Sugerencia a la sensible demócrata Rosa Díez: referéndum interno, ya que no puede ser democracia interna.
Rosa Díez ha descubierto las bondades de la democracia participativa y directa. Lo que le alabo, porque no hay mayor síntoma de sensatez y sabiduría que cambiar de opinión.
Lo explica Mikel Buesa:
En una de esas innumerables reuniones a las que durante dos años asistí (hablo de memoria, aunque sólo por vagancia, pues no me apetece buscar las notas que tomé ese día), se planteó la cuestión de la democracia directa y de que el partido de Rosa Diéz tal vez debiera promocionarla. O sea, que hubiera un referéndum para todo. La propuesta tenía sus defensores, pero el entusiasmo les duró poco porque el esteta metido a político (incapaz eso sí de arrastrar tras de sí casi ningún voto, como ocurrió en la circunscripción de Valencia donde se presentó) -para los no enterados, me refiero a Gorriarán- arremetió pronto contra ellos defendiendo que las decisiones que se toman en los órganos parlamentarios son, incluso, más democráticas que las que se adoptan en consultas populares. Su argumento, en esencia, señalaba que el pueblo es demasiado ignorante como para tomar directamente decisiones relevantes. Natulralmente, la lideresa del partido acudió inmediatamente a reforzar el argumento del esteta - ideólogo y -¡oh milagro!- la discusión quedó zanjada. [-->]
Ahora ya Díez no opina que las decisiones de los órganos parlamentarios son incluso más democráticas, sino que estos "secuestran la democracia". Es un buen paso, sin duda. Pero, ¿es suficiente? Porque lo mismo que piensa que la decisión directa de los ciudadanos es más democrática si el asunto es relevante, con más motivo debería de pensar que ese es al caso para lo que el representante vota en el parlamento. Después de todo, sería inconcebible que se imagine menos ignorante que el afiliado medio de su partido respecto, por ejemplo, a la bondad o inconveniencia de un referéndum para la reformita de marras. ¿Por qué motivo iba a pensar tal cosa?Y, una vez comprendido el siguiente paso del camino que ha emprendido, lo puede ir extendiendo para otros asuntos en los que tal vez podría llevarse una agradable sorpresa. Sugiero lo de la abstención entre que el Parlamento Vasco lo presida una del PP o una del PNV. Y por supuesto, el invento fetén: el Estado Federal de Intensidad Media Cooperativo. Después, con la práctica, y cogiéndole gustito a la democracia recién descubierta, seguro que salen un montón de oportunidades. Es posible que acabara sobrando algún ideólogo estético, pero la vida es dura 😉