Steig et al falsado. La Antártida no se calienta.
Os pongo en antecedentes / traigo a la memoria el caso. En enero pasado salió la revista Nature con una portada muy convenientemente alarmista.
Calentamiento Antártico. Las reconstrucciones climáticas llegan al interior del continente.
[caption id="" align="aligncenter" width="150" caption="Portada de Nature (pinchar para ampliar)"][/caption]Ya comentamos que había que tener un poco de paciencia. Que esas “reconstrucciones” de la trinca climática solían tener sus más y sus menos. “The Team”, como se conoce a la tropa de Michael Mann en el mundillo de los estadísticos contestatarios. Uno docena escasa de científicos, todos amigos, todos publicando juntos, y revisándose los unos a los otros los trabajos en las revistas “peer rewiev”. Muy conocidos desde la larga y famosa historia del “palo de hockey” y sus varias versiones, que todavía tienen el morro de pretender defender, a pesar del tremendo descrédito que le ha caido encima.
Todos estos meses ha habido un grupo de estadísticos (*), del mundo de la empresa privada -no de la universidad-, que han estado trabajando sobre esa historia del calentamiento de la Antártida. Tratando de reproducir el trabajo, sus resultados. Cosa que debería de ser fácil. La primera característica exigible a cualquier trabajo científico es su verificabilidad, la posibilidad de reproducirlo para contrastar los resultados. Menos en la ciencia climática de “The Team”, que se rige por otros cánones. La “concienciación”, por ejemplo.
El caso es que la tropa “escéptica” no ha parado en todo este tiempo de reclamar a Steig, y a Nature, los datos y una descripción de la técnica estadística empleada (el código). A trancas y barrancas consiguieron los puros datos, pero nunca el código que usaron. Encima con chulerías por parte de “The Team”, que les invitaban a asistir a sus cursos en la universidad para que aprendieran lo necesario. Así que los que querían reproducir el trabajo no han tenido más remedio que lanzarse a una especia de ingeniería inversa, para saber como diablos funcionaba lo de Steig et al 2009.
El resumen más fácil es el dibujo que sigue. Son distintos resultados, con los mismos datos, variando solo la técnica estadística. Eligiendo distintos valores para el número de PCs (principal components) y para regpar. Y demuestran que Steig et al eligen de una forma completamente arbitraria e injustificada los valores para PC y regpar. Pero que con otros valores, mucho más justificados estadísticamente, la cosa cambia por completo.
Lor rojos significan calentamiento, los azules enfriamiento. (Se puede pinchar para ampliar)
[caption id=“attachment_4284” align=“aligncenter” width=“245” caption=“virgerías estadísticas”][/caption]
Y el resumen, muy prudente, de Ryan O en WUWT, es:
Contando todo (según esos datos poco fiables [–>]) la Antártida se ha calentado desde 1957 a 2006. No debatimos ese punto. Sin embargo, fuera de la península, el calentamiento no es estadísticamente significativo.
La diferencia importante es la localización y la magnitud del calentamiento. El trabajo de Steig tiene el calentamiento concentrado en la Plataforma de Ross, y el calentamiento del continente es la mitad del reportado por Steig (0,12ºC / década contra 0,06ºC / década)
Además Steig saca un caletamiento del continente entero entre 1967 y 2006. Nuestro análisis muestra que la mayor parte del contiente se ha enfriado entre 1967 y 2006. Teniendo en cuenta que el período que los 1940s fueron significativamente más calientes en la Antártida que 1957 (el período 1957 - 1960 fue inusualmente frío allí), centrarse en 1957 puede dar una línea de tendencia de temperaturas desviada.
El famoso dibujo de la portada de Nature, de la tendencia de temperatura de la Antártida para el período “chungo” 1957 - 2006, comparado con su versión corregida, sería este:
[caption id=“attachment_4289” align=“aligncenter” width=“500” caption=“la seriedad (izq) y la gimnasia (dcha)”][/caption]
Total, que lo que se venía pensando hasta Steig et al 2009 sigue siendo válido. Siempre podrás elegir dos extremos convenientes en la línea de tendencia, para concluir lo que te guste. Y no digamos nada de lo que se puede conseguir con la gimnasia estadística practicada por cierto equipo climático. Se puede concluir que la Antártida se calienta, que se enfría, o que baila la conga. Pero, mal que les pese a los alarmistas, la Antártida no se está calentando, sino enfriando. Lo que coincide con lo que sabemos por los satélites desde que empezaron en 1979. Y por lo que sabemos respecto a que en la Antártida la banquisa crece, y no disminuye.
Fuente: WUWT –>.
(*) Nota: No he mencionado nombres de los estadísticos contestatarios hasta ahora, porque creo que ha sido mucho una labor de equipo. Pero el autor del último trabajo que estamos relatando es Ryan O, y lo ha publicado en The Air Vent, en este artículo:
Con una secuela de Jeff Id en este otro artículo: Y este es el cuento.