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Original: http://plazamoyua.com/2010/08/09/el-movil-de-gretel-y-hansel/

2010-08-09 - publicado por: plazaeme

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El móvil de Gretel y Hansel

Álvaro Vázquez-Dodero nos manda

-- Os remito este, para mí, interesante artículo de Hernán Casiari donde especula sobre la pérdida del encanto y del misterio en tanta y tanta literatura clásica con la presencia del móvil, del "celular". Un paso más en la eliminación de factores de fantasía, de aventura, de riesgo y de suspenso. Todo un fenómeno sociológico que nos está marcando día a día. Como dice el autor, ¿nos convertiremos en héroes perezosos? Yo creo que más bien miedosos y carentes de imaginación. Cada vez hay más miedo en el mundo.

El celular de Hansel y Gretel

por Hernán Casciari

Anoche le contaba a mi hijita Nina un cuento infantil muy famoso, el de Hansel y Gretel de los hermanos Grimm.

En el momento más tenebroso de la aventura, los niños descubren que unos pájaros se han comido las estratégicas bolitas de pan, un sistema muy simple que los hermanitos habían ideado para regresar a casa. Hansel y Gretel se descubren solos en el bosque, perdidos, y comienza a anochecer.

Mi hija me dice, justo en ese punto de clímax narrativo: ‘No importa, que llamen al papá por el celular’.

Yo entonces pensé, por primera vez, que mi hija no tiene una noción de la vida ajena a la telefonía inalámbrica. Y al mismo tiempo descubrí qué espantosa resultaría la literatura -toda ella, en general- si el teléfono móvil hubiera existido siempre, como cree mi hija de cuatro años.

Cuántos clásicos habrían perdido su nudo dramático, cuántas tramas hubieran muerto antes de nacer, y sobre todo qué fácil se habrían solucionado los intríngulis más célebres de las grandes historias de ficción.

Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica, en cualquiera que se le ocurra. Desde la Odisea hasta Pinocho, pasando por El viejo y el mar, Macbeth, El hombre de la esquina rosada o La familia de Pascual Duarte. No importa si el argumento es elevado o popular, no importa la época ni la geografía.

Piense el lector, ahora mismo, en una historia clásica que conozca al dedillo, con introducción, con nudo y con desenlace.

¿Ya está?

Muy bien. Ahora ponga un celular en el bolsillo del protagonista. No un viejo aparato negro empotrado en una pared, sino un teléfono como los que existen hoy: con cobertura, con conexión a correo electrónico y chat, con saldo para enviar mensajes de texto y con la posibilidad de realizar llamadas internacionales cuatribanda.

¿Qué pasa con la historia elegida? ¿Funciona la trama como una seda, ahora que los personajes pueden llamarse desde cualquier sitio, ahora que tienen la opción de chatear, generar videoconferencias y enviarse mensajes de texto? ¿Verdad que no funciona un carajo?.

La Nina, sin darse cuenta, me abrió anoche la puerta a una teoría espeluznante: la telefonía inalámbrica va a hacer añicos las viejas historias que narremos, las convertirá en anécdotas tecnológicas de calidad menor.

Con un teléfono en las manos, por ejemplo, Penélope ya no espera con incertidumbre a que el guerrero Ulises regrese del combate.

Con un móvil en la canasta, Caperucita alerta a la abuela a tiempo y la llegada del leñador no es necesaria.

Con telefonito, el Coronel sí tiene quién le escriba algún mensaje, aunque fuese spam.

Y Tom Sawyer no se pierde en el Mississippi, gracias al servicio de localización de personas de Telefónica.

Y el chanchito de la casa de madera le avisa a su hermano que el lobo está yendo para allí.

Y Gepetto recibe una alerta de la escuela, avisando que Pinocho no llegó por la mañana.

Un enorme porcentaje de las historias escritas (o cantadas, o representadas) en los veinte siglos que anteceden al actual, han tenido como principal fuente de conflicto la distancia, el desencuentro y la incomunicación. Han podido existir gracias a la ausencia de telefonía móvil.

Ninguna historia de amor, por ejemplo, habría sido trágica o complicada, si los amantes esquivos hubieran tenido un teléfono en el bolsillo de la camisa.

La historia romántica por excelencia (Romeo y Julieta, de Shakespeare) basa toda su tensión dramática final en una incomunicación fortuita: la amante finge un suicidio, el enamorado la cree muerta y se mata, y entonces ella, al despertar, se suicida de verdad. (Perdón por el espoiler).

Si Julieta hubiese tenido teléfono móvil, le habría escrito un mensajito de texto a Romeo en el capítulo seis:

M HGO LA MUERTA,

PERO NO TOY MUERTA.

NO T PRCUPES NI

HGAS IDIOTCS. BSO.

Y todo el grandísimo problemón dramático de los capítulos siguientes se habría evaporado. Las últimas cuarenta páginas de la obra no tendrían gollete, no se hubieran escrito nunca, si en la Verona del siglo catorce hubiera existido la promoción 'Banda ancha móvil' de Movistar.

Muchas obras importantes, además, habrían tenido que cambiar su nombre por otros más adecuados.

La tecnología, por ejemplo, habría desterrado por completo la soledad en Aracataca y entonces la novela de García Márquez se llamaría ‘Cien años sin conexión’: narraría las aventuras de una familia en donde todos tienen el mismo nick (buendia23, a.buendia, aureliano_goodmornig) pero a nadie le funciona el Messenger.

La famosa novela de James M. Cain -‘El cartero llama dos veces’- escrita en 1934 y llevada más tarde al cine, se llamaría ‘El gmail me duplica los correos entrantes’ y versaría sobre un marido cornudo que descubre (leyendo el historial de chat de su esposa) el romance de la joven adúltera con un forastero de malvivir.

Samuel Beckett habría tenido que cambiar el nombre de su famosa tragicomedia en dos actos por un título más acorde a los avances técnicos. Por ejemplo, ‘Godot tiene el teléfono apagado o está fuera del área de cobertura’, la historia de dos hombres que esperan, en un páramo, la llegada de un tercero que no aparece nunca o que se quedó sin saldo.

En la obra ‘El jotapegé de Dorian Grey’, Oscar Wilde contaría la historia de un joven que se mantiene siempre lozano y sin arrugas, en virtud a un pacto con Adobe Photoshop, mientras que en la carpeta Images de su teléfono una foto de su rostro se pixela sin remedio, paulatinamente, hasta perder definición.

La bruja del clásico Blancanieves no consultaría todas las noches al espejo sobre ‘quién es la mujer más bella del mundo’, porque el coste por llamada del oráculo sería de 1,90 la conexión y 0,60 el minuto; se contentaría con preguntarlo una o dos veces al mes. Y al final se cansaría.

También nosotros nos cansaríamos, nos aburriríamos, con estas historias de solución automática. Todas las intrigas, los secretos y los destiempos de la literatura (los grandes obstáculos que siempre generaron las grandes tramas) fracasarían en la era de la telefonía móvil y del wifi.

Todo ese maravilloso cine romántico en el que, al final, el muchacho corre como loco por la ciudad, a contra reloj, porque su amada está a punto de tomar un avión, se soluciona hoy con un SMS de cuatro líneas.

Ya no hay ese apuro cursi, ese remordimiento, aquella explicación que nunca llega; no hay que detener a los aviones ni cruzar los mares. No hay que dejar bolitas de pan en el bosque para recordar el camino de regreso a casa. La telefonía inalámbrica -vino a decirme anoche la Nina, sin querer- nos va a entorpecer las historias que contemos de ahora en adelante. Las hará más tristes, menos sosegadas, mucho más predecibles.

Y me pregunto, ¿no estará acaso ocurriendo lo mismo con la vida real, no estaremos privándonos de aventuras novelescas por culpa de la conexión permanente? ¿Alguno de nosotros, alguna vez, correrá desesperado al aeropuerto para decirle a la mujer que ama que no suba a ese avión, que la vida es aquí y ahora?

No. Le enviaremos un mensaje de texto lastimoso, un mensaje breve desde el sofá.

Cuatro líneas con mayúsculas. Quizá le haremos una llamada perdida, y cruzaremos los dedos para que ella, la mujer amada, no tenga su telefonito en modo vibrador.

¿Para qué hacer el esfuerzo de vivir al borde de la aventura, si algo siempre nos va a interrumpir la incertidumbre? Una llamada a tiempo, un mensaje binario, una alarma.

Nuestro cielo ya está infectado de señales y secretos: cuidado que el duque está yendo allí para matarte, ojo que la manzana está envenenada, no vuelvo esta noche a casa porque he bebido, si le das un beso a la muchacha se despierta y te ama. Papá, ven a buscarnos que unos pájaros se han comido las migas de pan.

Nuestras tramas están perdiendo el brillo -las escritas, las vividas, incluso las imaginadas- porque nos hemos convertido en héroes perezosos.


  • viejecita 2010-08-09 08:05:15
    Sí, claro, pero en el bosque de la bruja, y en el del ogro, no hay cobertura. Y en cualquier caso, los padres , no solamente son demasiado pobres para pagar un móvil a cada hijo, ( ademásde tener más hijos de los que se pueden permitir tener), sino que los abandonan solos, en un mundo cruel que a ellos mismos los rebasa, para que hagan fortuna o mueran en el intento ... Los cuentos tradicionales de niños siempre son alegorías sobre los padres y las madres, lo crueles y egoistas que son, la necesidad de librarse de ellos, de trascender su tutela, y luego poder ser magnánimos y perdonarles la vida... Todos esos ogros, brujas y madrastras, son somples disfraces para que los padres no se enteren de que "los malos son ellos"... Y en cuanto a las historias de "mayores", pasa un poco lo mismo. Que solamente tienen "cobertura tota" l algunas personas privilegiadas, siempre que, además, no se alejen mucho de su entorno de privilegio, y obedezcan a las reglas escritas o no escritas de ese entorno. Y esa gente tan obediente, y tan conformista, y con tan pocas rebeldía e imaginación, nunca han sido, ni serán, héroes de nada.
    • viejecita 2010-08-09 08:45:35
      Por cierto No es Gretel y Hansel, sino "Hansel y Gretel". No intentemos cambiar el pasado ; ni la historia, ni los mitos, ni el arte, ni la literatura, para que concuerden con la "sensiblidad" actual.
      • plazaeme 2010-08-09 09:00:45
        No entiendo que eso sea la "sensibilidad actual". Mis abuelos decían Ana y Pedro, y no Pedro y Ana. Y eso porque no recuerdo a mis bisabuelos, etc, que también. Pero no creo que las feministas, muy "actuales", vayan por ahí. Además, pongo mis títulos como me place, sin más problemas.
      • viejecita 2010-08-09 09:32:52
        Tú lo pones como te dé la gana, claro, que para eso es tu casa, pero el cuento se llama "Hansel y Gretel". Como se dice Caín y Abel, (aunque el bueno fuera Abel). Independientemente de que en las familias, se suela decir primero "el de casa" que el "postizo", cuando se habla de parejas. Incluso en la parte que yo conozco del país vasco, y a pesar de que allí manden tanto las mujeres. Y ya siento que te hayas sentido atacado, o aludido con lo de la "sensibilidad" actual. Ponle cualquier otra etiqueta, pero el caso es que has cambiado el título del cuento. Como si dijeras "Otelo, el celoso de Venecia" en vez de "Otelo, el moro de Venecia". Alguien te podría preguntar qué tienes contra la palabra moro. Aunque en este caso, celoso sería una descripción perfecta del resultado de ser moro, en Venecia, héroe de guerra, casado con una chica rubia y de buena familia "wasp", y con un "amigo" al que eso, en un "moro" le sublevara...
      • plazaeme 2010-08-09 09:52:20
        Pues vale. El cuento se llama Hansel y Gretel. Yo nunca he dicho lo contrario. El artículo de Casciari se llama El celular de Hansel y Gretel, y así lo he puesto. Y mi entrada se titula El móvil de Gretel y Hansel, básicamente porque es lo que me apetece. No veo el problema.
      • viejecita 2010-08-09 09:55:37
        Y conste que el cuento, en justicia, se debería llamar Gretel nada más. Que es ella la que le dice a su hermano que saque un hueso de pollo por la mirilla, para engañar a la bruja, y es ella la que vigila mientras limpia y cocina, y es ella la que se da cuenta que la bruja va a comerse por fin a su hermano, y la que hace un fuego muy grande y engaña a la bruja hasta empujarla dentro del fuego, y luego rescata a su hermano, y se queda con las riquezas de la bruja... Pero el nombre del cuento es...
      • viejecita 2010-08-09 10:09:02
        Mi último post se ha cruzado con el tuyo. Tienes razón. Tú pones el título que quieres a Tu artículo. Ya siento
  • Al 2010-08-09 09:36:51
    La tecnología que duda cabe que hace mas aburrido el mundo, controlable y predecible. Y en concreto la nueva época de las telecomunicaciones convierte a las personas en EFIs, elementos fácilmente identificables. Cada vez resulta mas difícil perderse. Vete tu a decirle a Marco Polo que vaya a hacer viajes a la India si tuviese el Google maps, pudiéndolo hacérselo desde casa... 🙂 Claro que como señala viejecita siempre puede haber una oportuna caída de la señal, una batería vieja que no chuta, o simplemente que se te cae el móvil y se escacharra...
  • tmpd 2010-08-09 09:38:51
    Me parece que el gran problema es la aceleración en los cambios, sobre todo en lo que respecta a la comunicación y el mundo de la electrónica. Hernán Casiari, le sigue contando a su hija el cuento de Hansel y Gretel, pero ya hay muchos niños que no han oido hablar ni siquiera de pulgarcito o de Caperucita roja sino que te hablan de pokemon y de otros nuevos personajes que han salido y cuyo nombre ya ni retengo; ves a los niños con sus maquinitas dandole a los botones y matando y transformando extraños seres que vuelven a revivir. Antes los padres y los abuelos enseñabamos a los hijos y los nietos, ahora son los hijos los que nos tienen que enseñar a los padres y a los abuelos como desempeñarnos en la vida cotidiana. Pero creo que cada época tiene su literatura y aún ahora se puede escribir sobre las historias de la edad de piedra, solamente que hay que situarlas en su contexto.
  • Al 2010-08-09 10:29:39
    Aprovecho el post para hacer una pregunta a quienes vivís fuera de vasquilandia. Aquí se ha dado un fenómeno nuevo estos últimos años, entre la gente joven. Se trata de las lonjas, el que grupos de chavales alquilen una lonja para montarse allí su punto de encuentro y reunión, una especie de txokos (sociedades) de los mayores pero a su manera. Mi hija de quince años tiene el suyo, mi hijo de veinte idem de lienzo. Con lo que no están obligados a estar en los bares todo el rato, y están a su aire en las lonjas. Pagan el alquiler en comandita y se encargan ellos de la limpieza, ¡¡¡ya podían hacer en casa lo mismo!!! :D Mi pregunta es si este fenómeno que aquí arrasa se da en otras partes del "estado" (como diría un buen progre).
    • viejecita 2010-08-09 10:35:05
      Mis hijos son ya muy mayores, pero tengo amigas con nietos adolescentes, y no había oído hablar de lo de las "lonjas de gente joven" hasta que lo comentaste tú cuando el mundial... Me parece una idea estupenda.
    • tmpd 2010-08-09 12:24:44
      Tengo ahora en casa a unos nietos de 19 y 20 años y les preguntado: uno es de Madrid el otro de México y los dos se han quedado extrañadísimos. Según mi nieta de Madrid lo que hay son "las quintas" y las "peñas" y según ella es sobre todo "de pueblo" y que ella no es de ninguna
  • Álvaro 2010-08-09 10:35:55
    A mi, que ya no cumpliré los 60, el artículo me ha servido para volver sobre el tema de los tremendos cambios diarios que estamos viviendo. Pensar que nuestros hijos no saben lo que era pedir una conferencia con Orense y la pregunta normal era, ¿qué demora hay? "Dos horas", podía decir tranquilamente la operadora. Se vivía con otro ritmo, me parece a mi que el día tenía más horas entonces. Por otra parte, la pérdida de misterio de la vida, el hecho de estar -casi todos y casi siempre- controlados, situados en ese metro cuadrado que ocupamos, control al que la gente prefiere someterse antes que moverse libremente, antes que asumir algún riesgo... el negocio del miedo y las pólizas de seguros... todo se ha vuelto más prosaico, menos creativo, más mecánico. Y lo peor: ¿valora adecuadamente esta generación lo que tiene entre manos, las posibilidades de libertad para el bien que les da la tecnología?
    • Santiago 2010-08-09 11:22:23
      Bueno, supongo que los antepasados de los sumerios debieron quejarse amargamente y de la misma forma cuando el "listillo" de turno inventó la rueda... Dices: "...las posibilidades de libertad para el bien que les da la tecnología?" Yo más bien creo que lo que valoran son las posibilidades para el mal, o sin ponerme tan trágico, para las simpáticas gansadas, como prender fuego a una indigente y grabarlo todo en el móvil. Y tampoco al ancestro de los sumerios le vino la idea a la cabeza de las cuádrigas de guerra cuando pulía su rueda... :-(
  • Álvaro 2010-08-09 11:28:22
    Ciertamente, Santiago, que de todo hay en la viña. Y desde siempre. Seguro que la rueda desconcertó a más de uno y resultó revolucionaria. La diferencia quizá esté en la velocidad a la que sucedían los cambios. ¿Estamos hoy en condiciones de asumir tantos cambios en tan poco tiempo? ¿No son, algunos de los desastres actuales, el resultado de nuestra incapacidad de asumir-controlar-domeñar a la tecnología antes de que ella no haya dominado a nosotros?
    • viejecita 2010-08-09 12:37:23
      Älvaro Yo tengo más la sensación de que todo estuviera parado, como en espera de un cambio grande: ¿De la fusión nuclear? ¿ De la expansión hacia las estrellas? No sé, pero de algo. Y que los cambios que hay ahora son graduales y continuos, y no nos damos cuenta de ellos más que mirando para atrás, y comparando el hoy con el ayer que conocimos. Aunque las comunicaciones sí que estén irreconocibles respecto de las de hace 50 o 60 años.
  • Jose Maria 2010-08-09 14:45:36
    Despues de unos dias sin contar con vuestra compañia, vuelvo y me encuentro a Viejecita y Plazaeme en una discusion por un puesto antes o despues. ?sear la caló? jajajaja. En serio yo creo que al ser humano y en especial a los niños siempre les quedara la capacidad de sospresa, aunque lo hagan por unas cosas distintas a las que nosotros lo haciamos y nosotros pienso que tambien lo haciamos por algo distinto a lo de nuestros abuelos. Solo que ahora los cambios son muy rapidos, mucho mas que nunca.Y que las fantasias son de otro tipo.
  • Al 2010-08-09 16:15:13
    Hombre Santiago, no te creas que los chavales se quedan sólo en la gansada... En mi zona, pueblo de 20000 habitantes, centro de la zona de otros pueblos, se conocen todos. Y con el messenger primero y ahora sustituido con el tuiter, o como se escriba, un facebook hispano que acaba de comprar telefónica, están en contacto permanentemente casi cuando están en casa. Todos los dias entran para ver la novedades y charlar unos con otros. El resultado es el de siempre, estar con los amigos, pero magnificado. A la media hora todo el mundo está enterado de la noticia que sea. Y al que no está conectado se le manda un sms para que se entere. Se pasan el día colgando fotos, vídeos y de cháchara. Y no son vídeos de como pegan a un profe o de como queman un mendigo. Yo aparte del tema de las horas que a veces se tiran delante del monitor no tengo pegas. Creo que es un uso estupendo de las posibilidades que brindan ahora las telecomunicaciones. Os contaré una anécdota deliciosa. Era hace bastantes años ya, siete u ocho, y mi hi hija entonces con siete u ocho años hacía sus pinitos con el ordenata. Yo entonces controlaba sus andanzas a ver por donde iba y una tarde mirando en el historial del navegador veo unas búsquedas en google, recién parido por cierto. Mi chiquilla había estado buscando que era eso de follar, que lo habría oído en algún sitio. Pero como buena vascoparlante se le ocurrió escribirlo con Y, foyar. Así que la pobre no había tenido mucho éxito con la búsqueda de resultados. Lo nque nos pudimos reir su madre y yo comprobando sus esfuerzos. Así que cuando el mayor recibió sus primeras clases de educación sexual en el cole. con catorce años, me contaba indignado que aq
  • Al 2010-08-09 16:21:57
    Hombre Santiago, no te creas que los chavales se quedan sólo en la gansada... En mi zona, pueblo de 20000 habitantes, centro de la zona de otros pueblos, se conocen todos. Y con el messenger primero y ahora sustituido con el tuiter, o como se escriba, un facebook hispano que acaba de comprar telefónica, están en contacto permanentemente casi cuando están en casa. Todos los dias entran para ver la novedades y charlar unos con otros. El resultado es el de siempre, estar con los amigos, pero magnificado. A la media hora todo el mundo está enterado de la noticia que sea. Y al que no está conectado se le manda un sms para que se entere. Se pasan el día colgando fotos, vídeos y de cháchara. Y no son vídeos de como pegan a un profe o de como queman un mendigo. Yo aparte del tema de las horas que a veces se tiran delante del monitor no tengo pegas. Creo que es un uso estupendo de las posibilidades que brindan ahora las telecomunicaciones. Os contaré una anécdota deliciosa. Era hace bastantes años ya, siete u ocho, y mi hi hija entonces con siete u ocho años hacía sus pinitos con el ordenata. Yo entonces controlaba sus andanzas a ver por donde iba y una tarde mirando en el historial del navegador veo unas búsquedas en google, recién parido por cierto. Mi chiquilla había estado buscando que era eso de follar, que lo habría oído en algún sitio. Pero como buena vascoparlante se le ocurrió escribirlo con Y, foyar. Así que la pobre no había tenido mucho éxito con la búsqueda de resultados. Lo nque nos pudimos reir su madre y yo comprobando sus esfuerzos. Así que cuando el mayor recibió sus primeras clases de educación sexual en el cole. con catorce años, me contaba indignado que aquello estaba bien para su hermana, varios años menor. Y sobre la questión que tratábamos mas arriba del hilo, sobre las lonjas de los chavales jóvenes, apuntar a tmpd que aquí no hay chaval que no esté apuntado en alguna, las suelen coger entre varias cuadrillas para que sea rentable. No tienen orientación alguna, son apolíticas, y hacen la función de las sociedades de toda la vida de los mayores, sin separaciones tan exigentes entre mujeres y hombres aunque hay lonjas de grupos de chicas y lonjas de chicos,(Y es que la naturaleza se impone por mucha igualdad que le echemos) evitando tener que estar en la calle como pasmarotes (como en mi época) o metidos en bares.
    • Santiago 2010-08-09 17:41:52
      Puedes apuntarme en tu lista. Soy uno de los tuyos. BTW, quién paga las facturas del móvil de tus hijas? Si son sus papas, debeis tener un buen puesto! :-)
  • viejecita 2010-08-09 16:31:26
    Al ¡Que susto! Pensaba que nos ibas a dejar en medio de la historia, que veía más de 1 hora de diferencia entre la hora, en rojo, que viene en cada post y la que sale en el ordenador. Hasta que me he dado cuenta de que en PlazaMoyúa es una hora más temprano, he salido, y al volver a entrar estaba la historia completa. Tiene toda la gracia, pero, ¡Como lea el post tu chica, te mata!
  • Al 2010-08-09 20:36:30
    Que va mujer, ya tiene quince años recien cumplidos y "mentalidad de diecisiete" como nos explicaba a su madre y a mi muy seria hace pocos meses(para camelarnos con las horas y eso). Y ahora la primera que se reiría, creo, es ella. Oye Santi, no pillo, apuntarte en que lista?... (a lo mejor la tengo y no me he enterado, que tampoco sería raro). 😉
    • Santiago 2010-08-09 21:23:13
      Nada, hombre. En eso de que la "naturaleza se impone a pesar de las Bibianas de turno". Simplemente quería decir que estoy de acuerdo con tu forma de pensar..., nada más :-) Siempre he pensado que esa separación según el género que tanto se da en el país vasco, es unos de los puntos esenciales de la reciedumbre de sus gentes y de la fuerza y el tesón que manifiestan tanto sus hombres como sus mujeres. Y lo de la "igualdad aído-zapateril" es una chorrada más que nada tiene que ver con derechos, reconocimientos... etc. Y a más "igualdad total de todo y para todo", más grescas y disgustos para los dos... ¿cómo era aquéllo de "vive la difference!"? Pues eso.
      • Al 2010-08-09 21:56:47
        Ah ya, vas por ahí. Oye, te has dado cuenta de que de un quinquenio a esta parte las chicas se arreglan otra vez para gustar, y no para ir comme il faut?. Yo al menos y en mi zona, hace unos pocos años me quejaba amargamente, con aquellos pantalones hiperacampanados con diez cmtrs menos de cintura y con diez más abajo para recoger la mierda de la calle? Iban con unas pintas horrorosas, plataformas sin tacón, ropa deforme, unos adefesios,una cosa semipunk con ribetes feministas. Ahora en cambio se ha dado el ídem y el péndulo escora ya escandalosamente al otro lado, sólo falta el tacón de aguja. Y horas delante del espejo, doy fe como testigo. Volviendo al tema del hilo, puede que más peligro tenga la comodidad, rasgo con el que se podría calificar nuestra sociedad y lograr un % de aproximación excelente, que la nueva tecnología. Y esa comodidad no es cosa nueva.
      • Jose Maria 2010-08-10 10:18:00
        Al de acuerdo con tu teoria del pendulo tambien en esto de los arreglos de las chicas. Ahora se vuelven a arreglar un monton y tambien han vuelto los taconazos que se ve cada niña con unos tacones de aupa.
      • Santiago 2010-08-10 10:18:58
        Sí, la comodidad, la facilidad por encima de todo. La Humanidad no ha aprendido a vivir sin guerras y se piensa que estamos en un período donde hay que disfrutar de todo a tope... y claro, no entendemos que los epicúreos terminan hartándose de todo...