El drama de la salud de la lengua
En el Twittergarten, la peña está muy excitada con un programa de TV3 de ayer. Iba sobre la salud del catalán, y se llamaba Llenguaferits. Que supongo que viene a ser algo así como lenguaheridos. La llantina, tan inevitable como insoportable, de la revolución de las sonrisas agresivas.
Están acojonados los pollos de TV3. Han descubierto que la cuestión ya no es solamente “la hostilidad del Estado Español”, o que el catalán sea oficial, sino el puto mundo que cambia. Los cachorros han dejado de consumir TV3, y así ya no les tienen pillados. Como pasa con los no cachorros, se entiende. Al parecer, las nuevas tecnologías son catalanófobas. ¡El catalán es marginal en internet! -asegura el alarmado presentador.
Netflix es más poderoso que el franquismo.Me convence. La apuesta es que el catalán va a quedar marginado al nicho del activismo, y al de las actividades oficiales. O sea, básicamente las multas y los pelmas. La gente normal no suele estar dispuesta a hacer grandes esfuerzos para conseguir lo que perfectamente puede suceder sin esfuerzo alguno. Salvo eso; los activistas. Los majaras que no tienen nada interesante que hacer.Todos los aspectos del día a día exigen un activismo; porque la alternativa es muy fácil, está ahí, y es muy cómoda.
Sí, es verdad que lo convierten en una cuestión moral, que pretende obligar a toda la sociedad. ¡Amamos el catalán! ¡Salvamos el catalán! Pero joé, también éramos todos muy católicos … y había colas en los prostíbulos. Es cierto que combatir una moral dominante resulta muy doloroso; pero no es menos verdad que es una herramienta tan vieja que estamos muy acostumbrados a digerirla. En vez de combatirla, disimulamos y vamos a lo nuestro. Como tontos.
Un ejemplo. En Europa, los países mas atascados con hacer política (e identitismo) basándose en el cristianismo y los “valores culturales”, son, precisamente, los ex-soviéticos. El grupo de Visegrado y esa gente. ¿Y todos esos años de marxismo impuesto, y toda la gente que rezaba -Marx, Marx, Marx? Coño, disimulaban. Lo mismo que aquí disimulan con el supuesto cuelgue que llevan con el catalán, el vascuence, o el vernáculo que se tercie. Pero una cosa es lo que se disimula, y otra lo que se hace. El prostíbulo. O esto:
Pero lo que más me ha llamado la atención de la movida del Twittergarten es la reacción de los resistentes al imperialismo étnico. Resumiendo, dicen que TV3 da una visión “apocalíptica”. Como que exageran con la mala salud del catalán. En vez de encogerse de hombros y decir: ¿y mi qué? ¿Acaso alguien se va a quedar sin lengua? ¿Tenemos un problema de escasez de lenguas, o algo así?
Entre todos los dramas imaginarios del mundo, probablemente no hay ninguno más idiota que preocuparse por la salud de las lenguas, o su eventual obsolescencia. ¡Que todas desaparecen, joder! Las lenguas son “herramientas kleenex”. Las creamos; las cambiamos; las destrozamos; las mejoramos; las fusionamos; y las tiramos a la basura. Y todo eso lo hacemos sin parar, y sin esfuerzo. Lo mismo que somos creadores inagotables de cuentos, también lo somos de su soporte: las lenguas. Nos puede faltar comida, si vienen mal dadas; pero no lenguas.
¡Pero es que yo quiero que gane mi lengua!
Ya, y yo quiero ligar con la vecina del tercero.
¿No lo saben esto los de la resistencia? ¿Por qué critican la versión "apocalíptica" de TV3, en vez de decir que se la suda? Yo creo que es por el truco que decíamos antes. El disimulo. Se vive mejor. Pero no hay más que sumar dos y dos. Si hay una alternativa que no exige "activismo", o sea, esfuerzo, agresividad y mala leche, y esa alternativa es cómoda y esta ahí, ¿usted que apuesta que va a pasar?Nota: los “tuits” son clicables.
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Añadido para la discusión (Marod):