Yo me arrepiento, tú te arrepientes, él se arrepiente.
La Comisión de Cumplimento de Penas de Nüremberg estaba encantada. El reo acababa de declarar:
Deseo manifestar mi total desvinculación del partido Nazi y de las SS, por entender que la violencia no representa camino alguno para la obtención de objetivos políticos. Esto no lo entendía así cuando militaba en esas organizaciones, pero he cambiado de opinión ahora que estoy en la cárcel, y ahora que resulta tan conveniente cambiar de opinión. Y ahora que veo el resultado de la guerra. Otra cosa sería si hubiéramos ganado. Deseo igualmente manifestar mi arrepentimiento por los asesinatos causados y pido disculpas a cuantos resultaron afectados por ellos.El experto jurisconsulto internacional don Alfredo Pérez Rubalcabra, alias Ruby el químico, propuso a la comisión:
Es indudable que ya no se trata de un preso del partido Nazi ni de las SS. Por lo tanto creo que debemos aplicarle todas las gracias y bondades que la ley para delincuentes comunes permita, y que pronto se pueda pasear por las calles con los permisos penitenciarios oportunos. Merecemos un gobierno que no nos mienta todo el rato.
Dicho y hecho. Don Alfredo convenció a ese gobierno que jamás miente, y así fue.
Así fue en el cuento. La realidad fue calcada:
Deseo manifestar mi total desvinculación con la organización ETA por entender que la violencia no representa camino alguno para la obtención de objetivos políticos. Deseo igualmente manifestar mi arrepentimiento por el daño causado y pido disculpas a cuantos resultaron afectados por mis actuaciones.Bien está lo que bien acaba. Incluso es un camino para acabar con los más horrendos crímenes ... o por lo menos con los más horrendos criminales. A partir de ahora el número de asesinatos será el mismo, pero por lo menos los asesinos serán asesinos arrepentidos. ¿No decían que menos da una piedra?