A solas con Soraya II
–
Mira Soraya, guapa. Cuando vuelvas a tener el irrefrenable impulso de levantarte las faldas para enseñar las piernas, se hace así. Como la chorva de la izquierda; con los zapatos puestos. Sobre todo si vas vestida de noche. Porque si no, no se sabe si vas en camisón, o si estás como una cabra.
Y luego, claro, se puede considerar la conveniencia de que quien se largue a enseñar piernas … tenga piernas.
Mira. ¿Ves la diferencia?