La entrada de la sexta extinción cabrea a un Jerónimo
Jerónimo
Bueno, la verdad es que es la primera (y última, no os preocupéis) que visito esta web. Aun así, me veo en la obligación moral y científica de escribir un comentario para, si aun no convencer a nadie, poder mostrar mi opinión en vuestra vana e insustancial web. Me gustaría poder, en tan solo unos minutos, lanzaros una avalancha de pruebas que demuestran el cambio climático, la extinción masiva de especies, la sobreexplotación de los océanos, la deforestación y la contaminación de la que el ser humano es responsable. Me gustaría, pero no quiero. Y no quiero, no porque (tal y como algunos seguramente afirmaran) no existan tales pruebas, y tan solo venga con cuentos chinos. No. No quiero porque la cantidad de información disponible en casi cualquier sitio donde alguien quiera buscar, es sencillamente abrumadora. Tampoco quiero porque no hay mas ciego que aquel que no quiere ver, ni mas sordo que aquel que no quiere escuchar. Es natural en el ser humano negar aquellas ideas desagradables que nos hagan evocar peligros o desastres que no podemos evitar. Y es cierto que, desgraciadamente, no hay demasiada esperanza para que podamos evitar algo que ni si quiera podemos ver, y que tan solo un puñado de científicos locos previenen, tal como un pobre profeta viejo y chalado se pone a gritar en medio de la calle qué el mundo se acaba. Los científicos hoy en día no gozan de mucha credibilidad. Quizá es el precio a pagar por una mayor especialización científica, demasiado compleja y tediosa para que llegue al ciudadano medio. En cambio, a vosotros, a aquellos que simplemente niegan la evidencia agarrándose a clavos ardiendo en forma de datos sin demostrar en su totalidad (normalmente por falta de financiación, o voluntad política), o que ridiculizáis estudios serios realizados por cientos de investigadores en todo el mundo (porque es evidente que un puñado de blogueros fracasados son mucho mas inteligentes que gente realmente preparada que gasta su tiempo y esfuerzo, e incluso su capital, en intentar concienciar a la gente que desgraciadamente se cree vuestras patrañas), o que simplemente convencéis con vuestra burla y vuestro humor de mal gusto, sobre problemas reales que están sucediendo hoy en día y ponen de manifiesto la profunda ignorancia en la que se haya sumida esta sociedad… a vosotros, a vosotros si os creen. A vosotros os siguen, como a lideres religiosos que prometen paz y seguridad a cambio de fe, que afirman que no hay que preocuparse por nada y que todo va maravillosamente. Es evidente que vuestro mensaje arraiga simplemente por el hecho de que desea ser escuchado. Desean que sea cierto.
Y mientras, vosotros, que discutís la posibilidad de crear nuevas especies solo para justificar que se extingan las que ya existen, seguís en vuestra nube azul, creyendo que sois los únicos cuerdos en un mundo de locos. No puedo expresar el desagrado que me produce ver a gente tan perdida, tan atascada en la creencia de que el ser humano, con su infinita sabiduría y conocimiento, se librará de todas y seguirá su marcha por el mundo sin ninguna consecuencia. Con la seguridad de un necio caminando a través de un campo de minas. Porque claro, evidentemente, nada puede salir mal. Llevamos demasiado dentro ese espíritu del siglo XX, donde los grandes avances científicos nos pusieron a nosotros de nuevo como centro del universo. La especie imparable. Indomable. Indestructible. Como el Titanic saliendo del puerto con el orgullo de un dios traído a la tierra.
Pero lo cierto es que no dejamos de ser un bicho que se ha salido de su papel, que se ha puesto a hacer trampas (en un contexto evolutivo) y que ha alterado profundamente el equilibrio con una intensidad sobrecogedora. Lo cierto es que la vida no acepta demasiado bien esos cambios de equilibrio, y que si los acepta lo hace a regañadientes, y con tiempo y esfuerzo. Lo cierto es que nos iremos a tomar viento (por no utilizar una expresión más adecuada) y que al final, el que ria el último será el que no entendió el chiste. A buen seguro que al menos se aprenderá algo de todo esto, si es que queda alguien para contarlo, pero al fin y al cabo la evolución no es más que esto ¿no? ensayo y error.
Lo más gracioso es que es más fácil tumbar una teoría que construirla, y aquellos que no tienen capacidad para lo segundo, se entretienen con lo primero. Total, siempre se le puede buscar tres pies al gato, y realizar criticas destructivas con la intención de inflar el ego de aquellos que, básicamente, no tienen ni triste idea. Entiendo el porqué se crean este tipo de webs, y el porqué la gente las lee y se las cree. Entiendo el porqué hemos llegado a este punto y porqué la gente hace oídos sordos a los datos que tienen frente a sus narices. Entiendo todo eso y lo critico con conocimiento de causa. Lo critico porque, independientemente de que no duermas bien por ser un fracasado, alguien que se nombre a si mismo científico debe buscar la verdad, independientemente de que no sea de tu agrado. Y, sobretodo, lo critico porque emanas ignorancia y arrogancia en cada palabra de tus comentarios, y es increíble como tanta gente pueda leerte y seguirte siendo tan mentiroso como eres, Plazaeme.
Y esto es simplemente un mensaje dirigido a ti, personal y directo. No tengo intención de seguir el juego, tan solo quiero que sepas al menos lo que piensa un servidor, y lo que piensa mucha gente que seguramente lee este blog y pasa de largo, por ser una tanda de idioteces (menos mal). Borrarlo, denúncialo, censúrame o haz con ello lo que quieras. Poco me importa.Saludos.
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Nota (pm). Nuestro amigo se ha puesto “Ánónimo” como apodo, pero yo prefiero llamarle Jerónimo.
Y tal vez convenga recordar la entrada que tanto cabrea a Jerónimo, en la que cuelga el comentario original [–>] elevado aquí a entrada.
La “sexta extinción” en su contexto (es un mito)
--Añadido para los comentarios (Jodeprinter).