Francia se apea del impuesto al carbono
Hace unos meses el Gobierno Francés presentó una ley de impuesto a las emisiones de carbono que fue rechazada por el Tribunal Constitucional. Porque dejaba demasiadas industrias exentas, y era injusta con las no exentas -aparte de que perdía el sentido.
Sarkozy dijo que la presentarían reformada en julio, pero ahora se apean de la idea. El primer ministro, Francois Fillon, alega que “hay que actuar a un nivel europeo para no castigar la competitividad de las empresas francesas” [AFP –>]. Donde se ve bien la diferencia entre unos jetas inteligentes y unos idotas medio subnis. Zapatero, y su lorito Salgado, siguen colgados con la idea de que la energía “verde” y el combate contra el fin del mundo climático “son rentables” e incrementan la competitividad y los puestos de trabajo. Pues que le pregunten a Sarkozy, después de que les expliquen como se combate a la ETA, en vez de negociar con ella.
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Se supone que el gobierno francés había calculado que si los demás países europeos le seguían en la idea del impuesto al carbono, su energía nuclear le daría una ventaja competitiva. Pero no parece que los demás europeos sean tan bobos como Zapatero, que seguro que hubiera sido el único en apuntarse. Y ahora, con todos los problemas que tiene Sarkosy (huelgas, elecciones perdidas), no se ha atrevido con una medida que tiene en contra a 2/3 de los franceses.
Al final parece que puede empezar a pesar más la realidad que las ganas de llevar un disfraz verde. Al menos entre los inteligentes.