¿Hay algo nuevo bajo el sol en Euskadi?
Uno
--Esta semana se cumple un año desde que me incorporé al trabajo que actualmente desempeño. Sentía cierto temor, por lo siguiente. Fuí candidato conocido en un partido de los llamados en Euskadi, constitucionalistas. Al menos en mi entorno más cercano, en mi pueblo vizcaíno de mayoría municipal claramente nacionalista, sabían qué opción había representando en las elecciones al parlamento vasco. Lo que se dice o se entiende en jerga nacionalista por la postura de un enemigo de Euskadi, explicitada en medios de comunicación como El Mundo, El Correo o el Diario Vasco.
Al hacer balance de éste año hay hechos que apuntan algo novedoso o al menos reseñable, de lo que conviene no dejar pasar por alto.
La empresa en la que trabajo es propiedad de un político afín al nacionalismo pero no sabedor en el momento de la contratación de mi experiencia y opción política. A los dos meses firmo un contrato de empleo de duración indefinida. Tiempo suficiente,-a mi juicio-, para que la “vox populi” se extienda por en el radio comprendido entre mi pueblo y el lugar en el que trabajo.
La relación con compañeros que comparten espacio facebook con un servidor es totalmente correcto. Cuando indago sobre la imagen que proyecto en relación con las ideas y posturas públicas que sostengo en facebook la respuesta es algo así como: “tú que sabes y te interesa la política”. Nadie manifiesta desprecio, ni rechazo por las ideas que sigo teniendo y poniendo de manifiesto.
En cuanto a las relaciones cotidianas, las que se tienen cuando sale a la compra o al alterne, uno tiene la sensación de ser tomado por un bicho raro pero en ningún caso por un bicho “extirpable”.
Sí, definitivamente hay algo nuevo bajo el sol y espero que ese algo sea lo suficientemente duradero para dejar atrás tan amarga experiencia colectiva, el terrorismo marcando nuestras vidas.