Groupthink, or not groupthink? El sectarismo ideológico como sustituto de la religión.
Nota. Viene de:
Precisando: Aunque lo que observamos es la paulatina sustitución de la religión por el sectarismo ideológico, no creo que sea riguroso decir que el sectarismo sustituye la religión. Lo que hace es sustituir la principal función social de la religión, según la religión abandona el campo de juego: la cohesión social. Y lo interesante es averiguar si lo está llevando a cabo mejor, o peor.Pero para eso hay que saber primero a qué le llamamos mejor o peor, y por qué. Pongamos, por la pura observación, que toda sociedad necesita cierto grado de cohesión, porque si no se desintegra. Que se desintegre no tiene por qué ser malo, dependerá de lo que salga de la desintegración. Pero lo que ocurre es que lo que sale, o tiene el mínimo de cohesión, o se desintegra a su vez. Aceptar este hecho no es algo apetecible para alguien constitutivamente ácrata, pero los hechos son los hechos, y no dependen de las apetencias.
Al mismo tiempo que sabemos que hay un mínimo imprescindible de cohesión social, también sabemos que esa cohesión tiene sus problemas. Podemos ponernos técnicos, y mencionar el groupthink [–>], el tribalismo [–>], sectarismo [–>]. Sólo son distintos aspectos o aplicaciones del mismo fenómeno: la necesidad de cohesión, desmadrada. Ahoga la creatividad individual, que es la única herramienta con la que los humanos pueden producir nuevas ideas y nuevas soluciones, necesarias en un mundo inevitablemente cambiante. Y ahoga la competencia de ideas y soluciones, que es el único procedimiento conocido para elegir las mejores. Vamos, que asegura la toma de malas decisones (ver groupthink [–>]), y la adaptación a los cambios.
Ahora empezamos a tener un idea de qué tipo de cohesión social será “mejor” o “peor”. Si es insuficiente, será mala porque no cumple su función, necesaria. Si es excesiva será mala, porque ahoga la creatividad, que sólo es individual. Así que la cohesión “buena”, o mejor, será aquella que se sitúe en el margen que va de ser suficiente a no ahogar la creatividad.
También tenemos una herramienta para distinguir qué sistema de cohesión se está desmadrando. Por ejemplo, el que pretende silenciar ideas sin discutirlas, sin permitirles competir en el mercado de ideas. A menudo con un procedimiento tan rudimentario que sala inmediatamente a la vista. Ponerle nombres a los “otros”, y quitarles el derecho de ser atendidos a todos a los que se encaje dentro de ese calificativo. Y sólo nos queda mirar si hoy en España esa práctica de cohesión excesiva y anuladora de la creatividad la está llevando a cabo la religión católica, y la están llevando más a cabo las ideologías que la sustituyen como elemento de cohesión. Por ejemplo, ¿qué se oye más?
- Contigo no debato porque eres socialista, marxista, ateo, materialista, hereje, etc.
- Contigo no debato porque eres facha, defensor de pederastas, creyente, negacionista, big oil, etc.
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Fin (Si hay algo debajo, es publicidad. A veces ha sido engañosa)
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