JKindergarten Rowling
El kindergarten es tierno y bien intencionado, ¿no es cierto? Nada más lejos de la maldad que el kindergarten, sostienen los eternos infantes. Y sin embargo actúan como si fueran más malos que la quina, a pesar de sus lágrimas de cocodrilo.
Aquí la escocesa famosa por sus libros para niños parece disculparse de una mala acción.
El asunto: Había puesto un trozo de un vídeo en el que Trump parecía ignorar a un niño que le reclamaba atención desde una silla de ruedas. Pero el vídeo sin tunear mostraba que Trump había empezado el acto atendiendo precisamente a ese niño, agachado junto a su silla de ruedas, y que era -de lejos- el que más atención había recibido del presidente.
Problemas: Rowling no le llama mala acción a su mala acción, porque la imagina motivada por su hermosa sensibilidad hacia la gente con impedimentos. No se disculpa por haber mentido y engañado al mundo, sino por haber podido herir la sensibilidad del niño o su familia – cosa que no ha ocurrido. Y no solo no se disculpa ante el público por haber intentado engañarle, sino que definitivamente no tiene ninguna disculpa que ofrecer a la persona a la que objetiva y directamente ha ofendido e insultado. Trump. Además, sus hermosos sentimientos hacia las sillas de ruedas puede que sean ciertos, pero lo que consta en su Twitter -aproximadamente todos los días- es su incontenible y desvergonzado odio a Trump. Así que es una apuesta inevitable pensar que también está mintiendo respecto a sus motivos. O al menos ocultando el principal de ellos. Vaya, un primor.
El caso ha sido bastante espectacular. La mentira palmaria no solo había producido una reacción formidable, incluso por parte de periodistas generalmente aliados, sino que la propia madre del niño había dejado las cosas más que claras.
Acojonante. La madre del niño deja bien claro que Trump no había desairado a su hijo ni ofendido a nadie, pero a JK Rowling la realidad no le importa una mierda y se disculpa por lo que no ha ocurrido. Es de suponer que tratando de disimular u olvidar el mal que sí ha hecho. En mi libro esta es la definición de una mala persona. Y la definición es independiente de todo lo buena que quiera imaginarse, o todo lo buena que proclame que ser.
Rowling ha borrado los “tuits” del oprobio. Son estos:
Mucho cuidadito con el kindergarten. Van de buenos, sensibles y lacrimógenos. Pero a menudo son como Rowling.