¿Científicos del clima, cafres, ... en los dos bandos? E Irene.
Anthony Watts tiene un comentario bien traído a cuenta de tres noticias de los últimos días sobre conductas personales inaceptables en la discusión del clima:
Me interesa menos lo de los activistas, o políticos; en este caso Al Gore. Que establece un paralelismo entre los discrepantes de la tesis mayoritaria sobre el "cambio climático" y los racistas [-->]. Con la flipante propuesta de que se trata, como en el caso de los racistas, de "ganar la conversación".¿Ganar la conversación? Tal cual; consiste en avergonzar tanto al que tiene la idea tabú como para que no se atreva a abrir la boca en público. Como ocurrió -dice, con el racismo. De ser un lugar común los chistes y comentarios racistas, a convertirse en algo completamente obsceno.
Que Al Gore se olvide, al pretender aplicar esa táctica tan del gusto del progrerío, que antes de “ganar la conversación” hay que ganar la discusión, es solo lo que se puede esperar de un cafre de tendencias fascistoides [–>]. Algo nada inhabitual entre políticos y activistas.
Me interesa mucho más lo que trae Watts de científicos. Figuras, además, muy representativas. James Hansen, y Pat Michaels.
Hansen ha sido arrestado por tercera vez en una protesta callejera.
Se trata sin duda de la principal figura científica de la CO2-fobia. Cosa nada extraña con su brillante carrera, sus 70 años, y su puesto de director del Institito Goddard de la NASA. Pero ...
The protest isn’t the first for Hansen, who was among scientists raising concerns about global warming in testimony to Congress in 1988. He was arrested in 2009 at a West Virginia coal mine, and issued a call in 2008 for executives at oil and coal companies to “be tried for high crimes against humanity and nature.” [-->]
¿Vamos a suponer objetividad a un científico que se cree en posesión de una "verdad", al punto de que se siente por encima de las leyes que regulan la convivencia en sociedad y los límites de la libertad de expresión? ¿Y qué pensar de la agencia a la que no le preocupa que sus científicos más señeros se dediquen al activismo callejero cafre? Probablemente tanto la NASA como Hansen están de acuerdo con la idea de que se trata de "ganar la conversación" por el procedimiento de callar al discrepante, según la expone Al Gore. Y probablemente ya ha llegado el tiempo de empezar a preguntarse si ese es el tipo de ciencia que queremos.
Pat Michaels siempre ha sido un bocazas. No todo el mundo puede tener la categoría personal de un Richard Lindzen o un John Christy, y hay que reconocer que lo que le ha caído a Michaels todos estos años no es normal. Pero no se puede escribir en un artículo sobre el huracán Irene una frase como ...
“It is doubtful that Irene will even cough up eight bodies,”
Sí, estaba comparando Irene con otro huracán que produjo 8 muertos, al que se parecía mucho de antemano. Y estaba advirtiendo del peligro del alarmismo que se estaba practicando con Irene por parte de la prensa y las autoridades. Aquello de andar gritando ¡el lobo, el lobo!, cuando no pasa nada, y luego la gente no hace caso cuando llega el lobo de verdad. Y decía Pat, -ojo, que detrás se está formando otro huracán, y puede que ese si sea fuerte de verdad.
El argumento es válido, pero la frase sigue siendo impresentable. Especialmente en un científico relevate.
¿Cafres en los dos bandos? No tanto. WUWT:
UPDATE: Pat Michaels issued this statement and apology this afternoon via email to me:
While the text was in fact changed, the original was over the top. As anyone in this business knows, sometimes we don’t proof ourselves very well and say things that are hurtful, and that is not good and requires an apology to those unfairly hurt, which I offer sincerely. I will try to be more careful in the future, and I hope to have learned from this.
- Pat Michaels (via email) [–>]
Así que no. No estamos ni remotamente empates, aunque Pat Michaels sea un bocazas. Y no puede ser que cada vez que haya un huracán vengan todos los salvamundos a anunciar el apocalipsis, como con Irene, por mucho que su teoría diga equivocadamente que los huracanes van a ser cada vez más y peores. Entre otras cosas porque ocasionalmente alguno tiene que ser de los malos, malos. Y cuando llegue, si la gente no hace caso por haber gritado tantas veces -¡el lobo, el lobo!-, ¿de cuántas muertes tendrán culpa los alarmistas?
La SER (gracias, Ceratonia) podrá decir ...
Pero la realidad dice algo bien diferente:
El dr. Ryan Maue se encarga de seguir los huracanes para tener al día el registro oficial.The liberal mainstream media has wondered in many recent articles if "global warming" is making hurricanes stronger or perhaps made Irene stronger. As Dr. Kerry Emanuel pointed out -- that question is irrelevant. It is the number of intense hurricanes that actually make landfall that is societally important. However, from a scientific point of view, it is a good idea to recognize that the population of "major" global hurricanes has not increased since 1979. Thinking of the Figure as a stock market ticker, there are always ups and downs, recessions and depressions in activity. But, the overall trend is flat proving conclusively that there is NO "overall" global increase in hurricanes, minor or major. Since natural variability such as El Nino and La Nina is the primary driver of global hurricane variability, any discussion of "climate change" impacts on TCs is woefully incomplete without acknowledging the effects of ENSO on global TC activity. The North Atlantic basin is seemingly special -- in that the current "active-period" since about 1995 has not necessarily manifested itself elsewhere -- and scientists are still unsure of why. Tropical cyclone and climate change science is far from settled, and any conjecture about global warming impacts can be argued from both sides of the aisle in a civil manner without resorting to the typical, disgusting NY Times political attacks. [-->]