¿Y si nos dejamos de CO2 y volvemos a los sueños de la ciencia ficción?
Esta vaina del CO2 y del “calentamiento global” ya ha tenido una victoria de la que no nos damos cuenta. Ha acabado con los sueños que tanto odiaban los agoreros del desarrollo. Se creen “progres”, pero solo son tristes conservadores que odian todo lo nuevo. La carrera espacial, el viaje a marte, la revolución de la ingeniería genética en la agricultura, internet; no hay avance tecnológico que no hayan querido entorpecer.
Puede que la NASA sea el ejemplo más claro. Hasta el advenimiento de la algorería climática, la NASA era una fábrica de sueños, que parecía seguir los pasos marcados por gente como Arthur C. Clarke o Isaac Asimov. ¿Y qué sale hoy de la antigua factoría de epopeyas del espacio? Miedo. Hansen y su apocalipsis. “Concienciación” ecológica para niños.
Los soñadores, hoy, están en otros sitios. Mayormente aislados de la corriente general, pero la buena noticia es que haberlos haylos. Y como tampoco pudieron acabar con internet, nos enteramos de su existencia. Por ejemplo:
Glen Martin y su Martin JetPack
Yo le llamaría silla-reactor, silla-jet, o alfombra mágica, pero ellos le han puesto jetpack. ¿Os acordáis del hombre cohete de la inauguración de la olimpiada de Los Ángeles en 1984?–
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Pues Glen Martin decidió que quería construir algo así, pero que volara durante un tiempo 100 veces superior a los 26 segundos del hombre cohete. O unos 40 minutos. Y eso es lo que ha hecho con la compañía que fundó en 1998 para conseguirlo. Ahora ya están en producción, y para finales de este año servirán las primeras unidades comerciales. Vuelan más de 30 minutos, a unos 80 km/h, y se puede viajar casi 50 km de distancia.
Para ello ha tenido que cambiar los dos cohetes por un par de “jets”, o motores a reacción. Similares a los de los aviones, en pequeñito. Y queda así:
El precio será al principio como el de las motos más caras, y esperan bajarlo después al de las motos de gama media.
A los ecolojetas agoreros no les va a gustar nada: consume 38 litros por hora -de gasolina; o unos 45 litros cada 100 km. Si se entera ZP, lo prohibe. Lo de los algoreros son las pesadillas, no los sueños. Y su lema es: prohibido soñar.
Se puede ver información muy completa sobre el JetPack en su página web: