Por qué le llaman propiedad cuando piden monopolio?
No hay duda de que no paran de enguarrar la discusión, claro síntoma cuando uno de los bandos no tiene argumentos. Le llaman ““pirateo” - ni que estuviérmos asaltando pesqueros en Somalia; y “robo” - cuando la ley exige violencia para eso. Y dicen estar defendiendo las ideas, nada menos. Como Arcadi Espada:
las ideas siempre tienen propietario, aunque parezca mentiraYa vimos que la frase era tirando a imbécil [-->]. Supongo que al decir "ideas" se trata de asimilarlo al caso de las patentes, aparentemente más fácil de hacer tragar. Y lo de insistir en lo de propiedad, cuando se refieren a la concesión de un monopolio, debe ser para tratar de colar la falsa impresión de un derecho más o menos universal, como el derecho de propiedad. Así que antes de poder pensar no queda más remedio que empezar por limpiar el campo de juego, que tan minuciosamente han emporcado los Espada, Savater, y sus amigos.
Como “propiedad” se las trae. Porque si te quitan el coche, la cartera, la casa, o el perro, ya no los puedes ni disfrutar ni vender. Ya no son tuyos. Pero si te copian una canción o una novelucha piojosa de Almudena Grandes, que ya son ganas, la canción y la novela siguen siendo exactamente igual de tuyas, y las puedes seguir vendiendo lo mismo que antes. La única “pérdida” que se puede alegar es el hipotético caso de que ese copiador hubiera podido pagar por copiar, en vez de hacerlo por el morro. Pero empeñarse en comparar eso con el robo de propiedad no es más que mentir con una caradura ciertamente asombrosa. Siguendo a Savater[–>], creo que se podría hablar de “imbecilidad moral” con mucha más propiedad que como lo usa él.
Y las “ideas” de Espada. El disfrute monopolístico de una “idea” tiene un nombre bien definido: patente. Que tiene en común con lo del “copyright” el aspecto del monopolio, pero muy poco más. La patente es sobre un artilugio o mecanismo que produce algo de interés. Y el que te vende algo bajo patente te da ciertas garantías de que lo que esperas del asunto se va a cumplir. El pelador de patatas va a pelar las patatas, y el proceso químico va a producir la sustancia esperada. Nada que ver con el “copyright”, que no es más que el derecho a recibir una copia de una infomación (serie ordenada símbolos). Que puede producir el efecto desado, el contrario, o mismamente matar a la abuela, sin que nadie sea responsable de nada de lo que ocurra.
No tiene nada que ver la justificación social del monopolio de patente, que también es toda una discusión por si misma, que la del monopolio de copyright. por eso no quieren discutir el asunto real. En qué beneficia a la sociedad el establecimiento de monopolios sobre información de disfrute, cuyo resultado es una lotería, y hasta dónde llegar a ese respecto (qué otros derechos limitar, etc). Prefieren el juego bronco y sucio, enguarrando el campo. Por algo será. Tal vez para que no se note.
Y una limpieza final para liberales, de Hayek:
Mientras la propiedad de los bienes materiales orienta el uso de los medios escasos a los fines más importantes, en el caso de los bienes inmateriales como las producciones literarias y la invenciones tecnológicas la habilidad para producirlas es también limitada, pero una vez han sido creadas pueden multiplicarse indefinidamente y pueden convertirse en escasas sólo mediante la ley con el propósito de generar incentivos para producir tales ideas. Sin embargo no es obvio que esta escasez artificial sea el modo más efectivo de estimular el proceso creativo del hombre. [(Viene de A. Esplugas -->]Tiene narices la cosa. Todo el progrerío postcomunista clamando por extender el derecho de propiedad hasta los límites de la virgüería, y los liberales prefiriendo delimitar el derecho de propiedad, y que la sutil virguería, o idea, sea un bien común. Arcadi se nos ha hecho socialdemócrata, sin enterarse.
Por cierto, algún día habría que hablar del curioso caso del software. Es claramente un artilugio para hacer cosas de interés, una herramienta de trabajo. Pero en vez de usar patentes, usa leyes como las del “copyright”, como si fuera una novela. Y si no hace el efecto que esperas, ajo y agua.
Pero de lo que no hay que hablar jamás es del cine español, si uno se preocupa medianamente por su salud. Parte con la ventaja de producirse en el segundo idioma más hablado de la cultura occidental, y algo así como el cuarto del mundo. O sea, tiene mucho más mercado natural que una película francesa, alemana, italiana, etc. Pero al parecer necesita “ayudas”; prodigio que consiste en que los españoles le pagan sus películas a Almodóvar o a Sinde, las vean o no las vean, les gusten o no les gusten. Incluso aunque les toquen las narices los alegres muchachos de la ceja, que tanto ayudaron a mantener al más irresponsable e inepto gobernante de la historia de España. Y encima cobran cuando los españoles compran cualquier medio en el que eventualmente se podría guardar una copia de una de esas películas tan populares que necesitan “ayudas” para poderse hacer. Eso sí que tiene cojones. Pagas por una película que jamás se te ocurriría ver, y pagas por la imposible eventualidad de guardar una copia de la misma. Pero si protestas, entonces eres un defensor de ladrones, de piratas, y, al decir de Savater, un “imbécil moral” [–>]. Yo, no siendo catedrático de Ética, me limitaré a pensar que él es un imbécil a secas. Por si no se ha dado cuenta de que si se trata de jugar sucio, también los demás podemos disfrutar. Si no quieren discutir los cuándo / por qué / cómo / y hasta dónde, entonces jugaremos a su juego.