Por cierto, Patxi ... presidente.
Quieres ser Lehendakari, Kalehendari, o como sea; pero no deberías. Deberías, ahora que vas a tener mando en plaza, entender esa diferencia que trata de explicaros Savater (y Rosa Díez) entre un país normal, y uno normalizado. Y un país normal de nuestra época y entorno, jamás tendría un “Lehendakari”, que, como señala Juaristi …
es un término calcado sobre los vocablos fascistas de los años treinta que se referían al caudillaje de masas, como Führer, Duce, Conducator y, por supuesto, Caudillo, de los que es estrictamente sinónimo.[Nota añadida: en los comentarios (ver abajo) hay una explicación de que esta interpretación de Juaristi no se sostiene.]
No, Patxi. En un país normal, y no “normalizado”, tú querrías ser presidente del Gobierno Vasco, y no Caudillo de una quimera milenaria recién inventada. Y en un páis normal, tú querrías ser don Francisco López, presidente, socialista, y a mucha honra.
¿Podríamos ir olvidando, poco a poco, esa payasada de mal gusto y de reminiscencias fascistas de "Patxi Lehendakari"? Habrá a quien eso de "Lehendakari" le suene como una especie de divertida extravagancia aborigen. Pero su origen y espíritu es bien claro, y los recuerdos que trae, nada buenos. Es mejor dejarles el caudillismo a los locos de los siete mil años, y tratar de ser un poco más normales. Es mejor dejar de hacer el indio, que no está el horno para bollos.