¿Acojonados por la DUI?
A estas alturas todo el mundo tiene clara la película. Y además la tienen por escrito, para que no haya dudas. Todo lo que han hecho calza a la perfección. No tienen la fuerza necesaria para una independencia, y necesitan montar el gran pollo para tener la esperanza de alcanzarla. Esperan dos efectos; por una parte un aumento de simpatizantes dentro de Cataluña, y por otra algún tipo de intervencion internacional.
La insuficiente simpatía interna ya la vimos con los resultados electorales. Una gran estabilidad desde 1999, con el voto separata por debajo del 50%.
Kiko Llaneras tiene un análisis muy completo en El País.
https://twitter.com/kikollan/status/923150445555707905
Lo de la intervención externa es obvio. Obligarles a mediar ante una violencia y cristo inadmisibles en Europa. Y en cuanto hay mediación internacional, ya tienes dos actores internacionales en plan de tú a tú.
Lo que hace falta ahora es que los pesados del “no es legal” se den cuenta de la importancia del “no es moral”. Donde lo “moral” no es lo que te parezca bien a ti, sino lo que circula en la sociedad. Y no tiene nada que ver el nivel de violencia admisible cuando una revuelta cafre está produciendo destrozos y poniendo en riesgo la seguridad pública, que cuando está en un local depositando papelitos en una supuesta urna. Los dos casos son “no es legal”, pero están en lados opuestos de la barrera en el departamento de “no es moral”. En el kindergarten no se ve inmoral lo de los papelitos. Punto. Lo que veas tú da igual. Y ya puede ser todo lo ilegal que quieras, que una sola porra es totalmente improcedente. En cambio, si cortan carreteras o detrozan los escaparates, no hay nadie en el kindergarten que no entienda un buen manguerazo a tiempo. Pero ojo, manguerazo; no puedes arriesgar la necesidad de disparar.
No es difícil. No es una cuestión de ley y soberbia, sino de guerra y estrategia. Pero una guerra rara; incruenta y posmoderna. Y si hay sangre, tiene que quedar muy muy claro que tú no has producido la primera. Que actúas, con contundencia si hace falta, para evitar más sangre. Para eso eres el fuerte y se te exige mayor templanza.
La DUI esa, a estas alturas tiene tres caminos.
- Payasada, y no hubo nada.
- Intentar paralizar el país con funcionarios rebeldes y cortes de carreteras.
- Provocar una reacción con muertos.
La tercera está en tus manos evitarla. La segunda jode sobre todo ... ¡a Cataluña! También a España entera, pero la parte que le toca al resto es el 20%. En vez del 100% que le toca a Cataluña. Si se ponen tontos, sabemos que va a ser caro. Pero será mucho más caro para los catalanes. Y para los no separatistas es menos caro aguantar que ceder. Especialmente para los no separatistas de Cataluña. Esa mitad de la población que lo llevaría muy crudo con una secesión. Lo que necesitas es que los perturbados lo entiendan cuanto antes. Idealmente, antes de empezar con la monada.Y cuanto antes ofrezcas estudiar una salida tipo Clarity Act, antes les quitas la fuerza moral. ¿Estudiar es pecado, señor “no es legal”? Pues resulta que el coste que va a tener ahora la gracia, probablemente muy caro, viene de considerar pecado estudiar una solución razonable que ya ha funcionado en un caso similar. No parece una gran estrategia.
Y luego tienes las cuestiones de largo plazo. Lo de la educación y todo eso. El caso más claro que se puede dar de marginazión, abuso, y odio, de minorías culturales o étnicas. Que para más cojones ni siquiera son minorías. No es el problema inmediato, pero es el paso que viene después de ganar la guerra a la rebelión posmoderna.
¿DUI? ¿Cuál de ellas? ¿La que sí, la que no, o la que ni sí ni no? ¡Anda ya!
Pero con calma; todo con calma. Los Jordis están detenidos, y ya nadie se acuerda de ellos. Y no pasó nada.
Ah, y queda ese “problema” que tanto preocupa. Un Puchi atrincherado en su sede, protegido por “escudos humanos”. ¿Y por qué va a ser un problema en lugar de una ventaja? Le cortas internet, y organizas visitas turísticas, con gradas y todo, para entretenimiento del orbe. Mira, mira; un soberano. Primo de Assange, e igualmente peón de Putin. Con orden de detención en Interpol. Para payasadas, el circo.