Acabando la temporada de nieve, no parece que el famoso calentamiento le afecte
Ya habíamos visto que este año venía con más nieve que la media. Y lo confirmamos al final de la temporada. El gráfico de arriba, de Ministerio de Medio Ambiente de Canadá, es volumen. Mirando la superficie resulta menos espectacular, pero ha estado todo el año por encima de la media también, y con frecuencia por encima de una desviación estándar.
Pero podría tratarse de un año loco, excepcional, dentro de una pérdida general de nieve debido al Calentamiento Global Acojonante. Como todo el mundo espera y cree.
Examinemos esa idea. Con datos de la superficie de nieve mensual, y en anomalía, cortesía de la Universidad de Rutgers. Se añade en rojo una media móvil de 12 meses.
Parece haber como dos fases planas con un escalón. Y que este año sí está entre los de nieve abundante. La sorpresa es que desde 1983 (34 años) la superficie nevada es perfectamente inmune al achicharramiento global.
En realidad un calentamiento no tiene por qué significar necesariamente menos nieve, aunque esa sea la película barata que venden siempre. En una zona suficientemente fría, más calor puede producir más humedad, y más precipitación en forma de nieve. Y podría haber la misma superficie de nieve en el hemisferio norte, con cierto desplazamiento de la cubierta del sur al norte. Ni idea de si pasa; no he viso ningún dato. Pero tampoco sería un drama de “clima global”.
El rollo climático que se traen con la nieve es por el albedo; refleja los rayos del sol y no deja que se caliente el suelo. Menos superficie de nieve sería un mecanismo de amplificación del calentamiento, porque habría más cantidad de suelo recibiendo rayos del sol. Pero a la vista de los datos, eso no está ocurriendo.
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Datos
Environment Canada:
Rutgers University: