Los alarmistas climáticos se confiesan: la religión es la solución.
Post invitado de (léase robado a ) Luboš Motl
--Religions unite against global warming
--AFP y Space Daily, entre otros, nos informan sobre el encuentro de nueve de las religiones más importantes en el castillo de Windosr.
El jefe de la ONU, Ban Ki-moon, que se cosidera superior a aproximadamente los 9 dioses principales que van a ser instruídos por él sobre qué rezar acerca de la pseudociencia del calentamiento global a sus a menudo descerebradas ovejas, presentará el evento bajo el lema “El Compromiso de la Fe con el planeta vivo”.
Windsor2009.ORG (sitio web)
Los defensores de la lucha contra el cambio climático se han dado cuenta que su ideología no encaja muy bien con la ciencia. Y que resulta que la ciencia es la herramienta adecuada para sus propósitos.
Al Gore ha llegado a la misma cnclusión.
Como nos cuenta The Guardian , su secuela de “An Inconvenient Truth”, un libro recién publicado titulado “Our Choice: A Plan to Solve the Climate Crisis”, apela a aquellos que creen que hay un deber moral o religioso de proteger el planeta.
“Mostrando simplemente los hechos no funcionará”, concluye Gore, especialmente cuando los hechos no dan cuenta de ninguna de las principales propuestas de Gore.
"No se puede tomar el calentamiento global y sus impactos como un problema material. La causa profunda es espiritual", añade Stuart Scott, cuya Interfaith Declaration on Climate Change (Declaración Interreligiosa sobre Cambio Climático) ha sido asumida por docenas de organizaciones religiosas.En julio, unos 2.000 líderes musulmanes se reunieron en Estambul para fraguar un plan de acción climática de siete años. Una de las medidas fue la creación de la “Eco-etiqueta Musulmana”, para bienes y servicios que van desde ediciones del Corán, a peregrinaciones organizadas. Sus acciones siguen el ejemplo de los más infuyentes santones musulmanes del mundo.
En 2007, él dijo (al final de la página 4):
Y con esto. está claro para todos que son terrorirtas tiránicos reales. De hecho, la vida de toda la humanidad está en peligro a cause del calentamiento global resultante -en gran medida- de las emisiones de las factorías de las grandes corporaciones. Y a pesar de ello, los representantes de esas corporaciones en la Casa Blanca insisten en no obresvar el protocolo de Kyoto, a pesar del conocimiento de las estadísticas de muertes y desplazamientos por su culpa, especialmente en África. Esta plaga suprema y mayor de los peligros está acelerándose según el mundo va siendo dominado por sistemas democráticos, lo que confirma su fallo masivo en proteger a los humanos y a sus intereses de la ambición y avaricia de las grandes corporaciones y sus representantes.No se sabe si Osama Bin Laden, el autor de estos pensamientos auténticamente liberales de arriba, y verdadero faro contra el calentamiento global, acudirá a la reunión de Windsor. Ni si los participantes se sumarán a sus propuestas pioneras.
Al contrario que muchos otros luchadores contra el cambio climático, Bin Laden predica con el ejemplo. En septiembre de 2001, impidió la emisión de de cientos de millones de toneladas de carbono. No solo paró el CO2 exhalado por miles de infieles, sino que también desaceleró su economía, justo en el corázón del Gran Satán en Nueva York.
Para Newell, un profesor de la Universidad de East Anglia en Inglaterra que ha seguido el activismo climático durante más de una década, la religión tiene la fuerza para tirar de un movimiento verdaderamente global.“Sería una gran fuerza movilizadora si la gente empezara a encarar el cambio climático en términos de religión”, anota Newell.
Otra ventaja de la religión es que un puede quemar a los herejes. Bienvenidos a la nueva Edad Oscura.