El partido-mamá
Hoy ha sido la vistilla por la causa contra UPyD por atentado contra los derechos fundamentales de 14 militantes. Se trataba de la medida cautelar de suspender el congreso. Los afiliados expedientados no han podido participar ni presentarse a las elecciones -como era su deseo expreso, por estar suspendidos cautelarmente de sus derechos ante un expediente.
El expediente se puede ver en estas fotos: [1] [2] [3] [4] [5] [6]. Y parece que la decisión de la juez sobre si toma medidas cautelares (suspensión de congreso) será mañana jueves. Hoy han expuesto sus argumentos los abogados y la fiscalía. Todo más o menos normal hasta que vemos los argumentos del abogado de UPyD, que parece que no consigue dejar de ser un partido de broma. Dice el abogado sobre los terribles expedientados:
Difundieron sus candidaturas por los cauces no establecidos, no acataron las órdenes de la dirección y promocionaron el partido a través de páginas web ajenas al mismo, según refleja Público -->.Esto hay que repetirlo, que no tiene desperdicio:
Difundieron sus candidaturas por los cauces no establecidos, no acataron las órdenes de la dirección y promocionaron el partido a través de páginas web ajenas al mismoDifundieron sus candidaturas por los cauces no establecidos
Uno va por el mundo con la alegre suposición de que, superada la minoría de edad, puede hacer en principio cualquier cosa que no esté prohibida y que no suponga una agresión a nadie. Y normalmente es así, salvo que seas un afiliado a UPyD, el partido-mamá. Porque UPyD es acogedor y protector, como una madre. Y como buena madre te dice lo que puedes hacer, y que no se te ocurra salirte de sus muy concretas instrucciones. Nada de andar pensando por tu cuenta en hacer cosas que no estén prohibidas, no. Eso es para los seres libres, pero no para los minusválidos sociales, que hay que proteger de los males del mundo. Así que expediente inmediato para aquellos que transiten por los cauces no establecidos.
- ¿Expediente inmediato?
Bueno, no exactamente, verás. Las mamás no son como las leyes, rígidas y universales. Las mamás “saben”, conocen a sus niños. Y, en una forma que a otros les podría parecer puramente arbitraria -pero que no es nada más que una sana preocupación de progenitor, aplican los castigos dependiendo de sabio criterio. Por ejemplo, el foro “Territorio Magenta” tiene establecido un muy interesante sitio de debate sobre las cosas de UPyD (lo recomiendo), en flagrante demostración de que algunos niños pueden circular por los cauces no establecidos, pero otros no. Las madres saben esas cosas, y UPyD, el partido-mamá, lo sabe como nadie.
Podría hasta pensarse que “Territorio Magenta” ha creado una “estructura paralela del partido”, al fomentar allí los debates que no se pueden tener dentro de UPyD. Esa es una de las acusaciones a los expedientados, por montar un blog. Pero eso solo lo pensaríamos si pensamos en téminos de hombres libres y de leyes, nunca si pensamos en niños y su partido-mamá.
No acataron las órdenes de la dirección.
No, no lo vuelvas a hacer al revés. No preguntes qué orden era esa, porque las órdenes de las madres no se discuten, y punto. Ni se te ocurra protestar porque se tratara de la orden de cerrar la página web que habían abierto, y que consideraban que eso era un inaceptable ataque a su libertad de expresión -incluso de circulación internáutica. ¿Acaso no te das cuenta de que los niños no tienen libertad de experesión, sino la libertad de obedecer quieras que no?
Promocionaron el partido a través de páginas web ajenas al mismo.
Que sí, que vale, que ya sé que la gente suele pagar porque le promocionen en páginas web ajenas. Y ya sé que los chicos de “Territorio Magenta” hacen exactamente eso, al igual que los innumerables “blogs amigos” que figuran enlazados en la web de UPyD. Pero en un partido-mamá para eso hace falta el permiso -o al menos la benevolencia, de la madre superiora. Y si no tienes permi, ajo y agua.
Y así, con la metáfora del partido-mamá podemos entender la argumentoción del abogado de UPyD. Y confesar que resulta enternecedor. Pero al mismo tiempo estremecedor: ¿y si se les despista una tilde y acabamos en que el partido mama?
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