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El Calendari está de los nervios, y ZP como si nada.

Sigue Iberrinche insistiendo con su canción del referendum, empeñado en celebrarlo en esta legislatura. Lo que será preocupante, pero cabe dentro de lo normal que un dirigente nacionalista vasco iluminado presente locuras y quiera llevarlas a cabo.

No, lo preocupante es lo del gobierno cantamañanas de Madrid, que no tiene nada que decir al respecto, salvo que “está tasado en la Constitución”, o sea, que muy bien. Tampoco tienen nada que comentar al argumento del Calendari de que “el futuro de este pueblo y de este país no se va a decidir en Madrid”. Interesante. El PSOE no va a hacer nada para defender nuestro “ambito decisión”, España, y por tanto a los españoles. España no existe para el PSOE, al menos una España con capacidad para decidir su futuro.

Tampoco van a hacer nada para tratar de evitar trampas en ese referendum que al parecer les gusta. Porque no les preocupa, por ejemplo, la pregunta, para en su caso forzar ellos una pregunta menos tramposa. No hace falta ser un experto en iluminados vascos para saber que la pregunta no va a ser llana y directa, sino sibilina. Algo del tipo: tener derecho de determinar nuestro futuro. Y claro, ¿quien es el guapo que contesta que no a eso?

Pero ZP, que no tiene nada que alegar a que los vascos dejemos de ser españoles, tampoco se le pasa por la cabeza plantear un contrareferendum, algo del tipo separarse de España, sí o no. Pregunta que tendría según todas las encuestas que conocemos una respuesta desfavorable a los nazionalistas, y que tiene al menos la decencia de ser sincera. Pues no, eso tampoco le va a preocupar al flautista.

Y mucho menos le va a preocupar ninguna de las contradicciones de base del planteamiento separatista. Por ejemplo preocuparse por que si se acepta que cada subgrupo puede separase a voluntad, o a decidir sobre ello, pues entonces que también tengamos los vizcainos, por ejemplo, capacidad para “decidir nuestro futuro”. Después de todo somos una unidad política tan antigua como se pueda imaginar, tenemos nuestra “lengua propia” distinta de la del resto de la comunidad autónoma, el vascuence vizcaino con el que los nacionalistas están acabando, y todos los derechos históricos y colectivos que el monaguillo de Llodio nos quiere negar.

Pues no. ZP nunca tiene problemas con ninguna tesis nacionalista. El sonríe, y nos cuenta que tiene “talante”.