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2008: ¿el año en que se joderá el "consenso climático"?

2008: ¿el año en que se joderá el “consenso climático”?

 

 

Nos envían desde Ice Cap:

 

Si el año 2007 fué el de Al Gore, con su peli y su nobel, 2008 puede ser el año en que se fostie el llamado consenso científico sobre el calentamiento global causado por el hombre.

Las priemras fisuras han aparecido en 2007. El destacado científico francés Claude Allegre le llamó granuja a Gore, y comparó a sus seguidores con fanáticos religiosos. John Coleman, meteorólogo y fundador del Wheater Channel dijo que el calentamiento global era el mayor el mayor chanchullo de la historia. Y mientras tanto, Al Gore seguía eludiendo cualquier invitación a discutir su teoría en público, y más de 400 científicos criticaban las afirmaciones de los al-goreros. Y aunque fueron silenciados durante la conferencia de Bali, los científicos que disienten del calentamiento global consiguieron al menos aparecer, aunque fuera mínimamente, en los medios.

Como dijo Richard Lindzen, profesor de ciencia atmosférica en el MIT, el miedo climático global tardará unos años en desaparecer, pero empezará a retroceder en cualquier momento. Y tiene pinta que 2008 puede ser ese punto de inflexión.

¿Nos atrevemos con deseos para el 2008? ¡Pues yo pido que contraten a Rubalcaba para capo el IPCC! O por lo menos portavoz.

No es broma. No estoy hablando de los 400 científicos de todo el mundo y sus publicaciones anti climáxicas, mencionadas en el informe del senador USA James Inhofe. Al final lo de consenso o no consenso es una chorrada, la ciencia no trata de consensos, sino de pruebas. Y tampoco hablo de las muchas pruebas que niegan la tesis al-gorera, como los paleo gráficos temperatura-CO2 que en realidad demuestran que el CO2 sigue a la temperatura. O de las no pocas ocasiones en las que constatamos que el CO2 sube, y la temperatura baja. O de que en el pasado reciente, en el pasado medio, y en el remoto, haya habido temperaturas absolutas, y aumentos relativos temperatura, superiores al os actuales. O de que el mar no está subiendo de nivel de forma desconocida o no habitual, y ni en Tuvalu o en las Maldivas, que tanto citan los al-goreros, tienen el menor problema por la subida de las aguas, que no hay.

No, veréis: si como parece muy probable, las temperaturas globales van a seguir estables o incluso tirando a bajar en los próximos años, va a ser gracioso ver a los funcionarios ONU contarle a la gente que eso es por culpa del calentamiento global. Y verles afirmar que aunque siguen sin encontrar la menor huella de efecto invernadero en la distribución de temperaturas de las capas atmosféricas, el efecto invernadero es una realidad muy real, y enormemente consensuada. La fantasía por consenso. No es una trola nada fácil. Al Gore es demasiado bastorro para eso; necesitan un Rubalcaba. ¡Pero ya!

Por decirlo de una manera simplificada: Los al-goreros, con Gore a la cabeza, predijeron que 2005 sería el año más caliente desde que se toman medidas. Se equivocaron de largo. Lo mismo dijeron en 2006 y 2007, con el mismísimo resultado. La pregunta es, ¿cuantos años más de no aumento de las temperaturas globales -y llevamos 8- han de transcurrir para que Al Gore, y la ONU, y el resto de la patulea, empiecen a considerar la posibilidad de haberse equivocado? Si nombran a Rubi, jamás caerán en esa tentación.

Y ya que estamos, permitidme un poco de futurología. Imaginad que en el próximo decenio haya una descenso de temperaturas globales como la que hubo en los años 50-60, o incluso un poco más. Es una hipótesis perfectamente verosímil, según los “locos” que opinan que la mayor influencia en la variación de las temperaturas de la tierra es el sol.

¿Que apostamos a que los al-goreros tiran por la borda la hipótesis efecto invernadero, pero, en vez de quedarse calladitos y tranquilos, empiezan a dar una enrorme vara con la hipótesis aerosoles y el enfriamiento antrópico global? Ya sabéis, la culpa del hombre, del desarrollo, de la riqueza. Pero lo mejor no es eso, sino que se puede apostar con gran certidumbre a que serán los mismos que hoy nos hablan de los horrores del calentamiento global, los que nos propongan grandes esfurzos e impuestos para combatir el enfriamiento global.

Sin ningún problema de conciencia. Porque aunque parecerá que defienden lo contrario de lo que defienden ahora, en realidad estarán defendiendo lo mismo. Nuestra culpa, por el pecado original.

Nada nuevo bajo el sol.

°¿°