Grafitos "extraordinarios" en Veleia, cui bono?
Al hacía una pregunta obvia sobre el asunto de los hallazgos de Iruña-Veleia [–>]:
y otra, ¿hay contaminación política en el asunto?…(lo contrario sería de extrañar en este país vascoespañol).
Yo creo que sería de extrañar en este país español, a secas. Aunque por aquí tenemos aun más entusiasmo, eso es verdad.Sigo sin tener ni idea. Una vez leí, no recuerdo dónde, a unos de los que afirman que esos grafitos son falsos, definiendo a los que defienden su autenticidad como “el sector místico de la izquierda aberchale”. No entiendo la expresión, aunque Al sí.
He seguido el asunto en el blog de Ama Ata [–>], incluso tratando de mantener al día una lista de los problemas de los grafitos, y sus posibles explicaciones [–>]. Y aunque hay intervinientes a los que sí se les nota un sesgo y unas ganas políticas grandes, ciertamente son los menos. Y de la mayoría, sencillamente no sabría decir. Se interesan solo por el caso Veleia. Como debe ser.
¿Y los que atacan furibundos a las piezas, empeñados en que tienen que se falsas? Es obvio que la ortodoxia nacionalista vasca está en ese plan. Podría ser simplemente que eso es lo que piensan, y lo dicen. Pero la virulencia y la unanimidad que gastan hacen raro. Por otra parte también la hay fuera del País Vasco, y entonces no dice nada sobre el nacionalismo.
En principio, la sorpresa Veleia, de ser cierta, debería ser del agrado de los hijos de Arana. Vascuence en Veleia, ciudad caristia, junto al latín. Se carga la idea de la vasconización tardía [–>], y los caristios serían vasco-parlantes, en lugar de celtas. O sea, se quitarían de encima una tesis histórica que tiene bastante fundamento. Y el estigma de una raza / etnia inadecuada en el PV. ¿Por qué, entonces, no dejan margen para la duda, y combaten a muerte los hallazgos?
No pretendo haber averiguado la razón. Pero si he descubierto una posible razón, que han podido tener en cuenta. O no. Viene de un trabajo interesantísimo y completísimo de Alicia Satué:
Uno de los "problemas" de las piezas es que aparecen detalles de castellano en medio del latín. No voy a entrar en detalles, recomiendo el trabajo de Satué. Pero, a modo de ejemplo:Así en lugar de Varro, Aesculapius, Bacchus, Morpheus, Phoebus, Anchises o Aeneas, por ejemplo, aparecen las formas romances correspondientes: Varron, Esculapio, Baco, Febo, Anquises y Eneas. Considerados los textos desde el castellano estos listados no plantean ningún problema, mientras que desde el latín no tienen ninguna lógicaPero para Satué:
Y vemos que el latín veleyense no responde efectivamente a las características propias del latín clásico literario, pero que sí podría hacerlo al que se hablaba (y / o al que se escribía en contextos domésticos) dado que, al igual que los grafitos de Pompeya, tal tipo de epigrafía transcribe el habla popular.
A mi me parece muy a tener en cuenta esta tesis. Y la obra es muy recomendable para quien quiera tener una buena panorámica del asunto Veleia. Panorámica de parte; pero es que no creo que exista panorámica de no-parte, y la versión oficial ya la hemos visto en todos los periódicos.
En todo caso, respecto al cui bono, esta disyuntiva castellano / latín vulgar, y falsificación / no-falsificación, se las trae. Porque, es cierto, vemos vascuence en época anterior a una supuesta "vasconización tardía" en pleno solar de la tierra sagrada. Aunque junto a patronímicos de aspecto celta. Pero no podemos aceptar la veracidad de ese vascuence, si al mismo tiempo no aceptamos un castellano formándose y usándose, y mucho más que el vascuence, ¡horror!, en pleno solar de la misma tierra sagrada. Romanos, celtas y pre-castellanos, en la más obscena y promiscua degradación de la pureza de la etnia. Imaginemos, ¿qué lengua nos puede ser más "propia" que aquella que hemos creado nosotros mismos, y en plena vista de la historia? Alguien podría argüir que el vascuence vendrá de Aquitania, de Navarra pirenaica, o de donde sea; pero que lo "nuestro - nuestro" es lo que ahora vemos que se creó (también) a 11 kilómetros de Vitoria.
¿No resulta verosímil que para quien haya intuido esa disyuntiva, y sea nacionalista vasco, resulte más acomodable la ya vieja discusión de la vasconización tardía, que la certeza del más odiado romance naciendo en la sagrada tierra del padre? ¿Y todo ese revoltijo de etnias y lenguas, eh?
No le demos importancia a un juego. Yo dudé de la falsedad de los hallazgos de Vitoria, a pesar de pensar que favorecían a las políticas del nacionalismo. La imposición del vascuence, la invención de una nación innecesaria e inapetecible, y todo eso. Ahora no voy a creer más en ellos porque vea la posibilidad de una utilidad política, y de chinchar a los nacionatas. Pero me ha parecido que este quiebro podía despertar curiosidad. Al menos, de Al, que preguntaba.