Los faisánidos. Como cuando Felipe González, se trata de ser o no ser bananeros.
¿Da pereza hablar del Faisán, verdad? El caso Faisán, Faisán Al Veraz, Faisanín Camacho, la nevera de Garzón, y la biblia en verso. El director general de la policía, el jefe de la policía en el País Vasco, y un comisario, procesados por colaboración con ETA.
Pues no hablemos de los faisanes, que ya habla todo el mundo, y hablemos de los faisánidos. Los que añoran un país bananero donde el que manda puede hacer lo que se le ponga en los caprichos, especialmente si el que manda es de los míos. Gente que va de seria y da lecciones de democracia y de estado de derecho. Un peligro público como el diario El País:
Para Ruz, avisar a un enlace de ETA de que los miembros de la red de extorsión iban a ser detenidos, aunque sea con la finalidad de no entorpecer las negociaciones entre el Estado y la banda terrorista y de acabar con la violencia en Euskadi, constituye un delito de colaboración con banda terrorista, castigado con un máximo de 10 años de prisión, y otro de revelación de secretos, con un tope de tres. [-->]Para Ruz (juez Ruz, si no os importa), para Fumanchú, y para cualquier cerebro no acanallado de cualquier parte de la galaxia. La finalidad con la que se comete un delito puede ser todo lo discutiblemente noble que se quiera, pero eso no le quita al delito su condición de tal. Menos para El País, claro, si el delito va por cuenta de Rubalcaba, o cualquier otro que sea de la trinca. Y "acabar con la violencia en Euskadi" tiene muchas formas posibles, no todas ellas aceptables. Por ejemplo, una forma de acabar con "la violencia del violador" sería que la policía aconseje a la que le vaya a tocar la lotería que se abra de patitas, y se relaje. ¿Que no?
España tiene muchos problemas, sin duda. Decidirnos a dejar de ser gentuza puede que sea la madre de todos ellos. Porque la otra solución, que en El País sean simplemente subnormales, no computa.
Pero esta estrategia faisánida tiene sus ventajas. Si lo que quieren discutir es la validez de un delito sí cometido, y si la disculpa es “acabar con la violencia en Euskadi”, que nos cuenten cómo podía conseguir ese objetivo el director general de la policía sin contar con Ruby y ZP. ¿Son los polis, por su cuenta, los que deciden qué delitos favorecen la política del gobierno? Me apunto; me vale. Discutamos eso. Porque la otra versión, que no actuaban por su cuenta, necesita que sus jefes den la cara, y digan que los responsables son ellos. Y no parece que estén muy dispuestos.