Inventarse una nación de mierda. O el cambiazo.

Ahora resulta que prohiben en la eusco-visión (ETB) la presencia de los Reyes Magos, que son sustituídos por ese personaje paleto pedestre llamado Olentzaro, o algo así. Otra vuelta de tuerca a la “nuestridad” inventada, que nos hará llegar a ser vascos de puturrú en cualquier malhadado futuro.

Ejemplar metáfora de la invención de Vasquilandia. A una tradición internacional, originada en Italia, culta, según la cual los regalos para los niños vienen del Oriente misterioso, y a lomos de exóticos camellos montados por reyes sabios de todas las razas, le dan el cambiazo por una tradicioncita de ámbito hiperlocal, cuatro aldeas, por la que los regalos los trae un carbonero zafio y zarrapastroso; asocial, tonto y borrachín. Una gloria vasca. ¡Menudo negocio el tal cambiazo!

La foto viene de abarka.free.fr/ carnavals/carnavals.php

En eso han convertido "lo nuestro". Aquello que cualquiera puede ser, con tal que sea lo suficientemente bestia y, eso sí, hable vascuence. Prodigio de nación que van a crear. Los indios de las praderas al menos tenían que ser valientes y cazar con gran pericia los búfalos. Ni a indios llegamos, que nuestros "héroes" pegan los tiros por la espalda, y toda la habilidad que se nos pide es comer y beber con desmesura. Ninguna nación etnocéntrica tiene el menor interés, pero esta Vasquilandia basta y recién inventada, menos que ninguna.

Menos mal que combaten el AVE desde las Herriko Cavernas. No sea que nos vean nuestros vecinos, y nos de vergüenza.