El conflicto de los recogenueces.
Los nacionalistas vascos dicen que no son equidistantes. Y es verdad. Aunque pongan en los actos contra la violencia juntos a las víctimas y a los familiares de los verdugos, llevan 30 años contándonos, desde el gobierno, que hay una cosa muy mala que se llama “el conficto”. Del que la culpa la tiene mayormente el estado, y por supuesto Franco y la historia. Y todos somos víctimas de ese prodigioso conflicto: los que matan, obligados por el conflicto, y los que mueren, obligados por los que matan. Y tan respetables son los que matan como los que mueren. O aún más, porque los del bando de los que mueren lo podrían evitar facilmete por el simple expediente de plegarse a los deseos de los que matan, acabando así con “el conflicto”.
¿No veis que es muy fácil? Los que matan son los inocentes, y los que mueren, los culpables. ¿Os acordáis de Hitler? ¿Os suena? Pues eso mismo.