La solución UPyD al atropello Sinde: todos a pagar.

Ayer, entre Octavio  y Viejecita  me hicieron entrar en La Cloaca del Gorri. Con la disculpa de una felicitación farragosa, que no es más que un compendio de los extraños complejos del fenómeno. O un espejo del nota.

Pero ya que estaba, me entró curiosidad por si había algún indicio de las propuestas políticas de UPyD, esas grandes desconocidas, sobre las cosas que se están discutiendo últimamente. No sé, la crisis, las reformas necesarias, la reactivación de la economía española, la deuda pública, el estado de bienestar, nuestro sistema de control aéreo, la ley Sinde … ¡Bingo!, la ley Sinde les motiva, y tienen soluciones.

Aunque sea inútil buscar ningún intento de anteproyecto de solución para uno solo de los problemas mencionados antes de Sinde, para este ultimo sí tiene el gran Carlos un arreglo. El más fácil, y el más viejo: hacer que todo dios pague por aquello que los artistas no han demostrado que pierden, lo use el pagano o no lo use. Tal cual.

Primero explica por qué han votado en contra, no sea que pensemos que los diosecillos de UPyD estaban incluidos entre los “imbéciles morales” que señalaba Savater, su prestigio de cabecera:

Porque falta una Ley de Propiedad Intelectual adecuada a los tiempos que corren, para abordar la revolución forzada por la extensión de internet en las relaciones tradicionales entre autores, mediadores, canales y usuarios.

En un ejemplo muy claro de lo que consideran en UPyD una nueva forma de hacer política, no hay la menor mención de cómo podría ser una ley que abordara esa revolución. ¿Para qué iban a querer detalles los cerdos? Pero en cambio sí deja muy clara la solución del problema real; el bolsillo de los chicos de la SGAE. Nada de soluciones administrativas de dudosa constitucionalidad. No, es mucho mejor apañar por lo directo, como primera medida:

¿Por qué no abordar de una vez que las compañías telefónicas, las grandes beneficiadas y las que menos ponen en todo esto, destinen parte de los beneficios que obtienen del tráfico de internet a satisfacer su costo en términos de derechos de autor, inspirándonos por ejemplo en el papel de la REE en el transporte de electricidad?

Donde se refleja a la perfección la mentalidad de nuestro amable aspirante a gobierno. Las compañías telefónicas son las que menos ponen en todo esto, y supongo que los bites circulan por un hipocampo imaginario, y nosotros les pagamos por simpatía y afición, y no por lo que no han puesto. Los beneficios de las empresas son una extravagancia siempre a disposición de las ocurrencias del gobernante. Y, por supuesto, entrar a saco en ellos no supone que los consumidores vayan a pagar más por el mismo servicio. Deben ser "beneficios sobrantes", o algo así. Como el sueldo de los liberados sindicales a disposición de UPyD. Y el que los consumidores que acabarían pagando más sean todos los españoles, y todas las empresas españolas (o sea la economía española al completo), no parece ser un dato digno de atención de tan egregia cabeza.

Un impuesto universal, o peaje por entrar a internet, para pagar las descargas que no usas, en beneficio de unos pocos. Un monumento al asno socialista.  Este tío nos saca de la crisis en un pispás. O por lo menos a los “artistas” 😉.

Como segunda medida cambiamos el espíritu de nuestras leyes, ya que el artisteo tiene un problema:

¿Por qué no se regulan, como en Estados Unidos o Francia, las obligaciones legales del usuario particular que hace las descargas, en vez de perseguir exclusivamente a los mediadores tachados de piratas?

Y para rematar, le echamos imaginación. Siempre sin especificar; cosa de quedar bien, sin comprometerse a nada:

¿Por qué no reconocer en la ebullición de internet en España una magnífica oportunidad para propiciar desarrollos imaginativos de todo tipo llenos de consecuencias económicas positivas, en vez de verlo como un fastidio incontrolable y una faena para la gente de la SGAE y otras agencias semifeudales?

¡Ea! Ahí queda eso, y todos tan contentos. "Ebullición", "magnífica oportunidad", "desarrollos imaginativos de todo tipo", "consecuencias económicas positivas".¿Quien podría resistirse a comprar un paquete así? Pero estad tranquilos. Han prometido darnos otra oportunidad de votarles. ¡Hay que aprovecharlo! Yo lo compraría sin pestañear; sin mirar siquiera. Como quien compra una virguería financiera de última generación, sin poder saber lo que hay dentro, y olvidando que las últimas salieron ligeramente tóxicas. Y eso porque no me ofrece un crecepelo, que si no ...

En buena medida nacieron gracias a la existencia de internet. No lo hubieran podido hacer de otra forma. Y partieron con la gran ventaja de unos blogs que eran un verdadero lujo, desconocido entre los partidos políticos. Pero nunca entendieron que las ventajas de internet tienen contrapartidas. Es difícil engañar descaradamente, y más difícil ocultar los atropellos. Y se quedaron sin blogs. Nacieron por internet, y no sería raro que desaparezcan por culpa de internet. No pasan de la ocurrencia, o anécdota, sin entender el campo de juego. Y por eso plantean un contradiós. Pedir el voto a gente que piensa, pero llamándoles imbéciles.

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Nota: no he puesto el enlace el blog de Carlos Martínez Gorriarán, porque da “yuyu”. Pero cualquier buscador te dará la solución.