Plazaeme preservado

<< Posterior Zapaterilandia. La payasada Duracell.
Anterior >> Bibiana joven y de pueblo

La blogosfera va a provocar una guerra civil

Cathlyn Schizo

--

Se ha muerto Stephen Schneider, el malísimo chaquetero de la NAS, las listas negras y las eugenesias. Y no se ha muerto de un golpe de calor global ni del cáncer que le consumía, sino de un ataque al corazón cuando su avión aterrizaba en Londres:

http://dotearth.blogs.nytimes.com/2010/07/19/the-passing-of-a-climate-warrior/

http://www.stanforddaily.com/2010/07/19/stephen-schneider-biology-professor-dies-at-65/

Todo esto no es tan sencillo. Ayer hacía unas declaraciones explosivas: LA BLOGOSFERA VA A PROVOCAR UNA GUERRA CIVIL:

http://tomnelson.blogspot.com/2010/07/alarmist-stephen-schneider-it-that.html

La cosa es que, a cuenta de los resultados de las últimas inquiries, anda la gente muy mosca y se ha dedicado a acribillar al grupito de angelitos de la NAS con correos electrónicos amenazantes. Esto es, que los próximos días veremos algunos titulares de contenido “los escépticos provocan un ataque al corazón a San Schneider”

Ha sido hace unas horas y no tengo de momento mejor información.

Cathlyn Schizo.


PM

--

Me temo que Schneider siempre ha tenido el discurso público que uno puede esperar, o aceptar a regañadientes, en un político. Pero que hasta ahora se consideraba completamente inaceptable en un científico.

Ya lo eligieron como ejemplo de alarmista en el  reportaje televisivo de hace 20 años que puso From The Wilderness el otro día:

Y la más citada de todas sus frases:
Por una parte, como científicos estamos éticamente ligados al método científico, prometiendo decir la verdad, toda la verdad, y solo la verdad -lo que significa que debemos incluir todas las dudas, los conflictos y los peros. Por otra parte, no somos solo científicos sino seres humanos también. Y como la mayor parte de la gente nos gustaría ver al mundo mejor, que, en este contexto, se convierte en trabajar para reducir el riesgo de un cambio climático potencialmente desastroso. Para eso necesitamos un apoyo amplio para captar ña imaginación del público. Eso, por supuesto, significa conseguir un montón de cobertura mediática. Así que tenemos que ofrecer escenarios que producen miedo y hacer declaraciones dramáticas simplificadas, y mencionar poco cualquier duda que podamos tener. Esta “doble atadura ética” en la que frecuentemente nos encontramos no se puede resolver con ninguna fórmula. Cada uno ha de decidir cual es el balance correcto entre ser efectivo y ser honesto. Yo espero que signifique ser ambos.
Balance. De balanza. Dos platillos. Cuando uno sube, el otro baja. En la balanza de Schneider la honestidad está en un platillo, y su idea de la eficacia en el contrario.

O sus probablemente últimas declaraciones con números:

We know we have a rough 10 percent chance that [the effect of global warming] is going to be not much; a rough 10 percent chance of 'Oh, My God'; and everything else in between. Therefore, what you're talking about as a scientist is risk: what can happen multiplied times the odds of it happening. That's an expert judgment. The average person is not really competent to make such a judgment.
Si aceptáramos su teoría sobre la capacidad de juicio del average person, y del experto, pondríamos a gobernar a los todos los Francis Galton, con sus consecuencias: Eugenesia, esterilización, limpieza étnica y nazismo. O marxismo, que también es cosa, sin duda, de grandes expertos. La lista negra de Schneider [-->], muy de experto, no va en una línea demsaiado diferente.

¿Y de donde diablos saca esos porcentajes? 10 - 80 - 10. ¡De la gorra!

Los amables científicos del fin del mundo por achicharramiento / CO2, protestan mucho porque hay -según ellos- demasiado escepticismo respecto a lo que proponen. Pero deberían de ser capaces de comprender que si se comportan como políticos, y de la peor clase, lo único que pueden conseguir es una credibilidad como la que tienen los políticos. Y, visto que a los expertos -al menos a los del clima- les cuesta entender algo tan simple, parece inverosímil que toda esa pericia les haya dotado de alguna capacidad de juicio.

Stephen Schneider ya no está en la pelea. Saludemos al luchador que se ha ido.


  • viejecita 2010-07-20 15:24:30
    Me parece una mala noticia, porque, ahora que está muerto ya no puede volver a rectificar (que era enfriólogo, antes de hacerse calentólogo, según él mismo admitía). Y en efecto, como dice Cathlyn, los otros calentólogos van a intentar convertir sus teorías en verdades incontrovertibles, y a él en un santo, víctima de los escépticos. Así que, habrá que leerse todo lo que se pueda conseguir de Roy Spencer, de Lubos Motl, de Mac Intyre, de Lindzen, para tener las cosas claras, y rebatir con todas tranquilidad, y contundencia los anatemas de los "Fanáticos del origen Antropomórfico del calentamiento Global". ¡Me vuelvo a mi libro!