¿Qué pasa con Zimbabwe?
Bestia Mugabe, que perdió la primera ronda de las elecciones no está dispuesto a perder la segunda vuelta, el 27, y está tratando, y probablemente consiguiendo, acabar por la fuerza con la oposición. La cadena de bestialidades, detenciones y amenazas, tanto a los candidatos del partido MDC, favorito, parece no tener fin. Según denucian las organizaciones de ayuda humanitaria, a las que Mugabe está expulsando de Zimbabwe, los apaleamientos y torturas, y las amenazas de muerte a quien vote por la oposición se extienden por todo el país. La última denuncia viene de Humans Rights Watch, que en su útlima deunucia documeta numerosos casos de represión brutal por parte de los seguidores de Mugabe. Hay también otros informes terroríficos, por ejemplo este de UNICEF, y este de Peter Osborne para el The Mail on Sunday.
¿Donde están nuestros solidarios y combativos muchachos de la Alianza de Civilizaciones, que no dicen nada, ni mucho menos protestan? ¿Qué pasa, que la suerte de todo un país no tiene importancia si no se le puede echar la culpa a nuestros culpables favoritos? ¿Acaso resulta que Zimbabwe no es noticia porque no es una “noticia aleccionadora”? ¡Que se jodan los negros, si les jode un negro! La superioridad moral de la izquierda de “la alegría” y el identitismo, al parecer. Con Z. Porque claro, la oposición a Mugabe no son revolucionarios antioccidentales, ni una tribu identitaria, que van juntos matabeles y shonis. No, eso de Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), suena a democracia, y a libertad; esas cosas horribles. Ni maldito caso.
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