¿Y donde está escondido el calor?
Los alarmistas del clima se enfrentan a un drama. La tierra se está calentando, tiene que estar calentándose según su curiosa teoría, pero el calor no aparece. En el aire no está, lleva una década sin calentarse (casi 15 años sin calentarse de una forma que tenga significación estadística). En el mar, hasta donde se sabe, tampoco. El mejor sistema que hay para medir el calor de los océanos (las 3.000 boyas Argos), no está midiendo ningún calentamiento desde que empezó el proyecto en 2.003. Se puede señalar cierto calentamiento en el hielo que se derrite en los glaciares, pero no es ni remotamente suficiente respecto a lo que la teoría alarmista necesita.
¿Donde está el calor?
Y aquí vienen los alarmistas, expertos -a la fuerza ahorcan- en gimnasia argumental, a explicar que debe estar más allá de donde llegan las boyas Argos. En las profundidades oceánicas y debajo del hielo del Ártico. El calor jugando al escondite. Lo malo es que resulta un poco increíble que ese calor, que debe producirse en el aire según la teoría CO2, pase de ahí a las profundidades del mar, sin que se pueda observar ni en el aire ni en la primera capa del mar (700m) , muy bien medida.
Hay un proyecto de debate interesante al respecto, con citas de los trabajos más oportunos y novedosos, entre dos campeones de lados opuestos: Pielke padre y Trenberth. En el sitio de Roger: