El detector de cuentos chinos
Me encantan los cuentos chinos, tengo debilidad.
Lo siento, esto sigue yendo de controladores. Pero un aspecto aparentemente marginal, que sin embargo suele ser central en este blog. Las trolas públicas exitosas. Nacionalismos y otras identititis; la supuesta democracia como cauce de la opinión de la gente; la SGAE y otras inculturas con pretensiones, Rosa Díez como heroína de la regeneración política; y sobre todo últimamente, el cambio climático. Cuentos chinos filipinos.
Y en esta historia de los controladores aéreos, mi detector de cuentos chinos emite la alarma a toda potencia. Las personas, individualmente, tienen características psicológicas repartidas en un rango muy amplio. Unos son hideputas sin paliativo, y otros son santos inverosímiles, tipo Francesco d’Assisi. En inteligencia también cabe de todo, desde Einstein a Zapatero. Y así con cada característica.
Los colectivos son muy distintos. Salvo que exista un filtro previo a la entrada en el colectivo, los grupos humanos tienden a ser muy iguales respecto al porcentaje de inteligentes e imbéciles, de canallas y hermanitas de la caridad, de abusones y desprendidos. Por eso cualquier cuento que se base en la especificidad de un colectivo -son unos h de p, etc - debe de empezar por explicar esa particularidad.
Mi experiencia personal, que no es precisamente pequeña, me dice que si algo caracteriza a los controladores aéreos es que son, como grupo, francamente más inteligentes que el grupo humano medio. Y eso coincide con los innumerables filtros que padecen antes de ingresar en lo suyo. Aunque siempre me han dicho que, en lo que ellos saben, no hay tests específicos de inteligencia. Aparte de eso, dentro de la anormalidad de la inteligencia, son un grupo completamente normal. Puedo asegurar que el detector de hijos de puta no mide nada en una reunión de controladores aéreos. Al contrario, da una lectura que tiende a baja.
Pero todo este cuento de los controladores malos y abusones, mafiosos dispuestos a sangrar a los españoles, pivota sobre un solo punto. Todo se basa en su escasez. Es porque son muy pocos por lo que tienen la capacidad de chantaje que tienen. Y llevan muchos lustros siendo muy pocos. Así que la madre del cordero de todo este cuento está en : ¿Por qué son muy pocos?
El cuento de los controladores malos siempre nace de lo mismo: son muy pocos porque tienen la capacidad de restringir su propio número, y la ejercen con gran ímpetu. Lo malo es que los autores del cuento nunca explican cómo funciona tal prodigio. Y lo malo es que la gente lo acepta sin más crítica, sin siquiera pensar que no pueden poner ningún otro ejemplo de una empresa en la que el número de empleados lo decidan los trabajadores. Es un contradiós sin ningún sentido, que gente inteligente y preparada se traga, aparentemente sin la menor dificultad. Mi apuesta es que se lo tragan porque sin eso el relato no funciona, y lo necesitan para poder odiar a los controladores - que es de lo que se trata.
Imaginemos que la hipótesis absurda fuera cierta. Aceptemos la ridícula idea de que son los controladores los que deciden su propio número, sin pensar en el inverosímil mecanismo que lo pudiera producir. En ese caso, lo único que podemos pedir es la expulsión inmediata de los gestores de la empresa que han permitido tal barbaridad. Y de los responsables de vigilar que esa empresa funcione en condiciones, o sea, Pepiño Blanco, y el gobierno.
Por ahí salta mi detector de cuentos chinos. Nadie discute que son pocos controladores. Si la culpa de eso fuera de los propios controladores, la responsabilidad sería de AENA, y el gobierno, por haber permitido esa situación. Y si la culpa fuera de AENA y del gobierno, que es lo natural, la responsabilidad sigue siendo de AENA y el gobierno. Y el cuento cambia; en vez de unos controladores hijos de puta, lo que tenemos es una AENA y un gobierno incompetentes. En este último caso no salta ningún detector; ¿acaso hay algún motivo para pensar que Pepiño, Rubalcaba y Zapatero, no sean unos incompetentes de órdago?
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Enlaces de interés a favor:
Crsitina Antón:
- El Informe Pelícano: cómo se llega a ser controlador
- El Informe Pelícano: en qué consiste el trabajo
- El Informe Pelícano: condiciones de trabajo
Francisco Capella:
Blog de Francisco Capella: Enlaces de no controladores:José María Ruiz Soroa, traído por Rafa Brancas: