Querido Emilio no pidió dinero
Que no. Que solo le contaba al presidente del banco su agradecimiento por el apoyo a su contratador, la Universidad King Juan Carlos I. Y ya de paso, “sometía a su consideración” una propuesta de financiación para los cursos que él iba a dar. Una propuesta bastante completa, habitualmente llamada presupuesto. Pero el galáctico no tenía nada que ver con el asunto, no: eso era cosa de la universidad. Él envía presupuestos por afición o simpatía con las buenas causas. ¿Que luego la universidad le pagaba a “querido Emilio”? ¿Y bien? ¿Qué tiene eso que ver?
Pero tenemos un problema. Estaba agradecido en la carta, y es de presumir que después más, puesto que el sometimiento a consideración dió frutos, al parecer. Uno somete a consideración, y si resulta positivo, uno está agradecido. Ley de vida, y de educación. Lo malo es saber si el estado de agradecimiento es un estado adecuado para juzgar a aquél por el que tienes tan noble sentimiento. Doctores tiene la iglesia.
Algunos doctores dicen que se trata de los fachas ladrando. Que Santa Oreja les conserve el oído.
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Añadido:
¿Alguien va a ser capaz de pensar alguna vez que no es una gran idea tener de jueces del tribunal encargado de los gandes delitos económicos, a jueces que se codean y envían presupuestos a los banqueros? Por aquello de evitar tentaciones de estar agradecidos, y cosas así. Resulta como tener en la Audiencia Nacional a un habitual de las borrico tabernas. Un poner.