Zapaterilandia. La payasada Duracell.
Menos mal que traían “la alegría”. ¿O se equivocaron, y se trataba del entretenimiento? Despues de todo esa es la industria de los alegres cantamañanas de la Plataforma de Apoyo a Zapatero ^^.
Y entretenimiento, haberlo, haylo. Que no para, vaya. Pero muy alegres no parecen.
A los sindicatos, y por ahí, se les ha puesto cara de enfermos del hígado. Ya ni le invitan a Zapatero a sus tenidas. O más bien le indican, sin la menor sutileza, que ni se le ocurra aparecer.
Las realidades nacionales padecen una alegría manifiestamente mejorable. Y se suponía que Zapatovski era el rey de la España plural y amable, y de la nación discutida y discutible. Pero por mucho que discuta la nación, no consigue que las realidades nacionales sonrían. Alegría por un tubo.
Hasta los presos etarras deben de estar mosqueados. Rubalcaba ha decidido que ya no son etarras. ¡Menudo trauma! Les condena un juez por pertenecer a una banda armada, además de algunos asesinatos, y tal, y llega Rubalcaba diciendo que de banda naina. ¿Y qué hacen en la cárcel, el oso?
El presidente del congreso quiere ayudar a “los gay” a superar un sufrimiento de siglos. ¡Joder!, no sabía que eso diera tal longevidad. Va a ser cosa de pensárselo.
Y Más anuncia que el pacto del 78 se ha agotado. Que ellos quieren ser como los vascos, primero, y después quieren ser incluso más realidad nacional todavía. Y que España no puede ser nación, salvo que quiera tener problemas. También quiere cambiarla constitución, lo que está muy bien. Yo, modestamente, sugiero. Quiten donde dice nacionalidades y autonomías, que no se entiende, y sustitúyanlo por realidades nacionales. Como se entiende todavía menos, mucho mejor. Y así todos contentos: Una nación, cosa, lo que sea, y un montón de realidades nacionales. Y para los que se sientan muy muy diferentes, insoportablemente diferentes, no sé, ¿valdría realidad galáctica? Un poner.
Bueno, nadie había prometido que la alegría fuera a resultar fácil. Pero me da la impresión de que necesitamos otro vídeo con urgencia. La primera entrega, tan bonita, no traía instrucciones. Una cosa es estar contra los cenizos, la intolerancia y el retroceso. En eso estamos todos. Pero cuando compras un prodigio, conviene preguntar primero cómo funciona.
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