¿Naufragio o crecida de la ría?
Post de Xabi
--Si por un momento nos pusieramos a pensar en el origen de UPD, todo el mundo lo centralizaría en la región vascuence, y más concretamente, en los movimientos cívicos.
A casi trece años del nefasto aniversario de la víctima de ETA que provocó el inicio de la movilización ciudadana en el País Vasco, son varias las asociaciones cívicas que aún perviven, más en el olvido que presentes, con excepción hecha de los últimos actos de reconocimiento de víctimas del terrorismo.
Durante los últimos años se ha ido gestando el salto desde la asociación cívica a decir de una vez por todas qué es lo políticamente incorrecto y por qué la ciudadanía debe tomar de nuevo la palabra.
Y en ello estabamos varios ciudanos libres cuando acudimos al secuestro más vil al que se puede acudir. Y es que, enarbolando la bandera de todo vale, ni derecha ni izquierda, ora canoa ora galera, y con una protagonista indiscutible, ciertos personajes con autodenominación de “salvadores” se llevaron la palabra con ellos. Porque ya se sabe: “las palabras se las lleva el viento”. La nota discordante, el que se sale del camino marcado o el que no obedece a unas siglas o no sabe callar, ha terminado donde empezó todo: en su casa. Muchos son los nombres de los que tomaron el testigo, la oportunidad única, el momento de oro. “In the right time at the right place” que dirían nuestros vecinos anglosajones.
Sin embargo la perversión de un grupúsculo reducido de personas, algunas viniendo del PSOE y otras del PP, con la contribución sindical de la central a cuyo ex-secretario quieren fichar para las próximas elecciones municipales (o nacionales, quién sabe), han dejado eso de “tomar de las solapas a los políticos” por “escupir, perseguir y descalificar” a aquellos que realmente no han tenido la oportunidad de acudir y participar en el debate político en el seno de ese partido. Bajo todo ello, una sombra de acusación de falta de democracia, estafa piramidal o elección de personas a dedo disfrazándolo dentro de un proceso democrático, está presente a todas luces.
Es de rigor reconocer que aquellos españoles de a pie que anteriormente no estaban interesados en la política, siguen sin estarlo. Los que estaban anteriormente asociados de alguna u otra manera a algun partido anterior, siguen ahí. Respecto al resto, ya ha decidido dónde estar y cómo posicionarse.
Pero todo indica que UPD se encuentra ya en el otoño, en pleno declive, tras un generalizado “que le corten la cabeza” de la Reina de Corazones. Ahora, cuando las hojas empiezan a caer, uno se acuerda de las malas maneras, los comentarios vejatorios, la identificación del enemigo interior, la desafortunada concatenación de errores e insultos. Pocas son las personas que creen ciegamente en la búsqueda de esa tercera vía, que parece ser más propiedad de la izquierda comunista.
Y es que cuando todos los demás se echan hacia la derecha disfrazándolo de populismo y/o liberalismo, dependiendo del momento, la inexperiencia de muchos ha sido suplida con las tablas de otros tantos que han conseguido hacer su agosto: fundación, diputad@s, sedes, 1,7 millones, …
Mientras tanto, muchos seguimos en silencio el lento pero seguro declive de una formación política de la que no queremos ni oír hablar. Y es que todo indica que exhacerbado nacionalismo contra el que luchan es exactamente igual de extremo que el que está presente en el partido. Es por ello que los pobres madrileños, tan hastiados de los nacionalismos, ora vascos, ora catalanes, o mejor dicho, ora vasquistas ora catalanistas, han encontrado el vellocino de oro en una formación política nueva que ha conseguido por méritos propios adelgazar a su masa social a la mínima expresión, en una situación de ideales vacas gordas para el tema del sufragio.
Más si cabe, resulta curioso el descalabro que los medios de comunicación apuntan fuera del territorio entre Navacerrada y Valdemoro. Este fin anunciado resulta más grave si cabe en las distintas “naciones que no lo son”, donde prácticamente desaparece. Pero más grave aún resulta que en la tierra donde surge el testigo del ahora pervertido ideario cívico, su presencia se haya reducido a la más mínima expresión, con una segura expulsión de las instituciones públicas por el camino democrático, eso de lo que carece demostradamente el partido con nombre de flor… ¿o era de capullo?
Resulta adecuado advertir que ahora, la alternativa no se encuentra en el espacio político dictatorial que proporciona su diputada, y seguramente en ningún otro espacio. Pero su “no nos mires, unete” debería ser más bien un “no te unas, miranos”. Por mucho que digan que no se trata de un naufragio, sino de un crecida de la ría (varicela, crisis de crecimiento, ya están fuera los que deben estar, etc.), saben que se encuentran con el agua al cuello, tratando de salvar algo que ellos mismos han pervertido y desaliñado, y cuya respuesta ciudadana va a ser que han cavado su propia tumba.
Xabi.