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La prensa britanica se desmelena tras la "rajada" de Jones

Y es que había mucha gente “calentita” con los insultos y desprecios de los mamporreros alarmistas.  Especialmente cuando han sido desde el gobierno, con ministros que suelen llamar “flat-earthers”, “antiscience”, y “deniers” a los escépticos. Pero ahora nos sale Phil Jones con que sí, que bueno, que es verdad que en las temperaturas de los últimos 150 años ha habido calentamientos comparables (sin CO2), y que lo del Óptimo Climático Medieval (período cálido medieval) no está muy claro y que pudo global y más caliente que lo de ahora. Una patada en el culo a los “palos de hockey” de Mann & Cia, con lo que les habíamos tenido que oír hasta ahora. Pero insiste Jones en que cree que el clalentamiento actual es culpa básicamente del CO2. ¿Y por qué, cual es su prueba? Pues que sus modelos no pueden reproducir el calentamiento sin la hipótesis CO2. Que es como decir que ya que no se me ocurre otra idea mejor, y coincide que el CO2 sube al mismo tiempo que la temperatura (pero muy desparejamente), ha de ser el CO2 por narices. Y no se siente en la obligación de decirnos como se explicaría entonces un mayor calor en la baja Edad Media, ni qué produjo las subidas recientes comparables. (En los emails del escándalo del Climate Gate, uno de los notas menciona trucos estadísticos para bajar el “blip” de los años 40).

Así que ahí tenemos por fin la “prueba” de los alarmistas. Ha de ser como decimos, porque no tenemos mejor explicación.  Fantástico. ¿Y por qué habría que tener una explicación, en primer lugar, cuando lo que ocurre es lo que ha ocurrido muchas otras veces, sin CO2? Y sigue la noria hasta el infinito:

-Pues porque ahora hay CO2, coño.

-Ya, y eso cuanto va a subir la temperatura, medio grado en un siglo?

Pero me desvío. El Mail on Sunday. Desde luego un papelucho amarillo.  Pero leer cosas así era sencillamente inconcebible antes del escándalo de los emails del CRU de Jones.

Se han gastado ni se sabe cuantos billones de libras en volver “verde” el mundo y en financiar el dudoso mercado de bonos de carbono. Podrías pensar que la movida estaba basada en ciencia bien fundada y en investigación competente, y que los responsables tenían buenas razones para su ardiente  y obsesiva seguridad y su fiera intolerancia del disidente. Pero, gracias a la bulla sobre los emails filtardos desde la Unidad de Investigación Climática (CRU), ahora sabemos que su director, Phil Jones,  trabaja de forma desorganizada en medio del caos y es desorden.

Seguir con el original del Mail on Sunday …

The professor’s amazing climate change retreat


  • viejecita 2010-02-14 09:30:48
    La verdad es que no me extraña nada esta campaña en contra, ahora que Jones está caído. Solo falta que les persigan los objetivos indiscretos y les acaben sacando sentados en el retrete a Jones, a Gore, y a los demás. Aunque todo se andará. A no ser que la industria interesada en que sigan las subvenciones, consiga que se eche tierra sobre el asunto. Pero por si acaso, nadie se mete con las subvenciones a los de la biomasa, o contra el comité que tan alegremente concede los "Premios Nobel de la Paz", unos premios horteras, que deberían ser abolidos, visto quienes los han recibido últimamente, y con qué justificaciones.
  • Al 2010-02-14 10:39:22
    Una de las "virtudes" de la focalización con el tema del CO2 antropogénico es distraer la atención de otros problemas que desde luego no son tan rentables para tanto intermediario.