Nada de nada
Post de Luis Bouza Brey
Patético: ni Pacto de Estado, ni moción de censura, ni elecciones anticipadas, ni votación de confianza, ni dimisión… una cosa es que Rajoy no pueda ganar una moción de censura, ni deba caer en la trampa de aceptar al pirómano como capitán de los bomberos, ni pueda decidir presentar una cuestión de confianza, ni pueda dimitir por Zapatero, ni pueda retirar el apoyo parlamentario del PSOE a ZP, y otra cosa es que no haga nada más que esperar pasivamente mientras España agoniza económica y políticamente.La moción de censura constructiva, que exige 176 votos a favor del candidato alternativo presentado en la misma, está hecha para que sea muy difícil ganarla, y por ello es muy poco frecuente, presentándose solamente en situaciones de emergencia nacional…como la actual. Por tanto, primer mecanismo desechado por cobardía.
La convocatoria de elecciones anticipadas corresponde al Presidente del Gobierno, pero la petición puede provenir de todos los actores políticos y de la opinión pública: ¿es que el PP tampoco puede iniciar una campaña potente para solicitarla y conseguir que ZP deje la Presidencia del Gobierno? ¿es que también se tiene miedo a pedir elecciones? Conclusión: más inoperancia de la oposición, que también teme utilizar otro de los mecanismos previstos constitucionalmente para cambiar el Gobierno.
La petición de que el PSOE retire su apoyo a ZP sólo puede surtir efecto con la proximidad o resultados de las elecciones autonómicas y locales del próximo año, en las que los barones regionales y locales del PSOE perderán poder. Entonces sí que se pondrán a pensar si ZP les conviene. Pero España habrá perdido otro año y medio.
La Comisión creada por ZP es una artimaña para eludir la responsabilidad de todo lo que ha hecho mal en estos seis años, es decir, de todo. Una artimaña para reducir las culpas y errores del PSOE y su gobierno, mediante su compartición con los demás partidos. El Pacto de Estado es necesario vitalmente para España, pero una vez que ZP haya sido obligado a abandonar el Gobierno, pues ha demostrado sobradamente su incapacidad para gobernar: no ha hecho más que crear problemas sin resolver los previamente existentes. Mientras Zp siga en el Gobierno, el pacto de Estado es imposible. Pero el futuro Gobierno, esté en manos de quién esté, necesitará un amplio apoyo para adoptar las medidas de reforma estructural e institucional necesarias para frenar la degeneración de España y sacarla a flote, corrigiendo el rumbo. El PP y el PSOE necesitarán reforzarse mutuamente para poder gobernar, una vez terminada la era zapatera.
En resumen, el PP debería haber hecho algo más que rechazar la presentación de una moción de censura para volver a sestear a la espera de la debacle del país, que arrastrará a Zapatero. La política seguida por el PP es tan negativa para el país como la del PSOE, pues si éste no gobierna, aquél no se opone al caos ni formula la alternativa. Uno no sabe cuándo ni cómo saldremos del atasco, pero ni el Gobierno ni la oposición serán los autores de una salida no catastrófica para el país.
Pero además, tampoco la solución del pacto con los nacionalistas por parte del PSOE o del PP es tal, pues conduce a la violación de la Constitución y al derrumbe del régimen del 78 y de la democracia española, que recibirá el golpe definitivo de la imposición por la vía de los hechos consumados del golpismo institucional tramado durante los últimos años por la coalición nacional socialista.
Ante tales expectativas de futuro, resultantes de la baja calidad de las élites políticas, no es extraño que los mercados internacionales se retraigan y la economía se hunda. Estamos ante una situación de emergencia nacional en la que no existe ningún actor conocido que pueda reconducirla en dirección a la Regeneración del país. La crisis del sistema parece definitiva y la democracia sólo se salvará si se produce una movilización ciudadana para restablecer la salud pública y la vigencia de los principios constitucionales. Pero esta movilización, de momento, es muy improbable: se perderán dos años más sin aportar soluciones a la agonía del país.
En síntesis, NADA DE NADA, estamos irremisiblemente condenados al desastre nacional.
Luis Bouza-Brey.