Identititis 2011
La globalización tiene estas cosas. Te vas por ejemplo al otro extremo del mundo (y la cultura), pongamos Melanesia.
Y esperas encontrate gente muy diferente. No sé, antropófagos; o por ejemplo:Pero no es cierto; es irreal. Eso es como si llegaras a Sevilla durante la feria, y te encontraras a la peña disfrazada de pre globalización, o faralaes. En la vida normal los vas a encontrar vestidos exactamente igual que tú en esa circunstancia. Unas bermudas de nylon y una camiseta piojosa con alguna frase en inglés. Y las mismas ganas de comer carne humana que tú.
Incluso vas a hablar, y te vas a preocupar, de cosas muy parecidas. Porque somos lo mismo. Y aunque te empeñes en decirles que eres un vascopiteco, y por lo tanto la de dios, resulta que también han visto la tele, y también ellos desprecian a los de la isla vecina, que hablan distinto. Y, sobre todo, saben de cuentos identitarios. No cuela.
Las circunstancias nos hacen parecer distintos. Pero sólo es el "parecer", y cuando la circunstancia se asemeja, resulta que éramos iguales. Y la circunstancia es que todos padecemos los mismos noticiarios, vemos las mismas películas, jugamos las mismas loterías, y usamos la misma internet. En inglés, no en vascuence ni en bislama.
Y nos tragamos los mismos cuentos que salen, por ejemplo en la revista Time. Si hay grandes nevadas en la década de 1970, nos venden y nos tragamos una próxima glaciación. Si hace calor 20 años después, lo mismo con el achicharramiento global. Luego rizan el rizo, y las siguientes grandes nevadas son prueba del calentamiento global, que es lo que mola. Tanto en Vanuatu como en Amorebieta.Y luego pensarán que una boina hace identidad.