EpC para ZP. Magdi Allam.
Clase práctica de Educación para la Ciudadanía, dedicada a ZP en particular y al PZOE en general.
En este momento de tribulación económica, a los italianos les ha caído un nuevo gasto inesperado: la protección de la vida de Magdi Allam, subdirector del Corriere de la Sera, nacido en Egipto, que acaba de cambiar de religión y se ha hecho católico, abandonando el islam. En realidad la novedad no es la totalidad del gasto que supone la protección de su vida, puesto que ya estaba amenazado como “musulmán moderado”. La diferencia es que el gasto ahora será mayor, porque la amenaza es mayor. Al parecer, no es unánime la opinión de que la “moderación” deba de castigarse con la muerte, pero todas las escuelas jurídicas relevantes del islam defienden que la apostasía ha de ser castigada con la ejecución.
Nos lo explica con estremecedora claridad el Dr. Yusuf Al-Qaradawi, en su artículo Apostasía –>:
Los musulmanes deben resistir con firmeza la apostasía individual antes de que se intensifique y se convierta en en apostasía colectiva.
Es por eso que los juristas musulmanes son unánimes respecto a que la apostasía debe ser castigada, aunque difieren respecto al castigo que debe proporcionarse. Sin embargo la mayoría, incluyendo las cuatro escuelas principales de jurisprudencia (Hanafi, Maliki, Shafi`i, y Hanbali) así como las cuatro escuelas chiítas (Az-Zaidiyyah, Al-Ithna-`ashriyyah, Al-Ja`fariyyah, y Az-Zaheriyyah) coinciden en que los apóstatas deben de ser ejecutados.
Por ejemplo, Ibn `Abbas cita al profeta (la paz y la gloria sean con él): "Si alguien cambia de religión, mátalo".
Nótese que todo esto no viene de un oscuro texto medieval. Viene de la web IslamOnline, y al-Qaradawi es un conocido profesor egipcio con un programa muy popular en la la televisión al Jazeera donde expone sus opiniones y sus edictos (fatwas), además de habler publicado una cincuentena de libros. En general se le considera un conservador moderado que intenta adaptar los ideales de vida islámicos con los de la sociedad moderna. Pero no todo el mundo está de acuerdo con esta consideración, porque hay quien piensa que su rechazo de los derechos humanos y de los fundamentos de la democracia, así como su defensa de los terroristas suicidas palestinos, no le hacen merecedor del término "moderado", ni del de conciliador con la vida moderna.Pues eso, que si se contagiara el ejemplo de Magdi Allam, que también era un “musulmán moderado” pero ha llegado al convencimiento de que la moderación musulmana es imposible, el gasto público en protección de ex-musulmanes podría llegar a ser insoportable. Y por eso nuestro gobierno de la Alianza de Civilizaciones está contemplando con mucho interés la posibildad de prohibir legalmente la apostasía de mahometanos, y conseguir con ello dos objetivos. Defender una identidad, mision principal de la democracia según ZP le explicó tan campanudamente a Rosa Díez en el parlamento, y ahorrarse un pastón. ¿No es genial?
Por cierto, observando los indudables paralelismos de la intransigencia y “dureza” de la postura de Magdi Allam, el apóstata, con la de por ejemplo María San Gil, ¿no se podría también prohibir legalmente la “apostasía euskérica”, por los mismos dos objetivos?