Gabilondo, el niño bueno.
Iñaki Gabilondo va de bueno. Pone cara (y voz) como de niño de los jesuitas a punto de comulgar. Y para rematar, en versión engolada.
Puede que sea mala suerte, pero todas las personas que conozco que van de buenas son un verdadero peligro público. Y no es que no conozca personas buenas, de esas que unen generosidad con hospitalidad y empatía. Pero coincide en que nunca son las que ponen cara de buenas, como Gabi. Será mala suerte.
El amigo Iñaki ha parido de nuevo. Esta vez en forma de chat en ABC.
Según El Semanal Digital [–>].
Entonando el mea culpa, por ejemplo, reconoció que José María Aznar "sacó lo peor de mí", "me sacó de mis casillas". En este sentido, recordó, "cuando dejé la SER dije una cosa: pido perdón por mi ira" porque "reconozco que aquellas críticas a Aznar que, desde mi punto de vista, estaban justificadas y que hoy mantengo igualmente fueron formalmente airadas".O, -Me porté mal, padre bendito, perdóname. Pero, ¿a quien no saca Aznar de sus casillas? ¿No se merecía la crispación de la que fui adalid? ¿Acaso ayudar a coordinar el apedreamiento de las sedes del PP, en unas elecciones clave, está injustificado? No, solo reconozco que formalmente queda un poco feo en un niño bueno a punto de comulgar, pero por lo demás tiene toda la justificación exigible.
Insiste el pollo. Según Libertad Digital [–>]:
Sobre los falsos suicidas del 11-M, admite que "esa noticia fue dada en el programa que yo dirigía y, por tanto, asumí y asumo toda la responsabilidad. La noticia fue un error. Nuestro redactor dio fiabilidad a una fuente que consideraba solvente. Repito que he rectificado en múltiples ocasiones y repito que volveré a hacerlo cuando se me vuelva a pedir".No, Gabi, criatura, no fue un error. Una fuente que resulta insolvente es un error. "Tres fuentes distintas de la lucha antiterrorista", como literalmente dijiste, son otra cosa muy distinta. Y nada de error, sino éxito; conseguiste el objetivo. El mismo objetivo que cuando le decías que sí a Zapatero, con tu carita de niño bueno, a su propuesta de que "tenemos que aumentar la tensión" - en las siguientes elecciones.
El peligro de los que alardean de virtud no es que mientan. Eso cualquiera con dos dedos de frente lo ve. El verdadero peligro es que, desde la virtud autoproclamada, son capaces literalmente de cualquier cosa para alcanzar el bien. Ponerles calzoncillos e ingles rasuradas a los terroristas suicidas que no existen, sin ir más lejos.
Por mi puede seguir poniendo cara de bueno. Tal vez llegue a comprender, con la edad, que no es bueno el que se dice bueno, sino aquel del que lo dicen los demás. O tal vez no lo consiga entender nunca, pero, ¿a quien le importa? Él ya consiguió su éxito; tenemos Zapatero. Que lo disfrute.
¿Por qué será que cuanto más progres, más me recuerdan a aquellos curas que tanto daban por saco cuando Franco? Mismamente, cuando oigo a Julia y a Rahola por la radio, me siento en gracia de progresía para un mes. Por lo menos. Mucho más eficaz que ir a misa.