¿Pide Cayo Lara soberanías a la carta, o es peor? Que se moje.
Anda la peña muy alborotada por una declaración o cosa de un tipo llamado Cayo Lara, al parecer cargohabiente en Izquierda Unida. Le están llamando de todo.
¿Y por qué diablos no puede defender eso, si cree en ello? La cuestión es en qué se basa. Si es una tesis política general, universal, aplicable a cualquier caso, será algo limpio. Que no estés de acuerdo es completamente indiferente. Solo faltaba que todos tengamos que pensar lo mismo, o que alguien sea despreciable por pensar otra cosa, que es limpia. Y lo es. Lo de Lara tiene una lógica que él mismo explicita:"cuando una parte sustancial de la población de un territorio cuestiona el marco institucional existente y manifiesta su aspiración a la soberanía, en lógica democrática, es necesario establecer los mecanismos legales para conocer la voluntad de los ciudadanos y ciudadanas de ese territorio".
Resulta perfectamente impecable, además de perfectamente imbécil. Y la imbecilidad es parte de la condición humana. Una parte muy sustancial. Apabullantemente mayoritaria. Sobre todo cuando de política se trata.Aquí, en el planteamiento Cayo, solo hay un presunto problema. Parte de una preocupación, un problema que quiere arreglar. Lo que falta es ver si eso lo quiere arreglar siempre, o solo en un caso. Y esa es la diferencia entre limpio, y completamente guarro.
Su planteamiento lógico implica que si España es troceable, Cataluña o -cualquiera de los demás trozos de Expaña también lo serían, eventualmente. Si en cualquiera de sus territorios se cuestiona mayoritariamente la unidad del nuevo trozo. Así que si le preocupa que España sea legalmente troceable, y lo quiere llevar a cabo, es de esperar que también se preocupe porque las nuevas taifas sean troceables a su vez, y desde antes de nacer. Y lo tiene a huevo. Solo tiene que pedir que en ese arreglo que propone, tenga entre sus condiciones que lo que salga acepte también el principio de troceabilidad - que para mayor comodidad llamaremos “soberanías a la carta”.
Que tiene que pedir la extensión de ese principio hacia abajo es evidente. Si ahora tenemos el pollo que tenemos, por no habernos dado cuenta antes de su solución, lo decente es dejarlo claro antes de ponerse a hacer los nuevos trozos. Más que nada, para no repetir los sinsabores que hemos pasado nosotros. Es de cajón.
De momento no lo ha pedido, y llama la atención. Si le preocupa, debería de haberse dado cuenta. Solo parece haber tres posibles explicaciones.
1. Cayo Lara es tonto, y no se ha dado cuenta de a dónde conduce su planteamiento.
2. Cayo Lara no tiene un pelo de tonto, ni de despistado. Pero es un canalla, porque está engañando a su tropa con una apariencia de racionalidad que no está dispuesto a llevar adelante, más que para un propósito u ocasión.
3. Cayo Lara es un pelotudo angelical, y algo distraído. Por eso se ha olvidado explicar que la soberanía a la carta sigue funcionando en los nuevos chiringuitos. Hasta el infinito. Cuando una parte sustancial de la población de un territorio, etc. Pero lo va a corregir de inmediato, en cuanto se entere por Twitter del pequeño despiste. Seguro que a partir de ahora va a pedir que el asunto quede bien claro en el apaño que va a intentar.
Nota / añadido:Hay subnis (o jetas) que se han quedado colgados de la frase “derecho a decidir”. Una frase sin sentido, tal como la usan. Porque el derecho a decidir es al mismo tiempo un no-derecho a decidir. Por ejemplo, si ese pides ese derecho para -pongamos- la Comunidad Autónoma Vasca, al mismo tiempo se lo estás negando a los españoles y a los vizcaínos. Y resulta un poco imbécil (o caradura) llamar “derecho a decidir” a algo que es tanto un derecho a decidir como un no-derecho a decidir - depende de para quien.
¿Qué pensaran estos cenutrios que quiere decir "primordial"? Da igual.
Ese es precisamente el charco que ha evitado Cayo Lara con su planteamiento. Pero para eso se ha tenido que meter en otro, que es lo que me gustaría que explique.