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De Hombre de Estado a homínido etnicista premoderno

DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL A LA INDEPENDENCIA. PASANDO POR QUEBEC

Artículo de Jordi Pujol publicado en el “Centre d´Estudis Jordi Pujol” del 25-1-11

 

Pujol ya añade la estelada independentista a su artículo (L. B.-B.)

Con un breve comentario al final:

DE HOMBRE DE ESTADO A HOMÍNIDO ETNICISTA PREMODERNO

Luis Bouza-Brey (2-2-11)

Podría ocurrir que de aquí a un tiempo en el tema de la relación entre España y Catalunya nos tuviéramos que enfrentar al dilema siguiente: o la España que el Tribunal Constitucional ha dibujado, bajo presión descarada del PP, posición entre ambigua y bajo mano también contraria del PSOE y el apoyo mayoritario de la opinión pública española, o la independencia.

Hace unos años parecía que podríamos evitar esta disyuntiva. Hace treinta, o treinta y cinco años, e incluso hace diez años parecía viable que una evolución favorable de la interpretación de la Constitución y los efectos positivos de una colaboración política, económica y de hábitos convivenciales entre Catalunya y España fuera consolidando una estructura del Estado español que permitiera el reconocimiento claro y consolidado de la personalidad propia y diferenciada de Catalunya. Con respeto y garantía de la identidad, con una grueso de competencias que realmente significara un autogobierno muy importante y con la financiación adecuada para atender bien a sus ciudadanos y elaborar y aplicar proyectos colectivos ambiciosos. Naturalmente, todo ello comportaba una contribución leal y a fondo por parte de Catalunya al progreso democrático, económico, social y de prestigio de España. Es lo que, en algunas ocasiones, desde estos editoriales hemos denominado el proyecto Vicens Vives/Espriu. Esto ha fracasado. Desde hace unos años se ha ido consolidando un modelo homogeneizador, de techo competencial muy bajo, es decir, de autogobierno muy limitado y sometido a un creciente ahogo financiero. Esto encaja completamente con la concepción de siempre de España, con el objetivo que siempre ha tenido: un poder político unificado, una centralización económica y una uniformización lingüística y cultural de signo castellano. Es el final de Catalunya como nación, lengua y conciencia colectiva. No mañana mismo, pero sí a pocas décadas vista. A través de un proceso gradual de marginación y de residualización de la catalanidad. Porque a estas alturas es ingenuo pensar que se podrá frenar el proceso de ir atornillando la Autonomía, y de hecho la identidad, el autogobierno y la economía de Catalunya con nuevas negociaciones, como pretenden aún algunos socialistas catalanes. Si algún cambio puede haber, de momento, es más fácil que sea para mal que para bien.

Por lo tanto, la alternativa a esto ahora tan solo podría ser la independencia.

Como acabamos de decir, durante muchos años el nacionalismo catalán mayoritario no ha sido el independentista. Ha jugado la carta de un autonomismo que garantizara política y administrativamente un techo alto, económicamente viable y con garantía identitaria. Y rehusaba los requerimientos que algunos sectores le hacían de que se adhiriera al independentismo. Tenía argumentos para hacerlo. Ahora ya no los tiene. Ahora puede tener argumentos de viabilidad (no de viabilidad económica. Una Catalunya independiente es viable). También de voluntad de no poner en peligro la cohesión interna catalana. Pero incluso este argumento pierde peso a medida que se acentúa tanto y tanto el trato económico discriminatorio, con repercusiones sociales y humanas. Ahora no tiene argumentos políticos y cada vez menos, argumentos sentimentales. O económicos. La opción independentista es de difícil realización. La otra, la que nos impone España, la de los partidos españoles y de las instituciones españolas, no es tan difícil porque equivale a rendirse. Y a aceptar la marginación y el ahogo de Catalunya. Por lo tanto, fácil. Pero es nuestro final colectivo. Llegado el caso, alguna gente, que jamás hubiera soñado hacerlo, votaría independencia.

Hubiese habido un modo de evitar esto. Que se hubiese aceptado que Catalunya es un pueblo con personalidad propia, con derecho a ser respetado y considerado como tal. Y eso era posible dentro de España. Pero requería, en primer lugar, no negarse a la evidencia. Y a la justicia. Y, por lo tanto, no negarle el derecho a su identidad y a un autogobierno adecuado a su Historia y a su vocación. Cosa que era posible pese a que la Constitución acabara incorporando la generalización autonómica. Pero de forma que dejaba la puerta abierta a los hechos diferenciales. Una puerta que pronto se cerró (con la excepción de los derechos históricos del País Vasco y de Navarra, y los conciertos correspondientes).

Pero ahora ya es un criterio muy general que el «café para todos» fue un error, y peor aún ha sido la forma en que se ha llevado a cabo y la forma en que se quiere culminar su aplicación. Lo dice ya, sin ambages, gente de primera fila tanto del PSOE como del PP. Sin ir más lejos, ayer lo dijo José Bono. Toda una sorpresa. Algunos, pocos de momento, incluso dicen que quizá existiría la posibilidad de reconducir esta situación. Hablan, por ejemplo, de que hay que admitir que «Catalunya es el Quebec de España». Quebec no estaría bien en Canadá, ni tratado correctamente si se le equiparara a Alberta, Labrador, Ontario o la Columbia Británica, territorios de raíz inglesa, anglófonos y de origen histórico muy diferente al de Quebec.

En su momento esta hubiese sido una buena solución. ¿Ahora es posible? En cualquier caso, entre la independencia y ser el Quebec español mucha gente votaría lo segundo. Pero podría ocurrir perfectamente que para España el estatus de Quebec fuera tan intolerable como la independencia.

Mientras esperamos el día de un hipotético referéndum oficial y vinculante, los catalanes sí que tenemos un objetivo muy claro: reforzarnos internamente. En economía, en creatividad cultural, en el refuerzo de nuestra sociedad civil… Sin esperar demasiada ayuda ni demasiada justicia. Pero con la confianza que nos da una constatación: en Catalunya tenemos país. Hay gente con iniciativa. Ahora también, pese a la crisis y la hostilidad española. Y mientras haya país habrá futuro. Y el país irá aplicando día a día su derecho a decidir.

Breve comentario final:

DE HOMBRE DE ESTADO A HOMÍNIDO ETNICISTA PREMODERNO

Luis Bouza-Brey (2-2-11)

Tiene razón Pujol: España, como cualquier Estado democrático, no puede aceptar la confederación con una parte de su territorio, en la que no rija la Constitución y el ordenamiento jurídico común, en la que se suprima el idioma común y cooficial, y en la que se elimine la igualdad derivada de un sistema financiero sin privilegios. Las previsiones de Pujol y el nacionalismo catalán fueron erróneas: la Constitución no puede dar paso a la Confederación, que es lo que siempre han pretendido de una manera solapada. Y el sistema de Concierto debería ser derogado para todos los territorios españoles, sin permitir la subsistencia de privilegios precontemporáneos contrarios a la igualdad y la solidaridad democráticas de la modernidad.

Por eso los nacionalistas catalanes están en su derecho de reclamar la independencia, y quizá les convenga a ellos —no a Cataluña, distingamos— reclamar la independencia para salirse al nicho extraeuropeo, abandonar el mercado español y eliminar por la fuerza el pluralismo de la sociedad catalana para homogeneizar a toda la población pasándola por el “adreçador” etnonacionalista y neofranquista.

Pero la independencia sólo se puede obtener mediante una reforma constitucional aprobada por el conjunto del pueblo español, cuando éste esté harto de chantajes, irracionalidades y privilegios. Otros caminos constituyen sedición, implicarían la suspensión de la autonomía de acuerdo con el art. 155 de la Constitución, y el procesamiento y castigo de los sediciosos.

Los nacionalistas, que hablan permanentemente de la “construcción nacional”, lo que están consiguiendo es destruir Cataluña, degradarla y alejarla de la creatividad, el pluralismo y el progresismo que parecían connaturales a su espíritu. Han abandonado el nacionalismo cívico de los primeros tiempos de la transición y se han encerrado en el nicho tribal y premoderno de la Europa anterior a la Revolución Francesa.

Los nacionalistas tienen la cara dura de quejarse de la explotación exterior “española”, después de episodios epidémicos como los veinticinco años del ¿3%?, el caso Palau, los sueldos desmedidos de los políticos catalanes, el derroche en “embajadas” y asesorías para los parientes y afines, las subvenciones a fondo perdido para sus redes mediáticas,  clientelares y “omniculturales”, la opacidad de su gestión financiera y, en general, el hedor a corrupción que emana del “oasis”.

Claro está que así nunca les llegará el dinero que obtengan y, finalmente, conseguirán arruinar definitivamente el país, cuando el resto de los españoles y un Gobierno central decente —cuando llegue— se harten de tanta mandanga tramposa y descarada.

Por eso el señor Pujol tiene derecho a sentirse defraudado con una autonomía muy superior a la del Estatuto de Nuria, y defradudado por  no haber conseguido imponer el Estatuto inconstitucional del 2005. Pero el señor Pujol debería recapacitar y ponerse a pensar que quizá no eran realistas sus expectativas de una independencia “arregladita”, con todas las ventajas de la soberanía, y sin los inconvenientes de pérdida de mercados para la industria catalana, de expulsión de la Unión Europea, y de tener que pagar cañones, barcos, tanques y aviones para un Ejército propio. Por eso el Señor Pujol se ha quitado el disfraz de Hombre de Estado  de los inicios de la transición y se ha vestido con su verdadero ropaje de homínido etnicista, reaccionario y premoderno.

No creo que con este nuevo ropaje ni los catalanes ni el resto de los españoles continúen percibiendo sus delirios como justificados y aceptables. Sospecho que el fin de la farsa se aproxima, y lo que no entiendo es el papel de Duran i Lleida, político sensato y certero, haciendo el papel de comparsa de sus coaligados del núcleo dirigente independentista de CDC y siguiendo los nuevos rumbos del Sr. Pujol.


  • Luis Bouza-Brey 2011-02-03 20:23:23
    En Libertad Digital de hoy aparece un artículo de Pio Moa sobre Pujol y el secesionismo. Es interesante, y Moa es interesante, sobre todo, por desenmascrar los falsos mitos de la historiografía oficial antifranquista. La miseria de Pujol: http://www.libertaddigital.com/opinion/pio-moa/la-miseria-de-pujol-58231/
  • Jose Maria 2011-02-03 09:15:22
    Luis estupendo tu analisis del articulo de este "traidor". Si digo traidor porque para nada estaba en el pacto constitucional lo que despues ha querido y ha tratado de llevarse primero con mentiras y lisonjas y ahora con la careta quitada. Pues bien mejor es que a partir de ahora todo el mundo sepa lo que somos, las cartas estan repartidas.
  • Hilarión 2011-02-03 09:18:27
    Estoy de acuerdo con el comentario, menos en el concepto que tiene Luís del político Durán y Lérida. Este personaje lo mismo puede ser nacionalista, que autonomista, que centralista, que rojo, que azul. Depende de lo que convenga.
  • Tucidides 2011-02-03 09:39:29
    ¿Quebec o la independencia? No hace falta ni contestar.Es obvio. Ceterum censeo carthaginem esse delendam ¿Que estallo en los trenes?
  • Maleni 2011-02-03 09:46:38
    Me voy a salir de la coordenada Cataluña-España que es la única que ven nuestros nacionalistas para seguir con la pataleta. Cuando dice "aceptar la marginación y el ahogo de Cataluña". Estoy pensando en lo que un país tradicionalmente soberano en relación a la Unión Europea dice en relación a la pérdida de soberanía respecto a Europa. Salvo el caso de Reino Unido y algún caso puntual en otros países ¿se ha oído alguna manifestación con semejante dramatismo por la cesión de soberanía?. Cierto es que las entidades nacionalistas siguen en su fase expansiva ad aeternum, pero entenderá el Sr. Pujol que el sentido común lo que hace es centrar la atención en aquello que produce más ventajas a más personas y durante más tiempo. Y no estar permanentemente en esfuerzos que benefician a unos pocos para crear algo sin una repercusión claramente mejorable, salvo para aquellos que sienten que aquello es mejor. Pero son una minoría que además se constituye a base de privilegios en mucho mayor medida que por esfuerzos propios (si esto es falso me tendrían que convencer porque a día la imagen más extendida es esta).
    • Maleni 2011-02-03 10:13:49
      a día de hoy. Se repite "en relación a".
  • Maleni 2011-02-03 10:04:33
    Y si Catalunya es una cosa para los nacionalistas y la opuesta para los no nacionalistas habrá que establecer algún convencionalismo para poderse entender. Lo que para unos es grandeza, la identidad diferenciada y los logros de la misma, para otros es la ruina, la corrupción y el nepotismo del nacionalismo. Pero así no llegamos a ningún lado.
  • Tucidides 2011-02-03 10:48:11
    Recuerdo un paseo por las llanuras de Abraham,con una resignada (y luego compensada con la esplendida vista panorámica del río San Lorenzo) novia griega que hacía lo posible por fingir interés ante mis inmisericordes explicaciones sobre la disposición de las tropas de Montcalm (el héroe local) y la carga final de Wolfe.Y la manera como ambos acabaron la batalla en la barca de Caronte. Alguna tarde que otra he pasado ocupándome de la historia del Quebec....Y he de decir que cualquier parecido con la de Cataluña es mera coincidencia. Otra cosa es....¡Que si cuela,cuela! Pero va a ser que no cuela. A estas alturas hasta mi hija de 9 años....sabe que pañuelo contante y sonante usan los nacionalistas para enjuagarse las lágrimas.Pero con un páis quebrado y con 5 millones de parados,ya no queda ni un triste kleenex que prestar.Así que deberán Monsieur Pujol y Monsieur Más resignarse a la (para ellos odiosa) igualdad de derechos y deberes con el resto de españoles....o,en caso contrario....desplegar velas y zarpar con viento fresco.Llevando tanta paz como tranquilidad dejen.
    • Maleni 2011-02-03 11:14:28
      Según Dion hay muchas historias de Quebec según quién las cuente. En alguna de ellas tendrían cabida los delirios de Pujol y compañía. Esta misma realidad la vivimos aquí. De como cuenta la historia un nacionalista a un no nacionalista va un abismo. A las dificultades que he tenido para retener fechas se suma esta, de manera que cuando alguien empieza a adentrarse en jardines históricos, casi que digo que tengo prisa. Ahora con Wikipedia y el internet esto puede haber mejorado. Hay datos a los que puedes recurrir con cierta seguridad y no yendo simplemente a la frágil memoria aderezada de demasiada literatura.
      • Tucidides 2011-02-03 11:19:29
        La cuestión para el Pais Vasco,dama....es que el que nacionalista que cuenta su historia se llama Pichirrintxi y Cagarrotzua ,y el no nacionalista que cuenta la suya se llama Miguel de Unamuno o Pio Paroja. A partir de ahí...cada cual elige sus maestros.
      • Al 2011-02-03 11:39:41
        Pr muchas historias que haya de Quebeq seguro
      • Al 2011-02-03 11:57:52
        El mensaje se ha cortado, luego ha salido mas abajo, pero creo que se entiende, era respuesta a lo de arriba de Maleni. ¿Modelo quebequés?, vale, encantado. Pero igual que allí eh?, sin trampas.
  • Al 2011-02-03 11:11:46
    Creo que los separatistas han repasado todos los "modelos", desde el irlandés al sudanés pasando por Canadá y los Balcanes. Según les conviene, claro. Que no les convienen en absoluto, por otra parte, a nada que se examinan las diversas situaciones. Nuestro escenario no se parece en nada a Quebec ni a ninguna otro. En fin, quizás algún lustro de estos nos cansemos de marear la perdiz y nos decidamos a preguntar a los 1/2expañolitos que modelo de estado quieren, mientras tanto seguiremos charlando de la última boutade de Anasagasti o de Puyol. Y van.. .
  • Al 2011-02-03 11:54:02
    Pr muchas historias que haya de Quebeq seguro que no hay ninguna que se remonte a antes de Jesucristo, a ver que me comparas. Los vascos inventamos la txapela, euskadi estuvo a salvo del diluvio, colonizamos el mundo y esos puñeteros quebequeses no son si no el rescoldo pe las peleas entre franceses e ingleses. Ni punto de comparación. En serio, la colonización de Canadá por franceses e ingleses, su formación como estado con Quebec como reducto gabacho y enfrentado por indiosincracia al resto, es lo mas alejado del contexto ibérico. Aunque como he manifestado otras veces, estaría encantado que aplicásemos su modelo aquí, con la misma claridad en los referéndums. Porque allí se les pregunta a los ciudadanos lo que quieren, no como aquí, y encima ni nos quejamos (los no separatistas).
  • Maleni 2011-02-03 12:06:49
    No es por aplicar el complejo paleto que tenemos respecto a ciertos países, pero cuando oigo hablar a estos políticos e intelectuales de países "serios", siento que tengo una boina en la cabeza. Escuchándoles te das cuenta de que alguien utiliza el lenguaje para emitir razones frente a quién lo utiliza para emitir sonidos sin sentido. El ejemplo de Pujol es significativo de cómo se evoluciona en este país. Recuerdo oír hablar bien de Pujol en Madrid y a personas que se podrían tildar de centralistas. Pero, de repente, tiene el síndrome de involución a Atapuerca tan característico del nacionalismo vasco.
  • Maleni 2011-02-03 12:19:16
    A lo que decís sobre Quebec yo añadiría que si la lengua que me hacen tener como propia es el francés no lo consideraría una desventaja ni un oprobio. Que le digan a un canadiense que se instala en Quebec que tiene que adoptar obligatoriamente el quechua - caso vasco- o una lengua del medievo francés -por asimilarlo al caso catalán-,para vivir en Quebec. A ver si esto cunde en una mente del siglo XXI.
  • Hilarión 2011-02-03 12:21:01
    Al, te quedas corto. Sé de buena tinta que en el Paraiso Terrenal todos, Adán, Eva y los animales (incluída la serpiente), hablaban batua. Maleni, no solo se hablaba bien de Pujol en Madrid, sino que el ABC hasta lo nombró español del año.
    • Al 2011-02-03 15:08:00
      ¿corto...?, pues claro, si hasta la manzana era de caserío...¡y Dios no pudo crear el mundo hasta que se sacó el EGA!
  • Jose Maria 2011-02-03 12:30:13
    Como sabeis cuando se hizo la constitucion, (recordar las veces que gritabamos aquello de "libertad, amnistia y estatuto de autonomia" incluso en Madrid), hubo un pacto y todos los españoles cedimos en nuestros puntos de vistam, sobre todo para incluir a los nacionalistas en ese camino. PUes bien estos nacionalistas lo traicionaron, unos antes como los vascos y otros mas tarde como los catalanes. por lo tanto son unos felones y unos traidores y a partir de ahora toca ponerse de nuevo a trabajar sin tenerles en cuenta a ellos que pintan muy poquito.
    • Maleni 2011-02-03 12:51:58
      Jose Maria: voy a dar una visión peculiar pero no muy equivocada. Pujol se queja y con razón de que los socialistas en Cataluña han jorobaó el Perú, adoptando el catalanismo pero dotándolo de gran esperpento. Montilla y compañía han desprestigiado a Cataluña y estoy de acuerdo con Pujol. Pero una cosa es que a los no nacionalistas nos venga eso muy bien y otra que se hayan hecho bien las cosas y no se han hecho bien. Los catalanes no han sido en la étapa democrática los ridículos que ahora parecen ser. Y pretender algo serio como un referéndum no puede estar entre lo que soliciten seres ridículos.
      • Maleni 2011-02-03 12:54:35
        Creo que no es muy equivocada pero puede serlo.
  • Maleni 2011-02-03 12:59:15
    Montilla lo que parece haber deseado y en cierta medida logrado es quitar la parte más religiosa, o simbólica, al nacionalismo catalán. Pero el nacionalionalismo catalán a diferencia del vasco, no tenía un exceso de simbolismo y, ahora, sin embargo, lo esta pidiendo. Volvemos a Atapuerca.
  • Maleni 2011-02-03 14:00:11
    Generalizando aún más, yo diría que el nacionalismo periférico fracasa cuando la izquierda pretende experimentar con él. Será porque es un resquicio del Antiguo Régimen dotado de cierta entidad en el romanticismo, que no se sostiene con la modernidad de los movimientos y partidos postrevolucionarios. Sinceramente el futuro que le veo al catalanismo es la coalición con un partido de derechas.
  • octavio 2011-02-03 14:25:41
    Mi visión es mas simplista... que se quieren largar...referendum nacional en todo el estado Español... pregunta... quiere ser independiente SI o NO.... que resulta que SI... pues es "adeu" o "agur".... que NO, se acabaron las gilipoyeces de por vida. Pero eso si.. como tenemos que tragar con el hecho de que son los territorios los que tienen derechos y nos los ciudadanos... pues los territorios donde salga el NO ...se quedan, por ejemplo las ciudades dormitorio de Barcelona, San Sebastian, ¿sigo diciendo nombres?
    • octavio 2011-02-03 14:27:16
      ¿O es que encima de puta territorial tenemos que poner la cama de negarle a los ciudadanos de los territorios que digan que no, el derecho a quedarse?
      • Al 2011-02-03 14:59:07
        Bueno, yo diría que esa es exactamente la situación que disfrutamos a día de hoy, sin necesidad de referéndums ni gaitas en vinagre. Yo creo que por fin inventamos algo apañeros, la política mágica.
    • Maleni 2011-02-03 15:02:26
      Sobre eso tb habló Dion y dijo que los secesionistas quebequenses niegan a los territorios que quieren secesionarse de Quebec el derecho a hacerlo. Ese fenómeno es curioso y aún nuestros nacionalistas no lo han contemplado. Ante la previsión de la secesión ¿no habría territorios en Cataluña que se quisieran secesionar del nuevo ente?. ¿¿Con qué argumento el ente secesionado se niega a conceder el derecho a la autodeterminación al grupo que así lo solicite dentro de su espacio?.
    • Tucidides 2011-02-03 15:02:31
      Para eso romano tendría que haber aquí un numero mínimo de españoles dispuestos,si llegase el caso, a vestir el uniforme azul de la Unión y plantarle cara a los condeferados si empezase aquí el asalto a Fort Sumter. Pero no lo hay.Si los nacionalistas se atrevieran (otra cosa es que se atrevan,porque tampoco es que sus lideres sean William Wallace )a proclamar la independencia con dos cojones...tu y yo sabemos que la clase política española,el ejército y la sociedad respondería,pese a los doscientos mil argumentos jurídicos,historicos y morales que legitiman la defensa... con un "Ay Mari Pili".Y la independencia sería cosa hecha.Ni enclaves constitucionalistas,ni gaitas.Tó el paquete completo. Así que pa que ponernos estupendos.Como decía José Mota...ir pa ná es tonteria. Ahora eso sí....por lo que este menda no pasá.Lo juro por mis muelas.....es por lo del apañito quebecuá.Antes quemo el DNI.
      • octavio 2011-02-03 15:44:45
        Por eso la proa...deberia ser ciudadanos. Ser defensor de la unidad de la Nacion ... de España... desde Madrid... tiene valided...pero poco merito.
      • Tucidides 2011-02-03 17:19:58
        Vale,pero la cuestión que yo enfoco es otra.El principio de unidad,siendo valioso,lo considero jerárquicamente muy por debajo del principio de igualdad de derechos y deberes.Sin este....la nación española no me importa un carajo. Y me resultará mil veces mas respetable un independentista que un unionista a lo quebequés...o a lo foral. Como me resulta mas respetable el marido o la esposa que abandona el hogar conyugal por falta de amor,que el/la que se queda poniendo condiciones y exigiendo contrapartidas asimetricas.
      • octavio 2011-02-03 17:26:43
        Tuci..estoy de acuerdo contigo en que asimetrias...ni una. Si para encajar en nuestro estado comun ahí que buscar un marco donde se hagan visibles las diferencias... mejor es que se piren.
  • Maleni 2011-02-03 15:44:43
    Recuerdo la tabarra comparativa que nos daban en el doctorado en la Universidad del País Vasco. Era tal la confrontación existente entre los profesores nacionalistas y los no nacionalistas (socialistas) que al final sólo se hablaba de Quebec, de Irlanda del Norte y de Córcega para no entrar en asuntos domésticos que a todo el mundo conseguían enervar. Yo escuchaba y algo se me quedaría pero trataba de no intervenir porque nunca he entendido que haber nacido casualmente en un lugar y no en otro, si llego a vivir un kilómetro más lejos no sería vasca sino castellano-leonesa, que digo que no podía montar un solo argumento para decir que yo defendería algo como lo que buscan esos agraviados periféricos. Como era yo la que tenía un déficit de sensibilidad "democrática" me callaba. Cualquiera decía en ese momento que ponerse de parte de la causa independentista era tener un déficit de sensibilidad democrática. Donde hay balas hay paz y consenso, no te jode.
    • Maleni 2011-02-03 15:50:46
      Eran los años de plomo y como os podéis imaginar la facultad de políticas era un espacio especialmente abierto para que todo delirio nacionalista extremo tuviera su despacho bien representado y financiado. Era ir por los pasillos y oler a cuchillo.
    • Maleni 2011-02-03 16:51:47
      La pregunta es la aquiescencia de los ciudadanos catalanes con los nacionalistas es ¿producto exclusivo de la democracia o existe coacción?. Esa es la gran duda que yo tengo. Durante un tiempo yo tenía esa idea de que en el electorado catalán primaba que el nacionalismo era ese gran proyecto al que alude Pujol. Pero la noción que tengo ahora es que muchos catalanes ya no creen eso. La duda que tengo es si ello se debe a que CIU ha estado en la oposición y ya no se ha empujado el carrito en esa línea, lo cual se puede recuperar si vuelve al poder, o si la única solución que queda es que se acentúe la asimetría entre Cataluña y el resto de CC AA. El futuro de Cataluña depende de su estatus diferenciado del resto de España.
      • Luis Bouza-Brey 2011-02-03 17:33:42
        Cuando la asimetría deje de ser un privilegio benéfico y les comience a resultar cara y perjudicial en sus relaciones de mercado, la mandanga diferencial y victimista se evaporará. El caso es que, hasta ahora, sus mendangas les han resultado productivas.
  • Luis Bouza-Brey 2011-02-03 17:29:55
    A mi me ha parecido siempre un gran error aceptar la lógica del status diferencial de Cataluña: esa es una mandanga nacionalista para vaciar el Estado, alcanzar soberanía y salirse de España cuando les convenga romper, o no salirse formalmente, pero ser absolutamente soberanos aprovechándose del resto de España y de la pertenencia a Europa, aunque con Concierto catalano-vasco y dominio total de la cultura en el territorio catalán. Ese es su delirio, que tan bien explicita Pujol en su artículo. Pero el pensar que el nacionalismo catalán se hace soberanista porque los demás corren detrás y los alcanzan me parece una trampa, lógica, psicológica e ideológica: el pacto constituyente fue el de construir un Estado autonómico, no una Confederación de taifas producto de la paranoia esquizofrénica de los nacionalismos. Si no están conformes, que propongan una iniciativa de revisión constitucional para conseguir la independencia o la Confederación. Si siguen otros caminos incurrirán en el delito de sedición y en la pérdida de la Autonomía. En esto no puede haber medias tintas, ni el acostumbrado cambalache, porque nos jugamos por enésima vez la democracia. Yo no sé si soy extraterrestre o qué, pero como español me resisto a aceptar que somos un país de idiotas condenado al basurero de la Historia.
    • Maleni 2011-02-03 17:55:04
      No creo que seas un extraterrestre, yo creo que mantienes la postura de una persona de izquierda y moderna. Lo primero es la igualdad de las personas ante la ley y las instituciones y lo histórico, por vigencia y sentido que haya tenido, no justifica la desigualdad. Pero hay otra realidad y es que muchos ciudadanos no nacionalistas no se oponen a que estos tengan ventajas si alguien justifica dichas ventanas y las califica de necesarias para la convivencia pacífica. Eso incentiva la pataleta de los nacionalistas pero nadie se moviliza en contra. Se asume como parte del status quo. En España es así.
  • Maleni 2011-02-03 18:27:06
    He leído a Sartori decir que la desigualdad va rodada, es suficiente con un pequeño grupo se organice y persevere en un objetivo, para que se consigan beneficios (puede servir de ejemplo hasta Upyd). Lo difícil, lo que requiere ir contracorriente es la igualdad. Habiendo tenido la experiencia de que gente directamente agraviada por los nacionalistas, quedándose injustamente excluídos de procesos de oposición, no hacen absolutamente nada ni presentar un triste recurso, creo que es una batalla muy dura oponerse a estos. Imposible no hay nada pero requiere una hercúlea predisposición y en esta democracia nuestra parecemos súbditos caribeños en mayor medida que egipcios.