El aceite de oliva español está enamorado del cambio climático.
Digo yo que si hablamos con gran pasión de récords de temperatura, lo mismo podemos hablar de récords de producción aceite de oliva. Y con mayor motivo. El amable clima interglacial no le ha hecho daño a nadie; y el aceite de oliva es un vicio, aparte de una herramienta excelente para cocinar. ¡Celebremos! (Clic para la noticia en el Diario de Sevilla).
El ministerio da unos datos muy halagüeños. De producción, de ventas, de exportaciones; de todo. Pero con los números de los últimos cinco años. (Clic, etc.).
Pero para ver lo del amor por el cambio climático, cinco años son pocos. Así que nada como buscar una serie más larga. Por ejemplo, en InternationalOliveOil.org [–>]. Y sale el gráfico de hoy. La campaña no está completa. Faltan los números de abril y mayo. Y se le ha añadido a la cifra de esta campaña la media de esos meses en los últimos cuatro años. Probablemente será algo más, porque este año va por encima de esa media todos los meses. Y probablemente será récord, como dicen. O, como poco, empate con el récord anterior (2014).
¡Récord, récord, récord! ¡Y los tres mayores años son todos desde 2012. Y la década de mayor producción es -de lejos- la última. Más de un 30% por encima de la anterior. Ni el alarmismo del clima puede superar el optimismo del aceite.
Pero ahora vendrá el típico catastrofista climático diciendo que ese aumento de la producción no tiene por qué ser por el cambio del clima. ¡Pues claro, hombre! Exactamente lo mismo que las infinitas chorradas que decís que son por el cambio climático, no tienen por qué serlo. Y todos podemos jugar al mismo juego. A ver, ¿la temperatura te ha hecho algo malo? ¿Y la moderación del precio de ese aceite, que tanto te gusta, no te beneficia? ¡Pues eso! (Clic, etc.).
Por eso el aceite de oliva español está enamorado del cambio climático, y tú también.