarte. Pero lo curioso es que los modernos “facensores” suelen dejar hacer a su aire a los cafres con baja capacidad argumentativa, precisamente porque les viene bien que se evidencien con sus simplezas, eso incluso refuerza el mantra deseado. Los que resultan realmente peligrosos son los que argumentan o ponen en duda su mantra, a esos los fulminan. Ese sencillo golpe de click saca al dictador que llevamos dentro. Es paradójico, esta maravillosa herramienta de comunicación nos lo pone fácil todo, la comunicación, la incomunicación, y la censura… ¿Fomenta Internet la censura, o sólo nos evidencia? Saludos.
    • plazaeme 2016-08-15 16:28:48
      Hay otro pequeño detalle. Con razón o sin ella, le he llamado "experimento" a Twitter. Yo creo que lo es; en el sentido de nunca conocido, y en el sentido de no-sociedad. Y la característica de los experimentos es que pueden no salir; por eso son experimentos. Ahora recuerda que el hombre es un "animal social". Si estoy en lo cierto en lo de que Twitter es no-sociedad (puedo equivocarme), entonces podría ser que Twitter sea imposible como está concebido. O que ocurran cosas imprevisibles, buenas o malas. O que no haya ningún problema, que no hay mas que lo que se ve, y que mejor nos acostumbramos a los "mensajes de odio" y santas pascuas. La sociedad es la sociedad, y Twitter es el "Far West" También puede que yo esté sacando las cosas de quicio. Me ha pillado en un momento especial. El fin de semana he tenido una discusión formidable con unos chiflados USA, acerca de la moralidad y la "naturaleza del hombre. Y cuando *yo* digo discusión formidable supongo que ya te das cuenta del tipo de monstruo del que hablo. 😉 Resumiendo. Integristas católicos colgados de la brocha tomista y de Aristóteles. Muy muy leídos, pero muy muy colgados. Trataba de explicarles -sin éxito- que donde ellos ven "naturaleza del hombre" al ver alguna norma moral muy universal en las muy diferentes culturas, también puede ser que se trate de la "naturaleza" (la dinámica) de la sociedad. Sea esta humana, antropoide, o cualquiera en la que tengas animales de banda con muy desarrollada capacidad cognitiva (por ejemplo delfines). Al grano. Al ver el "tuit" de Pablo Malo se me ha ocurrido que Twitter podría ser un observatorio único de eso que llaman los tomistas la "naturaleza del hombre", que no NPI de lo que es. De la discusión lo que saqué es que es lo que ellos quieran que sea. Y además, inobservable. No por nada especial, sino porque no les gusta observar y se han fabricado un cuento que no se puede observar. Y he pensado, mira que si Twitter les jode la película porque hace inevitablemente observable el hombre sin la sociedad ... ¿Cuál sería la "naturaleza del hombre"? ¿Los cuatro raritos que intercambian ideas y argumentos razonablemente (o sea, piensan); o la enorme masa (eso dicen) que se dedica al insulto colectivo y la amenaza (o sea, cafres)? No creo que se ha notado todo lo que estaba pensando. :(
      • Az Tres 2016-08-15 19:37:51
        Interesante, pero buuff, la cosa se complica, planteas muchas cosas. En primer lugar me hubiera gustado ver esa discusión formidable, pintaba bien. Sobre el resto intentaré ir por partes. Sobre la cuestión “experimento-twiter=no-sociedad” no lo tengo claro, no uso twiter. Hablo de oídas. Supongo que es como otras redes pero con menos letras, algo del tipo “diga lo que quiera en X caracteres”, y no sé mucho más la verdad. Pero imagino que desde que inventamos la escritura y las paredes ya pudimos twitear mensajes clandestinos y subversivos del tipo “Romani ite domum”, o como decía Brian, “Romanes eunt domus”. Vaya, que no sé si es tan nuevo el experimento, el famoso autor llamado “anónimo” ;-) ya escribió un montón de cosas no-sociales a lo largo de la historia. En fin, que no sé de lo que va el experimento twiter. Sobre la cuestión “Naturaleza humana/sociedad” encontré en la antropología de Marvin Harris una respuesta que me gustó. O como diría Harris, una respuesta que resuelve mejor el mayor número de incógnitas. A saber (grosso modo): La cultura humana (incluidas sus normas sociales) es el resultado de la interacción del humano con la capacidad de sustentación del medio en el que vive, de tal forma que su cultura reflejará la base material de esa sociedad humana (una aldea de pescadores seguramente adorará al Dios Pez o a la Diosa del Mar). El humano perteneciente a esa sociedad no tiene necesariamente porqué comprender el mecanismo de creación de su cultura (ni sus normas sociales), de hecho puede creer en una explicación del tipo “mágica/religiosa” (punto de vista emic) sobre cuestiones puramente prácticas, como por ejemplo no comerse las vacas “sagradas” porque son necesarias para labores agrícolas (punto de vista etic). Para acabar, y tratando de unir temas, haré una analogía algo chusca y traída por los pelos, a ver que sale. Me imagino por un momento que las redes sociales son la base material de una sociedad, las posibilidades que ofrece ese medio (poder bloquear con un clik, o no poder, o darle a like, etc.) condicionan la cultura social de los intervinientes. Supongo que allá donde exista la posibilidad de censurar con un clic a los que no me gusten, existirán también muchos dictadorzuelos deseosos de darle al botón a la primera oportunidad que surja. ¿Quiere esto decir que donde no exista esa posibilidad tampoco existirán dictadores? No lo sé, lo que sé es que no podrán ejercer (creo), nada más. Saludos.
      • plazaeme 2016-08-15 20:30:30
        Yo creo que sólo es una cosa, pero totalmente especulativa. Pero antes te explico lo de Twitter. No es como FB, que necesitas que un fulano te dé su aprobación para ver lo que escribe, y él lo tuyo. Un etarra puede tropezarse con un tuit tuyo porque lo ha retuiteado alguien, puede decidir seguirte. Y tú le ves cada vez que contesta a un tuit tuyo, por ejemplo amenzándote. Y tu puedes bloquear. Pero puede abrir otra cuenta con el único objeto de repetir la jugada. Y así la jugada cuantas veces quieras, según lo enganchado que esté. Y a menudo se organizan en manada. He dicho "etarra" para entiendas rápido; hay de todos los colores. En FB, como controlas con quien interactuas, estás -digamos- con "los tuyos". O en mucha mayor medida. Y es altamente probable que con los tuyos compartas un código de conducta. La tesis (especulación). Definición. Una sociedad comparte un código de conducta razonablemente implementado (impuesto). Si no, no sería una sociedad; sería el Far West. Twitter no es una sociedad. Cada usuario tiene el código de su comunidad moral, pero interactúa con los de otras comunidades morales a los que no se aplica el código (son "el otro"). Aparte, lo de la imposición es teórico; no va muy allá. No es una situación frecuente. Cuando viajas, lo primero que haces es preguntar por lo relevante del código local que necesitas saber. Y cuando hay comunidades morales distintas en un mismo espacio, ocurre: A) Una es muy marginal, y de cara a fuera adopta el código de la mayoritaria (por la cuenta que le tiene). B) Ninguna es marginal. Tienden a separarse en sub-espacios por comunidad moral (ghettos). Este sería el caso de Facebook. Lo que no suele existir es: C) Alegre revoltijo de comunidades morales. Bueno, se puede decir que existe algo en Europa con la comunidad moral islam. No parece que funcione muy bien. Y eso es lo que creo que hay en Twitter. Nota: Dos españoles pueden ser de la misma comunidad moral en la calle. Suelen. Pero si son de tribus diferentes, en Twitter van a aplicar la moral tribu, y no la moral España. La propuesta: Twitter es un experimento de interacción masiva con códigos no compatibles. La pera. Igual es una chorrada. Es lo que tienen las especulaciones, que la mayor parte de las veces son chorradas. Pero hay que probar ...
      • Az Tres 2016-08-15 21:37:51
        Ok, creo que lo pillo. Me recuerda un poco a lo que hacíamos algunos en los tiempos de los foros de melodysoft. Cuando había gresca los moderadores ponían orden y se acabó el jaleo, pero los que querían seguir dándose leña sabían que podían ir a determinados foros abandonados (sin moderador) y liarse a tumba abierta. Era un poco el Far west, nadie iba a venir allí a poner orden, ni nadie podía bloquear a nadie. Pero no era tan público y famoso, como el Twiter, eso lo restringía a unos pocos, más bien era como el callejón clandestino al que acudían los que sabían a lo iban. Tenía su punto interesante. Por cierto, exabruptos aparte, aprendí mucho sobre los proetarras en esos callejones de Internet.