Preguntas a Maria Teresa Campos

Parece que hay una tele-tía, que responde por Maria Teresa Campos, que está metiendo caña con el 11-M. Dicen que periodista, pero en realidad indistinguible de la foca común, el otro día le sometió a una encerrona al presidente de la AVT. - ¿Y usted que dice, que fue la ETA o qué? Y en ese plan. Y después utilizó las respuestas, torciéndolas, para hacer risas en otra entrevista con el Gran Bermejo. ¡Que gracia! Qué idiotas son, y que poco servicio le hacen a las víctimas, los que dicen que no se sabe lo que hay que saber del 11-M. Los que no están encantados con el resultado del juicio. Y claro, como dicen que se sabe todo y está resuelto, ya no tienen que molestarse en explicar qué es lo que se sabe.

Pues no quedará más remedio que seguir insistiendo en las preguntas hasta que se les caiga la cara de vergüenza. ¿Serían tan amables los que tantas risas hacen, de contestarnos a las preguntas básicas de la resolución de un crimen? Quien, como y por qué. Con nombres, si no es demasiada molestia. ¿Quien puso las 13 bombas? ¿Están en la cárcel, o muertos? ¿Cuantos? ¿Cuantos están libres? ¿Quien pensó en el atentado? ¿Quien lo decidió? ¿Quien lo preparó? ¿Quien reclutó a los asesinos? ¿Como lo llevaron a cabo? ¿Que pretendían?

Porque resulta que según Bermejo y Campos, el buen servicio a las víctimas es reirse de las víctimas que siguen haciendo esas preguntas. ¿Las pueden contestar ellos? Pues que las contesten, por favor, en vez de decir que se sabe todo, sin explicar qué es lo que saben.

¡Ah, sí! Un atentado islamista por culpa de la guerra de Irak. Entonces, cualquier bomba / asesinato en el País Vasco será un atentado vasquista, y ya no nos preocupamos de cuantos de los autores / organizadores acaban en la cárcel, porque ya sabemos lo que hay que saber. ¿Esa es la idea? ¿Es esa una ejemplar respuesta del estado de derecho?

¿Se les habrá ocurrido a los mamporreros satisfechos, pensar que de trece bombas, 13, solo hay un condenado por poner una bomba? Y que toda la prodigiosa explicación del atentado consiste en decir que de los siete suicidados en Leganés, al menos alguno debió participar también? Estadísticamente no muchos de ellos, porque el único superviviente de Leganés, según el Supremo, no se puede asegurar que pusiera bomba. Así que, ¿cuantos asesinos han quedado libres? ¿6? ¿7? ¿10? Ni la Campos ni el Bermejo lo pueden decir. Lo único que pueden decir, y dicen, es que … ¡maricón el que pregunte! Y están muy orgullosos. Los dos.